JOSÉ MIGUEL SANTAMARÍA

Corrupción y mala educación van de la mano

Desde tiempos inmemoriales se ha discutido que fue primero, si el huevo o la gallina, eso mismo pasa para saber si la corrupción existe por la mala educación o si la mala educación es una consecuencia de la corrupción, la verdad es que son amigos inseparables y como lo dijo una reina de belleza hace algunos años se puede entender para un lado y para el otro o en sentido contrario.

José Miguel Santamaría, José Miguel Santamaría
19 de julio de 2019

Nuestro sistema electoral adolece de muchos parámetros que lo haga mas eficiente e igualitario, su normatividad parece elaborada para que ganen los malos, llevamos años tratando de hacer una reforma política para mejorar, desafortunadamente esta tiene que ser aprobada por los que les interesa que nada cambie. Cada día veo mas lejano las listas cerradas, la financiación estatal de las campañas, el control de la compra de votos etc.

Diariamente aparecen mas marchas y movimientos que abogan porque la educación pública tenga mas recursos, sea de calidad y sea gratuita, al mismo tiempo estas mismas personas en elecciones venden su voto por un tamal o por dinero y terminan votando por el mas corrupto y el que seguramente no hará nada por mejorar lo que ellos anhelan, es más,  seguirá viendo las maneras para seguir robándonos la esperanza, el solo hecho de ver cómo funcionan los programas de alimentación escolar da grima.

Por el otro lado vemos una educación donde dejaron de ser importantes unos temas sumamente relevantes como la cívica o los principios y los valores, esto terminó generando unos nuevos ídolos que la juventud adora, que su mayor cualidad es el dinero independientemente que haya sido conseguido fraudulentamente, es por eso que seguramente en las elecciones de octubre seguramente terminaremos eligiendo a candidatos que tienen muchos recursos para su campaña política pero que después trataran de recuperar lo invertido durante su mandato. A mí personalmente no me cabe en la cabeza que seamos capaces de elegir a corruptos reconocidos por un plato de lentejas y después pensar que volvimos a elegir mal.

Los paradigmas de la educación han cambiado, la infraestructura necesaria cada vez esta más en la nube que en los ladrillos, muchos gobernantes nos llenan de elefantes blancos que después no tenemos cómo administrar y mantener, lo que nunca cambiará son las capacidades del maestro para educar, ahí tenemos que trabajar mucho como país; me gustaría algún día ver a Fecode proponiendo cómo mejorar la educación hacia el futuro y no solamente pidiendo mejoras laborales y prebendas a cambio de nada.

Como vemos, la mayoría de nuestros problemas vienen atados a las personas que elegimos, alguien decía que son el reflejo de la sociedad, somos nosotros los que nos estamos escogiendo nuestro mal destino, los que tenemos que cambiar somos nosotros, tenemos que saber elegir bien, y no pedir a los elegidos que cambien, porque  no lo van a hacer.

Si queremos acabar esa amistad inseparable y correlación entre la mala educación y la corrupción que hemos tenido a través de los años lo podemos hacer, solo es cuestión de analizar quién queremos que rija nuestro destino como ciudad o gobernación y darle el espaldarazo al más probo y honesto. Acuérdense que el que más plata gasta, más conciertos lleva, más fiesta hace, generalmente no será el mejor dirigente.