RAÚL ÁVILA FORERO

¿Cómo atenuar la crisis del primer empleo ante la falta de experiencia laboral?

Aunque no existe una fórmula precisa para el éxito en la búsqueda de oportunidades laborales, sí hay ciertas precisiones y recomendaciones que los aspirantes a sus primeros empleos deben tener en cuenta, para que la falta de experiencia laboral no sea su más grande impedimento.

Raúl Ávila Forero, Raúl Ávila Forero
15 de abril de 2019

Sin importar si la educación es técnica, tecnológica o profesional, nuestros jóvenes hoy día se enfrentan a una realidad poco alentadora a la hora de salir a enfrentarse al mundo laboral. Pocas vacantes, empleos mal pagados y una lista de innumerables requisitos a la hora de aplicar a un cargo, son algunos de los panoramas que se les presentan, más de una vez, cuando finalizan sus estudios.

Con una tasa de desempleo juvenil que cerró en 16,9% el año pasado, nuestros jóvenes no tienen garantía alguna sobre el seguro de su futuro laboral. Si bien muchas empresas requieren del mejor talento humano para crecer, priorizar la experiencia laboral como carácter excluyente no parece ser lo óptimo ni lo más estratégico.

Y aunque muchos creen que las prácticas son un primer acercamiento a la demanda laboral, siguen existiendo compañías que, erróneamente, no cuentan las prácticas como experiencia, sino como un requisito más para culminar su carrera. Por ende, muchos egresados, con una gran preparación y desempeño durante su carrera, siguen estigmatizados por la dificultad de obtener experiencia “formal” que no vaya ligada a su pensum académico.

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Caer en el círculo vicioso de no tener experiencia laboral por no tener un trabajo, pero no poder tener un trabajo por carecer experticia, se ha vuelto todo un pandemonio. Por ello, cada vez son más las personas que se preguntan cómo pueden aumentar sus probabilidades de contratación a las vacantes, sin tener en cuenta el requisito de experticia que tantas compañías desean.

El consejo más importante para cualquier desempleado es evitar, a toda costa, inflar sus hojas de vida con mentiras. Muchas veces la frustración y la desesperación lleva a que muchos aspirantes maquillen sus hojas de vida, en un vano intento de aumentar sus posibilidades de ser, al menos, contactados para iniciar un proceso laboral.

Esto no solo afectará negativamente la imagen del aspirante, sino que también contribuye a una pérdida de recursos por parte de la empresa. Es claro que hoy día las organizaciones mantienen enormes esfuerzos para comprobar la veracidad de referencias laborales, académicas y personales e, incluso, de las certificaciones que presentan como pruebas de la especialización de las habilidades y conocimientos que afirman tener. Por ello, tarde o temprano, la verdad termina por relucir.

Según la cazatalentos DNA Human Capital, los aspirantes suelen mentir, en mayor medida, en aspectos académicos. En un estudio de 6.000 hojas de vida de Colombia, Chile, Perú y Brasil, el 87% de las personas mintieron en algo relacionado a sus estudios (la mayoría de ellos por no estar concluidos), un 86% en idiomas, 76% en salarios y un 22% en el tiempo verdadero que duró cesante.

No obstante, en comparación con otros países tomados para dicho estudio, Colombia fue el país que resultó con los peores indicadores. En promedio, el 82% de los colombianos tiende a mentir en algún aspecto de su hoja de vida, superando a países como Perú (78%) y Brasil (75%).

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Más allá de la mala fe, sucede que muchos aspirantes, tanto hombres como mujeres, no se toman el tiempo de hacer una hoja de vida a conciencia, que destaque sus verdaderos conocimientos y capacidades; lo que sucede muchas veces, según la experiencia de las mismas organizaciones, es que sólo toman modelos de referencia online y no cambian aspectos como logros, experiencias o la descripción de su perfil. Por ende, debe tomarse el tiempo de hacer una hoja de vida que sea llamativa por su contenido y la forma en que lo presenta.

Asimismo, mientras se mantenga sin trabajo, es vital mantener los refuerzos en sus conocimientos para evitar olvidar lo ya aprendido o adquirir nuevas aptitudes que contribuyan a mejorar sus chances de obtener un nuevo empleo. En esto, el costo monetario ya no es una excusa.

Cientos de plataformas brindan diversidad de certificados gratuitos, en una gran variedad de conocimientos, para un gran número de carreras. Los idiomas es lo más genérico y útil para estos casos, especialmente el inglés. Otra opción puede ser algún certificado online en metodologías ágiles como Scrum Fundamentals que es totalmente gratuito.

Incluso, si gusta de algo de alta confiabilidad y reconocimiento, los cursos que ofrecen universidades de prestigio como Harvard y el MIT son una realidad. Hasta Google tiene una oferta de cursos para cualquier aspirante. La mayoría de ellos son en fundamentos básicos de programación, manejo de macro datos, conocimiento de manejo de información en la nube y de herramientas de medición para un uso inteligente de datos. En fin, en Internet se encuentra una amplia variedad para todo tipo de carrera.

Moldear constantemente sus conocimientos y perfeccionarlos es parte importante del camino hacia el éxito y nunca será una pérdida de tiempo. Tenga un certificado o no, puede tomar cursos que mejoren su desempeño en su área para que, a la hora de que le pongan a prueba, pueda destacarse frente a su competencia. Permanezca bajo el conducto auto pedagógico y no caiga en la desesperación. Todo ese esfuerzo valdrá la pena.

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