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¡Decálogo para conversaciones poderosas!

En toda organización se necesita conversar sobre cómo se comunican sus miembros, pues lo cierto es que muchas veces los asuntos van mal, precisamente por la forma en que lo hacen. Opinión de Germán Retana.

Dinero
25 de febrero de 2013

El término comunicación proviene del del latín communicare, que significa compartir, pero hay equipos en los que pareciera significar lo contrario.

Hoy en día, existen organizaciones de clase mundial que realizan campañas entre sus miembros para que se disciplinen a sostener "conversaciones poderosas". Proponemos un decálogo para lograrlo, ¿Qué tanto se está practicando en su equipo?.

(1) Cuando alguien habla el resto calla: escuchar es el primer paso hacia un diálogo constructivo. La atención es al 100%, sin distracciones de ninguna naturaleza y no se admite tener más de una conversación al mismo tiempo. 

(2) Tema iniciado, tema concluido: No hay desviaciones ni disgregaciones si no se ha concluido el asunto anterior. Esto acrecienta la concentración, profundidad y eficiencia de la discusión. 

(3) Quien dirige reparte, no acapara: Los coordinadores estimulan los aportes de todos, son democráticos y equitativos. Así aumenta el interés por contribuir y evita la sensación de ser ciudadano de segunda categoría enajenado del centro de la conversación.

(4) Prohibido matar ideas: El respeto mutuo destierra el ¡No! Las contribuciones son apreciadas mientras no se descarten con argumentos de fondo. Jamás se descalifica un planteamiento solo por provenir de quien no goza de simpatías. Este camino abona la imaginación y legitima el sentido de pertenencia. 

(5) Lo que no se disuelve se resuelve: El orden es tan efectivo, que no se deja nada pendiente. Entre todos conducen la conversación a buen puerto. La proactividad no obstaculiza la profundidad de análisis. 

(6) Se permite decir no: Las discrepancias son bienvenidas, de ellas nacen nuevas y mejores ideas. Si no se está de acuerdo con las decisiones del jefe o del equipo, lo honesto es expresarlo, pues nadie es infalible y siempre hay oportunidad para verificar la validez de las decisiones.

(7) Solo es cierto lo que se expresa: Se descarta el veneno del chisme y del "radio pasillo". No se vale ocultar pensamientos para diseminarlos por medios ilegítimos. 
 
(8) Siempre hay tiempo: Conversar constructivamente conduce al alto desempeño, por lo tanto, hacerlo bien es prioridad. "La gente olvida cuán rápido hizo un trabajo, pero recuerda lo bien que lo hizo", así resume H. W. Newton el estar disponibles para resolver con calidad y tiempo oportuno lo que es importante para el equipo. 

(9) Reír es obligatorio: Nada se toma tan en serio y mucho menos personal; el humor es bienvenido.

Finalmente, (10) la misión, visión y valores de la empresa nos rigen: Al decidir orientados por ellos, tendremos conversaciones y decisiones poderosas. ¿Es así en su equipo?

* Profesor Incae Business School