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Convénceme de que eres tú

Todos alguna vez en la vida hemos presentado entrevistas de trabajo. Hoy se han vuelto más difíciles que en el pasado porque hay demasiada información disponible que hace complejo acertar en lo que se dice.

Claudia Varela, Claudia Varela
23 de abril de 2017

He visto un sinnúmero de consejos y tips de expertos y no expertos sobre cómo hacer una entrevista exitosa para que te contraten. Algo así como “gana el amor de tu vida en la primera cita”. Lo curioso es que pocas veces he visto los mismos tips para el que está sentado al otro lado de la mesa.

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Me tomé la labor de hacer un análisis de los errores más recurrentes de los entrevistadores, para que los tengamos en cuenta y de una manera conciente al menos se procure evitarlos.

1. Guiarse por las apariencias. Aunque esto es la respuesta primaria de cualquier persona, esto es lo último que debe hacerse. El impacto puede ser solo estético, es decir hay gente que luce más modesta menos al gusto del entrevistador, pero puede ser un genio y una persona que pueda llegar bien al equipo. En nuestros países de Latinoamérica tenemos muchos prejuicios culturales al respecto, eso ya es de la vieja escuela.

2. Permitir la adulación. Hay candidatos cuyo estilo es de lambón clásico. Usan gran tiempo de la entrevista diciendo las maravillas que es el entrevistador después de haber leído algunas cosas del personaje en alguna red social. Mucho cuidado con estos. Saben camuflarse y hacen hablar mucho a su contraparte. Normalmente dejan una sensación de excelente entrevista por que el que estuvo hablando la mayoría del tiempo fue uno mismo. Reyes del engaño, yo con esos no concuerdo un minuto. Me aburren profundamente.

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3. Dar lugar a respuestas abstractas. Aunque esto suena obvio a veces no lo es tanto. Si pregunto cosas concretas debo exigir respuestas concretas. Normalmente uno de los skills que más requerimos desarrollar es la negociación y la capacidad de influenciar. La entrevista de selección para un cargo es la primera oportunidad de ver la real capacidad que tiene el candidato. No podemos dejarnos enredar, hay que concretar, preguntar directo y ver cómo fluye la capacidad de aterrizar y no irse por las ramas.

4. Fijarse solo en lo técnico. Es evidente que deben verificarse todas las habilidades técnicas, la experiencia, la hoja de vida, los trabajos anteriores, los principales logros y áreas fuertes. Sin embargo hay un capítulo en paralelo que es vital observar; la capacidad de trabajar en equipo, las habilidades de cooperación, el estilo de comunicación y el empalme con la cultura del equipo y la empresa, por ejemplo.

5. Hacer preguntas de cajón. ¿Cómo te ves en cinco años? ¿Cuál es el líder que más admiras? ¿Te gustaría trabajar en mi empresa? Esas respuestas están libreteadas. Hay que salirse del esquema y preguntar cosas diferentes que reten al entrevistado y permitan concluir cosas más concretas sobre el perfil.

Cabe recordar que es bueno que a los candidatos (al menos 3) los entreviste no solo el jefe. Hay que tener diversos puntos de vista y ojalá criterios de calificación definidos previos a las entrevistas para tomar decisiones objetivas.

No podemos dejar al azar una decisión tan importante como el reclutamiento de gente nueva para el equipo. Hay que dedicarle el tiempo a conocer mi interlocutor,  ver si me está mostrando la verdad (o si yo puedo leerlo) y que no me prometan amor eterno donde no hay fondo. La próxima vez que vea un candidato voy a pensar desde el inicio: Convénceme de que eres tú.

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