JUAN CARLOS SANCLEMENTE-TÉLLEZ

Combinar lo tradicional y lo digital en el marketing

Los avances tecnológicos y sus correspondientes herramientas digitales están cambiando la forma de hacer negocios pero esto no debe confundir a los empresarios, especialmente a los pequeños y medianos.

Juan Carlos Sanclemente Téllez
14 de julio de 2018

Llegar a cada vez más consumidores y obtener una significativa participación de mercado es un imperativo. Tener en cuenta los gustos y hábitos cambiantes lo es igualmente, sobre todo cuando el marketing, y su aplicación práctica, deben evolucionar al paso de las transformaciones que se viven en la sociedad y en la economía.

Hoy en día más que simplemente lograr que nuestra propuesta sea adquirida, se hace necesario que los clientes se conviertan en “defensores” de nuestra marca y la recomienden ampliamente. El marketing digital y el uso intensivo de redes sociales debe estar al alcance de todo empresario y éste debe entender que existen novedosas maneras de comunicarse con el mercado que van más allá de la típica “unidireccional” en la que tan solo se trasmite un mensaje por parte de la oferta.

Es así como hemos venido evolucionando en la manera de comercializar nuestros productos/servicios. Inicialmente lo hacíamos basados en los atributos del producto, posteriormente nos centramos en las necesidades específicas de las personas, para luego tornar hacia actividades más centradas en el ser humano. Es esto lo que expertos como Kotler (2010) han denominado marketing 1.0, 2.0 y 3.0 respectivamente.

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Hoy en día se debe tener muy presente que la conectividad y la tecnología han modificado sustancialmente la manera en que se realiza el marketing y estos mismos aspectos han dado mucho más poder a los compradores convirtiéndolos en “profesionales” al momento de realizar sus adquisiciones. El utilizar mecanismos digitales y considerar la “omnicanalidad” para abordarlos es indispensable para que se pueda administrar de manera conveniente y efectiva cualquier tipo de negocio según el “Marketing 4.0” (Kotler, Kartajaya & Setiawan, 2017) https://www.amazon.com/Marketing-4-0-Moving-Traditional-Digital-ebook/dp/B01MXMZE4T

No obstante la presencia incremental de tecnologías y sus herramientas respectivas, los expertos consideran que seguirán convergiendo las estrategias convencionales con las más novedosas y será necesaria su mezcla para lograr que el público se convierta en adalid de la marca, y no solamente adquirente.

Las actividades “online” han crecido mucho últimamente, pero las “offline” no han desaparecido y si bien los clientes disponen cada vez de más información, no la procesan efectiva y completamente en todos los casos y privilegian aún el contacto personal y clásico. El control en las relaciones compradores-vendedores actualmente lo tienen aquellos al estar comunicados entre sí de manera constante, gracias a la tecnología y a las redes, esta situación debe ser tenida en cuenta sin centrarse demasiado en lo “digital”, pues se podría perder el aspecto estratégico de la relación con el mercado y desconocer los verdaderos objetivos que este persigue, lo que ofrece la competencia y las capacidades internas de que se dispone.

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Por otra parte, hacer demasiado énfasis en la innovación y no manejarla adecuadamente, puede generar problemas tanto para los clientes como para los empleados de la organización. La excesiva complejidad operacional y procedimental puede perjudicar la atención de estos últimos a los primeros.

Algunos consejos en este frente pueden ser: enfocarse en la integración de los productos/servicios no en la proliferación de los mismos (ser sencillos y accesibles y no necesariamente tener un exceso en la propuesta), asegurarse que aquellos que desarrollan y/o diseñan el producto estén estrechamente ligados con la parte operativa y de atención al cliente y establecer todo lo anterior como un objetivo de alto nivel que permita tomar decisiones adecuadas.

Para garantizar que una innovación sea buena para el mercado y para la compañía, es indispensable reducir al mínimo las dificultades que tienen tanto clientes como empleados. La economía “digital” que vivimos actualmente brinda muchas oportunidades para innovar pero esto debe favorecer a los actores involucrados y al mismo tiempo reportar beneficios empresariales sostenibles. Por todo esto no debemos dejarnos confundir y deslumbrar por tanto avance tecnológico y considerar una mezcla de lo tradicional y lo digital en la estrategia.