Una coalición y una propuesta económica fuerte se llevarán la presidencia

La corrupción y la segunda vuelta presidencial han sido los temas más cacareados en medios de comunicación y redes sociales durante esta precampaña. Sin embargo, poco se habla de las coaliciones y de la frustración económica que se siente en el país. Basta ver los preocupantes niveles de déficit fiscal y de cuenta corriente, la poca diversificación en las exportaciones y el pobre desarrollo tecnológico.

Por eso, considero que en 2018 la economía determinará cuáles y cuántas coaliciones podrán llegar a segunda vuelta y luego a la Casa de Nariño. Para entender mejor este escenario hay que preguntarse: ¿Cuál es el candidato más opcionado para conformar una coalición ganadora?

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A través de la aplicación de la teoría de valor de Shapley se puede medir la utilidad de un candidato para cualquier coalición. Esta metodología, que ya hemos usado en análisis pasados sobre el plebiscito por la paz, la elección de Donald Trump y la llegada al poder de Macron en Francia, demuestra que un aspirante muy popular no siempre podrá encabezar una coalición en torno a sus propuestas.

Un ejemplo es la candidatura de Gustavo Petro, quien en la encuesta de Invamer Gallup, publicada el pasado de 7 de diciembre, obtuvo 14% de favorabilidad. No obstante, no es un candidato que aglutine a otras fuerzas políticas porque mantiene una fuerte distancia con la mayoría de los partidos y fuerzas políticas del país. Este mapa de la distancia política entre los candidatos presidenciales actuales ilustra esta idea.

Fuente: Macrowise.

A través de este gráfico podemos ver que quienes se acercan más al centro son aquellos que cuentan con una mayor capacidad de encabezar una coalición, estos son Humberto De la Calle, Marta Lucía Ramírez y Sergio Fajardo. Mientras que los partidos más relevantes para estas alianzas La U y Cambio Radical.

En este sentido, también se muestra que Marta Lucía Ramírez, quien inscribió su candidatura en la Registraduría con más de 800.000 firmas, tiene más fuerza para liderar una coalición que Iván Duque, candidato por el Centro Democrático. Esta alianza contará con los apoyos del expresidente Andrés Pastrana, el Centro Democrático y los votantes de centro-derecha.

En el caso de la periferia se evidencia que hay líderes que ponen votos y son la clave para que una alianza sea fuerte. Tal es el caso de Álvaro Uribe Vélez y Germán Vargas Lleras, quienes pueden aportar una fuerza política muy importante a una coalición, pero no liderarla debido a que polarizan el voto.

Por otro lado, no hay que descartar las divisiones políticas que ha dejado el impopular gobierno de Juan Manuel Santos, cuyos exfuncionarios -Germán Vargas y Humberto De la Calle- compiten por no heredar su mala imagen. Otra división es la del voto de centro-izquierda, el cual tiene una fuerte competencia entre Sergio Fajardo y De la Calle.

Por ahora, los hechos y la teoría de valor de Shapley muestran que una coalición sin divisiones se llevaría la presidencia en 2018. La posible fórmula de centro-derecha, conformada por Marta Lucía Ramírez e Iván Duque, sería esa coalición ganadora.

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