Opinión Online

El acertijo de los bonos del tesoro

Con el reciente repunte en las tasas de los bonos del tesoro americano de largo plazo, en el ambiente no parece estar muy claro qué es lo que sucede.

Invitado
20 de mayo de 2015

Incluso algunos inversionistas temen que se repita Mayo de 2013 cuando Ben Bernanke anunció el famoso “tapering” (retiro de las compras de bonos del tesoro). En la coyuntura, si el riesgo que explica el alza en las tasas de largo plazo fuera el inminente aumento en la tasa de interés de la Reserva Federal, las tasas de corto plazo de los tesoros deberían estar subiendo y el dólar debería estar fortaleciéndose, pero no es así. Desde finales de abril, los tesoros de 10 años han subido 50 pbs (de 1.75% a 2.25%), los de 2 años se mantienen alrededor de 0.50% y, simultáneamente, el dólar se ha depreciado 6.5% contra las principales divisas.

Entonces, una posible explicación, que evaluamos en Credicorp Capital, es que los tesoros americanos de largo plazo están respondiendo a la situación de los bonos soberanos alemanes del mismo plazo que hace unas semanas se encontraban muy cercanos a 0% y hoy están alrededor de 0,65%. La razón de este repunte son los primeros síntomas de recuperación en Europa, acompañados de revisiones al alza en las expectativas de inflación y crecimiento que están disipando el temor de una japonización (deflación y lento crecimiento) de la economía europea, al menos en el corto plazo.

La depreciación del Euro (20%) y la fuerte caída en el precio del petróleo (-50%), sumado al optimismo que genera la gigantesca inyección de liquidez por el “Quantitative Easing” implementado desde marzo, soportan el punto de inflexión en Europa, aunque todavía es temprano para asegurar que los riesgos desaparecieron.

Lo positivo para el mercado es que el renovado optimismo sobre Europa ha evitado, al menos en el corto plazo, la formación de una burbuja en los bonos soberanos de las economías desarrolladas. El reciente repunte en las tasas de los bonos de deuda pública de largo plazo en Europa y EE.UU. no cambia las expectativas de que las tasas de interés globales se mantendrán históricamente bajas durante algún tiempo considerable, pero si mitiga el riesgo de inflar burbujas por poner el financiamiento de largo plazo excesivamente barato. No obstante, esto solo se podrá juzgar así si la inflación realmente repunta.

Este escenario donde las noticias parecen ser mejores, mientras que el rebote en el precio del petróleo está impulsando las expectativas de inflación en el mundo desarrollado, la incertidumbre sobre la solidez de la recuperación en EE.UU. y la pérdida de brillo de grandes economías emergentes como China, Rusia o Brasil, podrían dar al traste con el alza reciente en las expectativas de inflación. En consecuencia, podría ocurrir un nuevo descenso en las tasas de interés de largo plazo en las economías desarrolladas y, en todo caso, evitar la consolidación de una tendencia alcista en dichas tasas de interés en los próximos meses.