Columnistas On-line

¿Crees en tus creencias?

Si cambias la manera de pensar cambiarás tu manera de vivir, dice la sabiduría popular. Hay organizaciones que transitan hacia su deterioro paulatino porque quienes las dirigen no cuestionan ni innovan los dogmas que las rigen. Opinión de Germán Retana.

Dinero
16 de octubre de 2012

Las creencias liberaran o encarcelan la imaginación, estancan o aceleran el desempeño, detonan el temor o el atrevimiento. Poco a poco las personas y los equipos las van construyendo como plataforma para intentar alcanzar lo que creen posible. Puede que llegue el momento en que se conforme una especie de telaraña enredada y pegajosa de convicciones. Así como algunas arañas tragan partes de su propia telaraña para sustituirlas por otras más fuertes, hay empresas con urgencia de reemplazo de sus creencias limitantes.

Los miembros de los equipos se comportan según lo que suponen que se permite. Por eso es útil que periódicamente hagan un alto en el camino para actualizar su código de creencias de mayor impacto como guía de las conductas colectivas. No sería extraño que descubrieran en la obsolescencia de algunas de ellas, la razón de sus círculos viciosos, resultados erráticos y prisiones mentales.

Cuestionar y cambiar modos de pensar conducirá a nuevos rumbos. Pese a que algunos los desean lejos, los críticos ayudan en el escrutinio de lo que se considere realidad. Según Bertrand Russell, "el hombre es un animal crédulo, y debe creer en algo; en la ausencia de buenas bases para creer, estará satisfecho con malas".

No se trata de vivir en un estado caótico de duda permanente. Pero es un hecho que a veces se cree, por ejemplo, que una persona es insustituible. Sin ser su intención, hay convicciones que consolidan tradiciones improductivas, estructuras burocráticas, políticas paralizantes y procedimientos que aniquilan la innovación.

Cada vez son más las organizaciones que se atreven a derribar obstáculos al pensamiento creativo para funcionar con modelos contrapuestos a lo convencional: sustitución de organigramas jerárquicos verticales por matriciales, eliminación de asignación de oficinas formales, horarios flexibles que faciliten un equilibro entre trabajo y familia, y comunicación libre y proactiva entre todos los niveles o áreas.

Identifique las diez creencias de mayor impacto en el comportamiento colectivo en su empresa. ¿Puede usted seleccionar tres que si se cambiaran por otras transformarían con contundencia los resultados y el ambiente de trabajo? ¿Qué hará usted al respecto? La naturaleza humana es nacer para crecer y esto es imposible sin la humildad para replantear si, en verdad, "creemos en nuestras creencias".

* Profesor Incae Business School