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Cuidado con la “tecnología fetiche”

La definición que yo uso de “empresa” es la de “Ente que crea, captura y distribuye valor de la forma más eficientemente posible”, me gusta pues define todo en función del valor que se genera.

Pedro Colmenares
17 de diciembre de 2016

Del valor ya he escrito mucho en este espacio, valga recordar que valor no es solo dinero, es ser relevante y pertinente para el segmento de clientes, es solucionar un problema real.

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Hoy quiero centrarme en el uso de la tecnología como palanca para mover los modelos de negocio de las empresas.

Tecnología es la técnica aplicada, el conocimiento hecho herramienta, las herramientas solo tienen sentido cuando se usan y cumplen una función.

Muchas veces he sido testigo de empresas en donde la tecnología se entiende como un fin en sí mismo, empresas en donde compran computadoras, máquinas, software o consultorías, esperando que el solo hecho de hacerlo solucione sus problemas. A este tipo de soluciones tecnológicas las llamo “tecnología fetiche”, la gente las compra como quien compra un talismán y espera que solo por el hecho tenerlas, los problemas se solucionen.

Transformarse es un proceso que comienza en el interior, desde adentro... nos obliga a la introspección, debemos entender dónde estamos y cuál es nuestra esencia (que en el caso de las empresas, tiene que ver con su propuesta de valor), solo así podemos entender aquello que debemos ( y teóricamente queremos) cambiar.

La tecnología  es un excelente catalizador para este tipo de procesos, tal como los métodos diagnósticos en la medicina nos permiten ubicar la enfermedad, las herramientas tecnológicas, de la mano de las personas con el conocimiento y la experiencia para usarlas, nos permiten ubicar rápidamente las áreas en las que debemos trabajar.

Si usted tiene una empresa le recomiendo que haga el siguiente ejercicio, escriba una lista de las inversiones tecnológicas que ha realizado y luego liste la forma como esas inversiones han logrado impulsar su generación de valor. Si tiene dudas o no ve la conexión, le recomiendo que las replantee.

Ubique sus procesos y revise su pertinencia, no tiene sentido comprar herramientas tecnológicas para procesos equivocados; eso sí una vez que los tenga claros verifique qué herramientas le harían más fácil la labor, lograr más alcance, tener más impacto.

No tema invertir en tecnología, pero recuerde que una empresa ineficiente que compra un sistema de cómputo u otra herramienta, no dejará de ser ineficiente solo por eso.

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