ÁNGEL PÉREZ

Candidatos a gobernaciones y alcaldías: el camino es la educación

En las actuales campañas electorales es relativamente fácil hacer propuestas generales para ampliar la cobertura o mejorar la educación de los colombianos.

Ángel Pérez, Ángel Pérez
12 de agosto de 2019

La mayoría de los candidatos que aspiran a dirigir alcaldías y gobernaciones utilizan lugares comunes para destacar la importancia de la educación en el desarrollo de las personas y de los territorios, con ello evaden compromisos puntuales con la educación de los niños y los adolescentes.

Los electores en las entidades territoriales cada cuatro años oyen o leen propuestas en educación de los candidatos como: “ampliar la cobertura”, “mejorar la calidad”, “lograr mejores maestros”, “construir nuevos colegios”, “colegios oficiales con educación bilingüe” y otros temas, con las cuales nadie pelea y todos estamos de acuerdo.

Sin embargo, muy pocos candidatos se comprometen con objetivos y metas que den respuesta a preguntas específicas como: ¿Cuáles son los problemas del servicio de educación en su territorio y con qué programas y estrategias piensa solucionarlos?; ¿cuántos recursos del presupuesto se utilizarán para educación en los cuatro años de gobierno?; ¿cuál es el incremento con respecto al periodo anterior?; ¿cómo se concretarán programas para la educación rural y para la población de niños o jóvenes con necesidades especiales?; ¿cuántos colegios se beneficiarán de los avances en infraestructura y dotaciones escolares? y ¿cuál será el número de estudiantes y maestros que accederán a proyectos de bienestar estudiantil o de formación especial?

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Además, para el 2020 en las entidades territoriales existirán retos en el sistema educativo inaplazables, menciono cuatro:

  1. Educación preescolar: inaudito que la cobertura en los grados de jardín sea del 20% y en prejardín del 13%, además, en el 2018 la participación de la matrícula oficial en los dos grados fue de 22% y del 9%, es decir los escasos niños que están matriculados en estos dos grados están en el sector privado. Señores candidatos propongan; la evidencia internacional señala que no existe mejor inversión que la realizada en educación inicial y que la calidad de la educación empieza por garantizar mínimo dos años de buen preescolar. Con seguridad los datos son más relevantes cuando se discriminan por municipio o departamento, porque Bogotá a nivel nacional participa con el 63% de la matrícula oficial en estos dos grados.
  2. Deserción y repitencia escolar. A nivel nacional y territorial este es un problema grave de la educación oficial; sobre su magnitud, en 2018, los datos del Dane muestran que se matricularon 695.936 estudiantes en primer grado y 385.170 en el grado once, si no hacemos nada en 11 años habremos perdido más de 300.000 estudiantes. Reconozco los esfuerzos del MEN y de algunas secretarías para disminuir la deserción escolar y la repitencia, pero este flagelo se concentra en las zonas rurales y en los barrios marginales de ciudades y de municipios medianos en población; destaco que quienes más lo sufren son los adolescentes que en su mayoría se retiran o repiten entre los grados sexto y noveno. Una acotación señores candidatos, garantizar continuidad en el proceso escolar y, por lo tanto, más oportunidades de educación, formación y trabajo para los jóvenes, es además una excelente estrategia complementaria para garantizar seguridad en las ciudades.  
  3. Acceso a la educación superior. Menos del 40% de los jóvenes bachilleres de los colegios oficiales ingresan al año siguiente a la educación superior, la mayoría de ellos en la medida que no obtienen resultados altos en las pruebas Saber 11 optan por el Sena o por programas no acreditados. No es justo con los muchachos más pobres que su única opción de formación en educación superior sea el Sena, entidad que acoge más del 70% de la matrícula en formación tecnológica en el país (la formación técnica es casi inexistente en Colombia) y que, en la mayoría de los casos, no es de buena calidad ni pertinente. Futuros alcaldes y gobernadores se requiere crear centros de formación técnica y tecnológica en educación superior u obligar al SENA a mejorar sus programas. A propósito, señores del MEN, ¿cuándo van a promover o por lo menos facilitar a las entidades territoriales la creación de centros tecnológicos? 
  4. Calidad de la educación básica y media: Es claro que no existe una receta única o una ruta expedita para alcanzar la calidad de la educación. En principio, los candidatos deben reconocer que se requiere una acción integral e interinstitucional de apoyo a los colegios y a los maestros para facilitar los procesos de aprendizaje de los estudiantes; también que los profesores, a través de su formación, compromiso y estímulo, son indispensables para avanzar en la calidad de la educación. Para subir el listón de la calidad en educación se requiere que los padres de familia asuman su responsabilidad y que los estudiantes tengan motivaciones claras para estudiar (acceso a la educación superior, empleo y mejor calidad de vida), así mismo se debe consolidar la formación ciudadana. Otro requisito para mejorar los resultados de la educación oficial en Colombia es contar con electores informados y que exijan compromisos concretos en educación a los futuros alcaldes y gobernadores. Los electores deben saber que en nuestro ordenamiento legal los niños tienen derechos preferentes y la educación es un derecho fundamental. 

Además, Colombia es signatario de diversos acuerdos internacionales, como por ejemplo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que obliga a los países a adoptar medidas de gobierno para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. Uno de los 17 Objetivos es lograr una educacióninclusiva y de calidad para todos, que busca asegurar que todas las niñas y niños completen su educación primaria y secundaria gratuita para 2030. También aspira a proporcionar acceso igualitario a formación técnica asequible y eliminar las disparidades de género e ingresos, además de lograr el acceso universal a educación superior de calidad”.

En el estado colombiano hay responsabilidades en materia educativa descentralizadas en municipios, distritos y departamentos, por ello en las elecciones de octubre los colombianos deberían evaluar cuáles candidatos se comprometen a apoyar y a mejorar, de manera concreta, en su periodo de gobierno los resultados de la educación pública, por ellos hay que votar. 

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