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Cuatro preguntas para ayudarle a encontrar su propósito de vida

En mi columna de la semana pasada expuse los siete consejos que le daría a cualquier persona que esté pensando en emprender. Dada la respuesta tan positiva que tuvo el artículo en Facebook, pretendo explorar sobre el tema del propósito de vida y presentarle al lector cuatro preguntas que pueden ayudarlo a encontrar su verdadera esencia.

Invitado
15 de mayo de 2016

Empecemos por definir qué es el propósito de vida. Para varios autores esta es la fuerza interior que busca constantemente responder a tres preguntas fundamentales: ¿Para qué estamos en este mundo?, ¿qué estamos destinados a ser? y ¿qué estamos destinados a hacer?

Si esta fuerza interior es tan profunda y poderosa, la pregunta es ¿por qué nos cuesta tanto descubrir nuestro verdadero propósito en la vida? La respuesta está en este concepto tan de moda llamado ego. No intento satanizar el ego y sugerirle que busque su extinción. Pero sí vale la pena entender de qué se trata, cuál es su función y por qué en este caso puede estar impidiéndole encontrar su propósito de vida.

El ego es una palabra en latín que significa yo. Su función está en darle a la persona una identidad, protegerlo del peligro y ayudarlo a sobrevivir. El ego recuerda cada situación de peligro a la que usted ha estado expuesto y cada mensaje de alerta que alguno de sus padres, abuelos o educadores le ha expresado. Su defensa de protección consiste en prevenirle actuar de alguna forma diferente a la que hasta ahora lo ha mantenido a salvo.

El problema con el ego es que tiene una memoria prodigiosa y se aferra a su función de protector con una fuerza que puede llegar a paralizarnos. Si el propósito de vida puede ilustrarse como una vela, como una luz interior con la que todos nacemos, el ego puede ilustrarse como la caperuza. Una buena caperuza protege la vela del viento, pero si la caperuza es muy gruesa y oscura impide que la luz brille hacia el exterior. 

Esto puede estarle pasando y nos pasa a todos. Es posible que en el pasado resultara mejor hacerle caso al ego que seguir el llamado de nuestro propósito de vida. Sin embargo, dada la transformación tan grande que está viviendo el mundo, me atrevería a decirle que la mejor decisión financiera que puede tomar hoy, es la de empezar a descubrir cuál es realmente su propósito de vida y qué actividades podría realizar para vivir una vida con plenitud.

Este descubrimiento puede tomarle varias semanas, e incluso varios meses, ya que seguramente muchas personas a su alrededor se han encargado de decirle que el propósito de vida no es más que un capricho que una persona responsable debe ir apaciguando.

No importa cuánto le tome, ya que más que el resultado, lo importante es el camino. Posiblemente, a lo largo de su vida su propósito vaya evolucionando, clarificándose y volviéndose cada vez más ambicioso. 

Para comenzar a descubrir su propósito de vida, considere hacerse estas cuatro preguntas:

  1.  ¿Qué de su situación actual lo haría llorar si continuara igual por los próximos ocho años?
  2. Si le dijeran que tiene tres años de vida, ¿a qué le gustaría dedicarse?
  3. Si le garantizaran el éxito en cualquier actividad a la que dedicara su tiempo, ¿qué le gustaría lograr en los próximos cinco años?
  4. Si usted estuviera en una posición que le permitiera generar un gran impacto en su comunidad y en su país, ¿qué le gustaría ayudar a cambiar?

Es importante sentarse y escribir las respuestas de forma sincera y dejando a un lado el miedo y la vergüenza. Es posible que el estado de ánimo en el que se encuentre influya en el resultado del ejercicio, por esto es recomendable realizar la misma actividad en días diferentes.

De igual manera, la imagen que usted tiene de usted mismo puede estar alejada de la imagen que tienen los demás de usted. Por esta razón, es recomendable realizar el ejercicio con alguna persona de su confianza, que no tenga un interés personal en el resultado del mismo.

Tenga en cuenta que si el propósito de vida que usted ha escogido no le genera ni miedo ni vergüenza, es posible que todavía le falte escarbar más para encontrar su verdadera esencia. Encontrar su propósito de vida debe hacerle sudar las manos. Causarle nervios y ansiedad.  Recuerde que todos vinimos a este mundo a realizar una misión importante, y usted, por supuesto, no es la excepción.

No se conforme con vivir una vida plana y de sobrevivencia. Le prometo que una vez encuentre su verdadero propósito de vida, todo empezará a fluir de una forma que usted hoy aún no concibe.

Además, nunca antes en la historia reciente ha habido una conciencia colectiva tan profunda hacia la importancia de este tema, y en la medida en que seamos más personas viviendo una vida con propósito, seguramente será más fácil para todos encontrar la forma de ganarnos la vida haciendo lo que nos hace felices y en lo que mejor podemos contribuir a la sociedad.