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La violencia le cuesta al mundo el 13,3% del PIB

Colombia es el séptimo país más afectado del mundo con un coste del 30,1% del PIB.

Gustavo Rivero
20 de enero de 2017

El impacto económico total de la violencia en la economía mundial en 2015 fue de US$13,6 billones en términos de paridad de poder adquisitivo (PPP), según The Institute for Economics & Peace. Esto equivale al 13,3% del PIB mundial. Son cifras conservadoras ya que hay aspectos no incluidos en el estudio por la falta de datos disponibles.

Si la actividad económica relacionada con la contención de la violencia se considerara como una sola industria, sería una de las más grandes del mundo. Para poner esto en perspectiva, una reducción del 10% en el impacto económico de la violencia equivale a diez veces el valor de la ayuda oficial al desarrollo (AOD), más que el valor total de las exportaciones mundiales de alimentos en 2014 o más que el total mundial de inversión directa extranjera en 2014. Éstas son las principales conclusiones del informe:

El promedio por país de impacto económico de la violencia es del 10,2% del PIB. Sin embargo, existen grandes diferencias entre países como se puede ver en el gráfico, con una mediana del 7,2% del PIB. El impacto equivale a menos del 5% del PIB en 35 países. En contraste, sólo hay 15 países donde supone más del 20%.

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Las naciones con los niveles más altos de paz positiva gastan entre 1% y 2% del PIB en seguridad interna. Los países con niveles medios de paz positiva tienden a gastar más, mientras que aquellos con los niveles más bajos de paz positiva gastan menos del 1% del PIB en seguridad interna.

La economía siria es la más afectada por la violencia, con un 54,1% del PIB. Irak, Afganistán y Venezuela son los únicos donde el impacto es más del 40%. Colombia es el séptimo país más afectado del mundo con un 30,1% del PIB. Indonesia tiene el menor impacto económico de la violencia con un 1,98% del PIB. Esto se debe a sus bajos niveles de gasto militar e interno. El impacto también es inferior al 2,5% en Canadá, Islandia y Austria. En España es el 4% del PIB.

El impacto económico global de la violencia cayó un 2% entre 2014 y 2015. Esto equivale a US$246 mil millones PPP. La disminución se debió a una disminución del gasto en seguridad militar y externa.

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El gasto en seguridad interna, que incluye entre otros factores el gasto policial, judicial y carcelario, es la segunda categoría. Fue de poco más de US$3 billones PPP en 2015, que es el 26% del total.

El gasto militar es la categoría más grande en el modelo de impacto económico de la violencia, representando el 45% del total. Sólo el gasto militar de EE.UU. representa el 12% del total mundial. El impacto económico de los gastos militares mundiales en 2015 fue de US$4,46 billones PPP. Sin embargo, ha ido disminuyendo en los últimos años, con caídas cada año a partir de 2011 en adelante.

A nivel regional, el coste de la violencia ha aumentado en Latinoamérica, Oriente Medio y Norte de África. De todas las regiones, sólo en Norteamérica, Europa, y Rusia/Eurasia el coste de la violencia fue menor en 2015 que en 2007.

Existen perfiles de impacto muy diferentes entre regiones. El 78% del impacto económico total de la violencia en América del Norte proviene del gasto militar, en comparación con sólo el 14% en Centroamérica y el Caribe. El gasto militar y de seguridad interna representa más del 50% del impacto económico total en todas las regiones excepto en dos.

Identificar el nivel óptimo de gasto en contención de la violencia es complejo. Ningún país que gaste menos del 0,8% del PIB en seguridad interna se clasifica mejor del puesto 42 en el Índice de Paz Global. Sin embargo, ningún país que gaste más del 2% del PIB en seguridad interna figura entre los 20 países más pacíficos. Gastar demasiado o demasiado poco en la contención de la violencia no conduce a una sociedad pacífica.

La AOD dirigida al sector de la seguridad ha aumentado sustancialmente en la última década, aumentando un 145% entre 2005 y 2014. Sin embargo, todavía representa menos del 1% de la ayuda total en 2014. El gasto en consolidación de la paz y mantenimiento de la paz es pequeño en comparación con las pérdidas económicas causadas por el conflicto, que representan respectivamente el 0,9% y el 1,1% del coste del conflicto en 2015.

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