Opinión On-line

El debate económico en los medios de comunicación

No importa si se trata de programas periodísticos en televisión o radio, la mayoría de las veces las posiciones alrededor de los temas económicos que se encuentran en estos espacios son extremistas y poco objetivos. Opinión de Alberto Naranjo.*

Invitado
20 de enero de 2014

Estamos en un mercado de ideas cuyos equilibrios son casi siempre extremos. Por ejemplo, en el caso de la Reforma a la Salud, que seguirá siendo noticia en 2014, las posiciones que se encuentran terminan resumiéndose en quienes están a favor del sector privado en la salud a través de las EPS y quienes están en contra de ellas y a favor de un sistema totalmente público.

El caso de la minería es otro ejemplo. El debate termina llevando a tomar una posición entre quienes están a favor del desarrollo económico o quienes están a favor del medio ambiente. En cuanto a las drogas ilícitas están quienes promulgan por una política de prohibición o los que quieren su legalización. Otro tema, muy famoso en los últimos meses, es el desarrollo rural y la función de grandes o pequeñas empresas agrícolas en este. Aquí están quienes creen que la productividad en el campo viene acompañada por empresas con grandes extensiones de tierra o quienes creen que la economía campesina sacará del subdesarrollo nuestro campo.

Así, podemos citar muchos ejemplos que en los últimos tiempos han tenido un espacio mediático importante en televisión, periódicos o la radio. Pero ¿Por qué parece que existen solo dos posiciones alrededor de los temas económicos? Las posibles hipótesis pueden estar alrededor de dos elementos: el mercado político y los incentivos existentes en estos medios de comunicación.

Empecemos explicando el primero. El mercado político trata de la “venta” de políticas públicas “compradas” por los ciudadanos a través de un proceso electoral. En Colombia, este mercado ha llevado a la polarización de posiciones en busca de lograr convencer a la mayoría de ciudadanos. Entre mayor es el distanciamiento de la política pública del oponente un “partido” político puede tener mayores chances de conseguir más votos siempre y cuando más ciudadanos se encuentren ubicados en los extremos de esta política y no en el medio. De otra forma sería mejor para los “partidos” situarse lo más cercano posible.

Pero, ¿Cómo es posible que en este país más ciudadanos se sitúen en los extremos de la política pública y no en el centro de ella? La respuesta está en nuestro segundo elemento. Los medios de comunicación contribuyen a la creación, el sostenimiento, o el cambio de preferencias de las audiencias, no solo de ideas políticas sino de muchos otros aspectos. Cuando estos medios de comunicación tienen el incentivo de atraer audiencia para su sostenimiento el enfoque de los mismos se centra en enviar un mensaje lo más claro y lo más rápido posible para que el ciudadano se sienta atraído por la noticia. Y es que esta atracción no pasa por la complejidad sino por el entretenimiento, y en el entretenimiento entre menos se piense mejor.

En este sentido, se hace necesario para un medio de comunicación no presentar más de dos posiciones distintas alrededor de un mismo tema y entre más distantes sean estas más atractivas se vuelven para un televidente o un oyente. Cuando se elige este sistema para atraer audiencia indirectamente se está creando la apariencia que solo dos posiciones existen alrededor de una información y que aquel que quiera tomar una posición debe elegir entre ellas.

Es ahí donde se va formando un tipo de ciudadano que solo piensa en blanco o negro más que en matices y en donde los partidos políticos entienden que muchos más ciudadanos se situarán en los extremos de la política pública y no en el centro. Terminamos entonces con una sociedad donde sus temas más importantes se vuelven escenarios simples, en donde no hay espacio para la contextualización, la particularidad, o la innovación en la política pública. Nos quedamos con un a favor o en contra, con un todo o nada, con un sistema político polarizado que excluye a quien se encuentra en el medio. No en vano, los pobres ya no son pobres, los ricos son más ricos, y la clase media se encuentra desprotegida.

* Director del programa de Economía de la Universidad de La Sabana.