FABIO FERNANDO ARROYAVE

De los bancos y las EPS

La crisis provocada por el coronavirus ha generado presión en bancos y EPS que parecen no responder adecuadamente a la situación. Un análisis de Fabio Fernando Arroyave*.

23 de abril de 2020

Como si fueran hermanos, estos dos sectores importantes del país son, como en los últimos años fuertemente cuestionados. Aunque, tenían la posibilidad de reivindicarse con la sociedad, se aprovecharon de la crisis y le dieron la espalda a los colombianos quienes han soportado y entregado todo lo que tienen.

Entre las decisiones importantes que tomó el Gobierno nacional para atender a la crisis originada por la covid-19 están involucrados, paradójicamente, los dos sectores más cuestionados en Colombia por su funcionamiento. Corresponde, por un lado, a quienes administran la salud y por el otro a quienes manejan la liquidez de las empresas: Empresas Prestadoras de Salud (EPS) y Bancos.

Para las administradoras de salud el Gobierno asignó, la envidiable suma de 7 billones de pesos con el fin de que se pongan al día con la red hospitalaria del país y poder atender efectivamente la crisis. Por el lado de los bancos inyectó 48 billones de pesos para garantizar créditos a empresarios, esto con el objetivo de evitar cierre de empresas y despidos masivos.

Lamentablemente y como era de esperarse, teniendo en cuenta el historial de ambos sectores, no es sorpresa que hoy las medidas que tomó el Gobierno no tengan los resultados o efectos esperados. Revisemos qué ha pasado desde el momento en que el presidente de la república las anunció.

Socializan pérdidas y privatizan ganancias

La primera medida fue a través del Ministerio de Hacienda, en la cual dijo que garantizaría el acceso al crédito de las Mipymes para el pago de sus nóminas y demás obligaciones pendientes. Para implementarlo, se capitalizó el Fondo Nacional de Garantías que, en principio se designó al apalancamiento financiero y que opera como un “fiador” del crédito en hasta un 50% de la deuda a cambio, el empresario, paga una “cuota” por esa garantía. Pero, dada la grave crisis que afronta la economía, el Gobierno inyectó 3.2 billones de pesos para ampliar el monto de las garantías y aumentar los créditos para entregar. En ese momento el capital que garantizaba los créditos alcanzaba la suma de 48 billones de pesos.

Los bancos vieron esto como un inconveniente y no creyeron que eran garantías suficientes, por eso se habla que el gobierno la amplió del 50% al 90% del crédito. Esto significa que si el empresario no puede pagar los bancos tendrán el respaldo de la deuda a través del Fondo Nacional de Garantías. Es decir, si esto sucede el banco solo perdería el 10% y lo más grave es que los intereses generados sí quedan en arcas del banco. Socializan pérdidas y privatizan ganancias.

Las cuentas que hizo el Gobierno nacional sería para entregar créditos de hasta por 70 billones a las empresas, pero cubriéndolos con garantías del 50%. Sin embargo, debieron reajustarlo al total de créditos que pueden soportar. Si estimamos que se da garantía del 85% esto apenas deja unos 56 billones de pesos para préstamos y reduce el acceso al crédito.

Aunque se les están brindado garantías, todos los días hay quejas que las entidades bancarias no están habilitando nuevos créditos a microempresarios, llevándolos a la quiebra y con ello a las familias que dependen de ese empleo.

Como si fueran hermanos

Respecto a las EPS, el Ministerio de Salud giró recursos importantes para que se pongan al día con la red hospitalaria pública y privada. Pero, como era de esperarse y conociendo su historia, los recursos girados nunca llegaron a los hospitales. Esto ha generado que el flujo de caja sea insuficiente para prepararse y atender a los contagiados por la covid-19. Por esta razón muchos trabajadores de la salud no tienen las herramientas suficientes para realizar efectivamente su labor, entre otras necesidades, que no pueden resolver.

Estos sectores importantes de nuestro país tenían la posibilidad de reivindicarse con los colombianos, pero lamentablemente la historia se repite y queda claro que no están a la altura de enfrentar esta crisis, que afecta a gran escala a las poblaciones más necesitadas del país. Los bancos y las EPS serán recordados como aquellos que, se aprovecharon de la crisis mundial y le dieron la espalda a un país que les ha soportado y les ha entregado todo lo que tienen.

*El autor es representante a la Cámara por el Valle del Cauca.