GREGORIO GANDINI

El primer golpe del virus a la economía

Con la publicación del dato de desempleo para marzo y el crecimiento económico del primer trimestre de este año empezamos a ver las dimensiones económicas del impacto que el Coronavirus trae consigo, por eso esta semana le dedico la columna a revisarlos.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
20 de mayo de 2020

Tanto el empleo como el producto interno bruto son dos variables económicas que se interconectan y nos permiten ver el estado de nuestra economía, por eso ha habido gran expectativa con la publicación a corte de marzo de ambos para tratar de evaluar cómo las medidas de aislamiento del coronavirus han afectado a la economía. Teniendo en cuenta que el aislamiento empezó en Bogotá y algunas otras ciudades y departamentos desde el 21 de dicho mes, son una buena pista de qué pasará en el segundo trimestre cuando se hicieron mucho más estrictas y prolongadas dichas medidas.

Aumenta el desempleo

El primer dato que vale la pena revisar es el desempleo para marzo, que mostró un aumento con 12.6%, frente al mes anterior que registró 12.20%. Es más, si se ve el gráfico 1 que muestra cifras desempleo desde 2017 se puede ver el comportamiento estacional de este indicador con tasas bajas en diciembre, por ejemplo, por contrataciones temporales por navidad, y más altas en enero y febrero cuando se revierte esta tendencia, pero de nuevo disminuyendo en marzo. Otro hecho que se ve claramente en el gráfico es como desde 2019, si bien su tendencia mantiene ese comportamiento estacional sus niveles son más altos. Pero es hasta este año, donde parece ser que esa tendencia se rompe y el dato de marzo no muestra reducción sino aumento frente a febrero, lo cual en este momento es una señal preocupante de la fortaleza del mercado laboral.


Gráfico 1. Elaboración propia. Datos Dane

Por efecto de la estacionalidad, lo que tiene más sentido al analizar es comparar el comportamiento de todos los marzos ya que se ven afectados por las mismas fuerzas estructurales, por eso en el gráfico 1 se muestran las tasas de 9.7% para 2017, 9.4% en 2018, 10.8% en 2019 y 12.6% en 2020. Una hipótesis de este cambio de tendencia puede deberse al inicio de las medidas de aislamiento por el coronavirus, sin embargo, teniendo como punto de partida el 21 de marzo con el simulacro en Bogotá, al que se unieron otras ciudades y departamentos, me parece un cambio bastante brusco para tan poco tiempo, pero por supuesto es una fuerza que no puede ignorarse.

Por su parte para ese mes frente a febrero la tasa de ocupación pasó de 55.5% a 51.7% y la población económica activa se redujo en 1.5 millones de personas, lo cual continúa mostrando un deterioro del mercado laboral. Así mismo, si comparamos el trimestre móvil enero-marzo de 2020 contra octubre-diciembre 2019, en la población ocupada según posición ocupacional, se puede ver una reducción de 1.456 millones de empleos, de los cuales 758.000 equivalentes al 52.05% están catalogados como trabajador por cuenta propia y 399.000 (27.4%) como obrero, empleado particular por mencionar los dos grupos que más aportan. 

De todas formas, este comportamiento trimestral habla de un deterioro del mercado laboral desde antes de la implementación de medidas de aislamiento, por lo que el dato de abril nos puede mostrar más claramente su impacto en un escenario ya desfavorable en ese sentido. Adicionalmente no olviden que estas estadísticas nos refieren al empleo formal y el efecto sobre el informal es aún más difícil de medir en este contexto, pero como se puede ver en la parte derecha del gráfico 1, es sobre el ingreso y consecuente el consumo de los hogares donde el efecto en los ambos tipos de empleo, formal e informal se siente, por eso el siguiente punto trata sobre el crecimiento económico y que nos dice.

Y se reduce el crecimiento

El PIB o producto interno bruto se puede calcular de dos maneras vía oferta y vía gasto, mientras vía oferta nos permite ver cómo se han comportado los sectores productivos de la economía, vía gasto nos muestra, el consumo de los hogares, el gasto público, las inversiones y el comercio internacional. Como se puede ver en el flujo del gráfico 1, me parece que la conexión más lógica para explorar en estas el deterioro y conexión en estas medidas es el consumo de los hogares, por lo que voy a centrarme en el PIB vía gasto que mostró un crecimiento de 1.1% en tasa anual para el primer trimestre de 2020 en su serie original y de tan solo 0.4% en la serie corregida por efectos estacionales. Es claro que estos datos si bien son positivos muestran una reducción importante en la dinámica donde pasamos de 3.5% en la serie original del cuarto trimestre de 2019 a una reducción de 2.4% puntos porcentuales a cierre de marzo. 

Gráfico 2. Elaboración propia. Datos DANE

En el gráfico 2 se puede ver la estrecha relación, crecimiento y consumo, en la que el año anterior este último registró una tasa anual máxima de 5.0% para el tercer trimestre, empujando un crecimiento de 3.5% en el mismo periodo. Para este año, si bien el consumo redujo su dinámica lo cual ya afectaba al crecimiento, es en la formación bruta de capital fijo (inversión) donde la contracción se presenta con una reducción de -6.7%, especialmente en el componente de vivienda que cayó 16% en su tasa anual y ha mantenido tasas negativas desde el primer trimestre del año anterior en línea con la contracción que presentó el sector de la construcción.

Algo que estos datos muestran es que ya existían condiciones de deterioro que solo se verán aún más afectadas por el escenario extremo de aislamiento, si bien sabíamos que el golpe iba a ser fuerte, estas cifras solo son el preludio, ya que lo fuerte de la cuarentena se ha vivido en abril y mayo, por lo que los datos del segundo trimestre nos darán un contexto mucho más claro sobre el golpe del virus a la economía.