OPINIÓN ONLINE

Daga y soga en la ETB

En lugar de trabajar de manera ambiciosa formulando un buen plan de negocios, el Alcalde y la gerencia que nombró, vienen menospreciando la empresa para justificar su venta.

Camilo Díaz
21 de mayo de 2016

La nueva gerencia ha decidido clavarle una daga a la empresa diciendo que es viable solamente si es vendida o consigue un inversionista que aporte el dinero que la empresa necesita para continuar sus inversiones de capital y ha hundido esa daga diciendo públicamente que la empresa atraviesa una crisis financiera que la puede llevar al colapso.

Que me acuerde nunca había visto a otro gerente salir a decir que la empresa que comanda languidece lentamente y que no tiene capacidad de competir en el negocio, o que como empresa no tiene potencial para crecer si sigue a cargo de quienes mismos la administran. Menos decirlo sin proponer ninguna solución a los accionistas y tenedores de bonos.

Esas declaraciones solamente impiden la consecución de créditos, llevan a pagar más rendimiento en la emisión de deuda, debilitan la posición de negociación frente a futuros inversionistas, e incluso pueden deteriorar la calificación de riesgo porque en la evaluación de riesgos también se tienen en cuenta la calidad de la administración, su experiencia en el negocio, y la disposición para trabajar en la generación de valor para los accionistas y tenedores de deuda. No hay que olvidar que ETB es una empresa que cotiza sus acciones y bonos en el mercado público de valores.

En cambio, de hacer declaraciones que perjudican el valor de la empresa y sus accionistas, especialmente a Bogotá que es la dueña del 88,4% de las acciones, el presidente de ETB debería ya haber fabricado un plan para incrementar los ingresos de la empresa, disminuir los costos, explotar las inversiones por $1,2 billones en fibra óptica que ha hecho la empresa en los últimos años, y focalizar la generación de ingresos en los negocios de banda ancha, telefonía móvil, y televisión por suscripción, estos últimos son segmentos en que la empresa ha incursionado y fueron la razón de ser de las inversiones en fibra óptica. También debería darse cuenta que la marca ETB es de altísima recordación entre los bogotanos donde hay un potencial elevado para crecer en ingresos recuperando los clientes que la empresa ha perdido, y los que puede ganar en telefonía móvil y televisión, todo apalancándose en la infraestructura física de la empresa, la ETB es el único operador que cubre toda la ciudad.

La ETB tiene un amplio portafolio de alternativas para obtener el dinero que necesita para hacer inversiones y concretar nuevos planes de negocio. Puede emitir bonos en moneda local, o extranjera aprovechando las bajas tasas de interés mundiales y la depreciación del peso que le permiten emitir menos deuda en euros o dólares para conseguir pesos colombianos; puede emitir acciones porque ya tiene experiencia con su exitoso programa de acciones privilegiadas del 2003; o encontrar un fondo de capital privado que quiera entrar como socio minoritario pero que pueda aportar en el direccionamiento de la empresa y cuya estrategia de salida pueda ser la venta de su participación al distrito o en una emisión de acciones.

Pero ningún inversionista sea comprador, socio estratégico, o suscriptor de deuda, va involucrarse con la empresa o pagar bien por ella sino encuentra un plan de negocios estructurado a largo plazo. Un plan que destaque el potencial de la empresa para aumentar sus ingresos, detallando las inversiones de capital y el tiempo en que se requieren, que tenga flexibilidad en la estructura de capital para financiar las inversiones con apalancamiento propio, y que muestre los riesgos del negocio evaluando cuánto valen y como se pueden distribuir o mitigar. Armar ese plan requiere de una gerencia ambiciosa que conozca el negocio y tenga la capacidad de materializarlo. En conclusión, nadie compra pasaje para subir a un avión que el piloto desea estrellar.

La soga de la ETB se la tienen puesta el Alcalde Peñalosa que desde su primera administración la ha querido vender y la gerencia que nombró, juntos trabajando en tándem vienen menospreciando la empresa para justificar ante el Consejo su venta, cuando ambos deberían trabajar para incrementar su valor, el Alcalde porque es administrador del patrimonio de los Bogotanos y el presidente de ETB porque tiene responsabilidades con los accionistas, los acreedores y empleados. También ayudan apretar la soga las malas prácticas de unos pocos empleados que no cumplen su labor con excelencia y prefieren no instalar los servicios, demorar las reparaciones, o son negligentes con sus funciones, eso no hace más que debilitar los ingresos operacionales, y los negocios sean públicos o privados tienen que ser rentables para que valga la pena mantenerlos.