JULIANA SÁNCHEZ

No todo tiempo pasado fue mejor

La vida, como la conocemos, ha cambiado para siempre. ¿Está usted preparado para reinventarse?

Juliana Sánchez Trujillo, Juliana Sánchez Trujillo
6 de mayo de 2020

La cuarentena ha sido como los procesos de duelo: al principio un estado profundo de shock, luego la negación, para algunos incluso la depresión y finalmente el sentimiento de ilusión y de salir adelante. Esto lo he visto tanto en organizaciones como en individuos, en donde los sentimientos encontrados han paralizado el accionar, luego han generado reflexión y finalmente una necesidad de moverse por otro camino, pues ahora la dinámica digital, el encierro y la restricción se han vuelto parte de nuestro día a día. 

No soy de las que suelen creer que todo tiempo pasado fue mejor, porque esto es negar la posibilidad evolutiva de las situaciones. Sin embargo, ¿estamos preparados para una nueva forma de vivir? Si hay algo que está claro es que las cosas no volverán a ser iguales que antes de la covid-19. Incluso es interesante, pues la dinámica social económica y ambiental está dando un giro significativo que exige reinvención en todas las áreas y esto brinda amplios espacios para la innovación, el cuidado (tanto del otro como de sí mismo), la reinvención de la economía y el replanteamiento de las dinámicas sociales. Pero debemos recordar que más que una exigencia, es un proceso que implica una mentalidad de flexibilidad, apertura y por supuesto de disposición a cambiar.

Lo único cierto de esta época es la incertidumbre misma de no saber cómo va a terminar, cuándo se va a dar y dónde estaremos para ese entonces. Por eso, más que tener la ilusión de si la cuarentena termina en las próximas dos semanas, estamos siendo llamados a un cambio profundo de paradigma. ¿Cuál es entonces su próximo paso? Es común que la llamada al cambio genere temor, incluso para algunos surgen justificaciones de por qué no cambiar, como que ya se llevan muchos años haciendo los negocios de cierta manera, o que ya se tiene un nombre construido en algo específico, entre otros. Sin embargo, para muchas industrias buscar el sosiego en estos argumentos puede no ser la mejor solución para llegar a resultados concretos. Antes bien, dedíquese a analizar sus recursos: ¿usted qué activos tiene y para qué es bueno?  Y posteriormente busque nuevas formas de capitalizar bien sea a partir de sus tangibles o intangibles. No le dé miedo probar, experimentar e iterar rápidamente, pues la única forma de saber qué es lo que dará resultados es ensayando, aprendiendo y volviéndolo a intentar.

Recuerde que cuando esto termine nos veremos enfrentados a nuevas dinámicas, a una nueva forma de ver el mundo en donde las prioridades habrán cambiado y por tanto los comportamientos de consumo. Analice entonces qué es lo que necesitan hoy sus clientes y explore nuevos caminos para brindar soluciones, para facilitarles la vida, brindarles conexión, aprender o incluso reinventar su vida social. De usted depende volverse indispensable. Pero para lograrlo, se requiere empezar por romper las creencias falsas limitantes que tiene frente a su trabajo, los negocios y su capacidad de reinvención. Permítase ser un ejemplo de resiliencia y confíe en su capacidad para darle vuelta a su vida, su negocio y sus relaciones; no olvide que siempre se cree imposible, hasta que se logra.