VÍCTOR RIVERA
Carbón, de amenaza a oportunidad
"Por la relevancia que ha tomado el desarrollo de una economía más amigable con el medio ambiente y sostenible, existe el riesgo que Colombia, uno de los cinco mayores exportadores de carbón del mundo, enfrente una nueva amenaza a su economía".
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Con la reciente aceleración del plan para cerrar las plantas de generación eléctrica con carbón en Europa y la relevancia que ha tomado el desarrollo de una economía más amigable con el medio ambiente y sostenible, existe el riesgo que Colombia, uno de los cinco mayores exportadores de carbón del mundo, enfrente una nueva amenaza a su economía.
Austria cerró su ultima planta de generación a carbón en abril de 2020 y junto a él, siete países de la Unión Europea llegarán a este objetivo en los próximos cinco años, con Francia alcanzando este hito en 2022.
De igual forma, el Reino Unido este año alcanzó sus primeros dos meses sin generación de electricidad por medio de carbón, al usar fuentes renovables en su gran mayoría y en abril de 2020, cerró dos plantas que sumadas proveían electricidad a más de dos millones de personas, dejando únicamente cuatro plantas por cerrar en los próximos años.
El Reino Unido es uno de los principales casos de estudio que muestran el compromiso de múltiples administraciones alineadas en el desarrollo de una economía verde, dado que en 1970 únicamente generaba electricidad con carbón y consumía en ese entonces más de dos veces las toneladas de carbón exportadas por Colombia en 2019.
De igual manera China, uno de los países que en la actualidad consume mayor carbón para la generación de electricidad, continúa en la transformación de sus fuentes de generación eléctrica hacia una fuente más verde, alcanzando el 26,7% del total de la generación en 2018 proveniente de fuentes renovables. Adicionalmente, al contar con 6 de los 10 principales productores de paneles solares y 4 de los 10 principales productores de turbinas eólicas a nivel mundial, el gobierno continuará su enfoque en energías limpias, tal como quedo plasmado en el 14o. plan a 5 años (2021-2025).
Por último, Estados Unidos ha cerrado o transformado plantas de generación con capacidad instalada de 15 GW que utilizaban carbón para producir energía, casi el mismo objetivo alcanzado en la administración Obama, aún cuando el actual presidente no ha tenido un interés particular por fomentar la transición hacia la generación con fuentes renovables.
Todos los ejemplos anteriores y el actual cambio de conciencia en las personas que demandan una economía más verde, generan la expectativa de que se presente una disminución en la demanda de carbón más pronunciada a lo previsto por la UPME en sus proyecciones a 2050.
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De presentarse este evento, el Gobierno tendrá que enfrentar una disminución de empleos y de ingresos antes de lo esperado, impactando la sostenibilidad del déficit fiscal. Pero no hay que ver esto como un problema, hay que verlo como una oportunidad para implementar política pública a paso acelerado y desarrollar otros sectores que en un futuro puedan suplir el déficit fiscal y generar una sustitución de empleo en el país.
Aunque parezca imposible, un ejemplo que demuestra la posibilidad de lo anterior son las energías renovables. En 2023 la composición de las fuentes de generación eléctrica en Colombia cambiará significativamente, ya que con la entrada en operación de grandes plantas de generación eléctrica de fuentes renovables, el país será una de las naciones con menor uso de plantas térmicas en el mundo. El desarrollo de esta industria ha generado la creación de nuevos empleos, ha atraído inversión extranjera directa y en un futuro cercano, generará ingresos nuevos para la Nación.
Desafortunadamente, estamos llegando tarde en el desarrollo de las renovables. La expedición de leyes y decretos reglamentarios demoraron el desarrollo de esta industria cinco años y de no ser porque la saliente ministra de Minas y Energía toma la acertada decisión de lanzar la subasta con contratos a 15 años en 2019, el mercado energético colombiano no contaría hoy con un contrato marco de energía a 15 años, el cual es fundamental para financiar proyectos de este tipo.
Digo acertada, porque aunque muchos de los agentes del sector eléctrico colombiano enviaron cartas a la entonces ministra pidiendo que aplazara la subasta, el proceso siguió adelante y la subasta fue una realidad. No dudo de las razones técnicas que expresaban las entidades que enviaron dichas cartas, porque son entidades respetables y con equipos de trabajo de altas calidades profesionales, pero es verdad que para implementar política pública en pro del desarrollo de un país, muchas veces prevalece la agilidad de ejecución para establecer precedentes que efectivamente permitan a todos los agentes desarrollar proyectos.
El país tiene la oportunidad de tomar una amenaza como la desaceleración de la demanda internacional del carbón y convertirla en oportunidad para atraer inversión extranjera directa y crear empleos en industrias relacionadas con la sostenibilidad y la economía verde.
Para lo anterior, es fundamental acelerar el paso en la implementación de política pública, pues aún cuando Roma no fue construida en un día, China sí se ha convertido en una superpotencia en los últimos 50 años.
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