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Del proyecto a la acción

Un proyecto es un conjunto de actividades con un fin específico o sea, culmina y puede convertirse en una obra permanente. Opinión de Germán Retana.

Dinero
4 de febrero de 2013

En cada ser humano hay un emprendedor de proyectos, sin embargo, ¿Por qué algunos parecieran no tener además un encendedor para su voluntad de convertir intenciones en realidades? Repasar las fases típicas de un proyecto ayuda a identificar estas razones, si es que esto le ha ocurrido a usted.

Convencimiento:
La razón para crear un proyecto puede ser (a) una ilusión pendiente de concretarse, (b) una necesidad relevante, (c) un talento especial no utilizado, (d) complementar algo que ya se hace, o simplemente (e) aprovechar una oportunidad. De la combinación de varios de estos factores, nacen la idea y la fuerza de la misma. Si desde el inicio hay convicción de que vale la pena el esfuerzo, la emoción crecerá con el tiempo.

Cualidades personales: El 50% del éxito de un proyecto depende de quién esté a su cargo. La pasión se enciende cuando hay tenacidad, constancia, disciplina, espíritu de superación y capacidad. Es meritorio crear un legado y resolver situaciones en favor de otros; lo logran los comprometidos con sus proyectos. Aquí se origina la decisión o punto de quiebre de los valientes, dispuestos a emprender un destino para desarrollar sus talentos.

Planeamiento: La clave de una buena ejecución es una excelente planeación. Visualizar la situación final es trascendental para definir objetivos intermedios, focalizar la atención, distribuir recursos y adoptar una actitud mental muy determinada. En esta fase se valora la trilogía entre calidad de productos o resultados, costo a incurrirse y tiempo para llegar a las metas. Cada vértice (calidad, costo y tiempo) impacta los otros. Un buen trabajo en esta fase no garantiza el éxito, pero reduce la improvisación, la ansiedad y el riesgo de fracasar.

Ejecución: ¡Manos a la obra! La tarea es ir paso a paso, con una secuencia lógica, ordenada, y meticulosa de acciones que sirvan para verificar los avances. De ser necesario, se incorporan nuevas ideas y se eleva el compromiso para concretar los resultados intermedios. Personas con las capacidades, posiciones y acciones correctas, normalmente producen efectos correctos. ¡Pasos hacia adelante, bien dados! ¡Constancia!

Evaluación: La sensatez, objetividad y flexibilidad en la medición de avances, facilita gestionar cambios de rumbo y decidir si se debe optar por un "plan B". El aprendizaje incrementa la motivación, prepara para enfrentar adversidades y convierte el camino en algo tan apasionante como el destino.

¿En cuál de estos cinco componentes se originan sus estancamientos y usted requiere de un "encendedor" para ser más emprendedor y convertir sus proyectos en realidades?

* Profesor Incae Business School