OPINIÓN ONLINE

Caos en la economía global

Todavía no salimos totalmente de la resaca de la crisis económica del 2008, por lo cual se requiere de un mayor monitoreo de la situación económica en nuestra región.

Raúl Serebrenik
5 de julio de 2016

A continuación cuatro situaciones que quiero exponerles para tener una mirada general de la situación económica global:

  1. La desaceleración en China viene afectando los precios de los commodities que a su vez afectan el ingreso de los países productores de materia primas (petróleo, carbón, cobre, oro, etc.), como es el caso de la gran mayoría de países de América Latina.
  2. El haber mantenido las tasa de interés bajas en USA incentivó el endeudamiento en dólares americanos y en euros en años pasados afectando hoy fuertemente a las compañías en países donde su moneda local se ha devaluado frente al dólar americano en estos últimos meses.
  3. Los gobiernos están haciendo recortes presupuestales ralentizando las economías locales en un entorno de contracción de la economía y afectando nuevas inversiones que deberían estar estimulando a los diferentes agentes económicos.
  4. La caída de la inversión extrajera en estos países además de afectar los escándalos de corrupción, como es el caso de Brasil, también perjudica la falta de seguridad y desconfianza política como son los casos de Venezuela y Ecuador, por mencionar algunos. 

¿Qué pasaría si la Reserva Federal (Fed) comenzara a subir las tasas de interés a un mayor ritmo?

Este escenario es algo preocupante puesto que posiblemente desencadenaría una situación de deflación en algunos países y  afectaría los márgenes de ganancias de las compañías ya endeudadas en una moneda que a la postre hoy les cuesta un 50% adicional y que el tamaño de su deuda también ha aumentado proporcionalmente.

Sin embargo, algunas cifras presentadas en los últimos días sobre el empleo tanto en Estados Unidos como en la zona euro generan algo de optimismo. Así como las cifras del incremento en el consumo interno en China, aunque no se sabe con certeza que tan creíbles sean.

Los bancos centrales locales podrían reaccionar subiendo la tasa de interés para defender sus monedas afectando a las empresas y a sus posibles nuevos proyectos de inversión; esa es precisamente una de las grandes disyuntivas que tienen las juntas directivas de los bancos centrales de la región en estos momentos.

Algunos países en Europa vienen recuperándose lentamente, como es el caso de España, pero todavía con economías muy débiles que deben consolidar la recuperación. Así mismo, otros se ven afectados por los diferentes eventos relacionados con el terrorismos como es el caso de Turquía que a pesar de no pertenecer a la zona euro no deja de ser un país muy allegado a Europa.

En los próximos días y meses se estarán dando evoluciones importantes que merecen ser monitoreadas como es el referéndum en Inglaterra para seguir o abandonar la Unión Europea. Esto posiblemente generará una mayor devaluación del euro frente al dólar americano. Todo lo anterior podría tener una gran afectación en nuestra región que más allá de monitorear no tiene capacidad alguna de reacción frente a los diferentes escenarios que puedan presentarse.

Si bien el panorama es algo distinto a aquellos momentos de incertidumbre vividos antes de la última crisis, encuentro que hay algunas dinámicas similares con lo que se genera una mayor preocupación sobre la situación económica que se presentará en los próximos meses.

Hay algunos sectores de la economía en nuestros países que teniendo un dólar más costoso (a pesar de lo ya descrito), los pone en una posición de mayor competitividad, en especial a aquellas compañías que han manejado su política de endeudamiento de manera acertada; sin embargo en algunos casos, los productos que se ofrecen para la venta tienen algún componente de origen importado y la devaluación afectaría la rentabilidad de la venta de dichos productos. Por otra parte, si la compañía tiene deuda en dólares se demorará lógicamente más en lograr esa mayor productividad como también el poder de prospectarse en otros mercados donde antes no se tenía mayor competitividad.