Opinión Online

Brasil y China: ¿el ciclón perfecto para Latinoamérica?

Brasil y China, en los dos extremos opuestos del mundo, se unieron en un ciclo para generar una tormenta perfecta.

Invitado
17 de agosto de 2015

Brasil como el gigante Latinoamericano y China como su contraparte Asiática, muestran problemas grandes en sus economías. Aunque las consecuencias inmediatas de los hechos recientes no estén claras todavía, los factores muestran perspectivas de impacto negativo para Latinoamérica.
 
Brasil: Downgrade en 2016

Comencemos por Brasil. Consideramos que el downgrade del que se viene discutiendo va a suceder finalmente en 2016.  Si Dilma Rousseff sigue en el poder y el juicio político que está buscando su oposición con acusaciones de corrupción no sigue su proceso, el país perderá su calificación crediticia el año entrante. Incluso es probable que más de una de las agencias de calificación decida que el país ya no pertenece a la elite de naciones con grado de inversión.

El impacto económico de la incertidumbre política y de los precios de los commodities están haciendo que la situación macroeconómica de Brasil siga incluso empeorando. A pesar de los esfuerzos del gobierno por mejorar la administración presupuestaria, no han logrado colocar el balance primario en buen camino para una estabilización de deuda pública.

Economistas estiman que un downgrade empujaría la venta “forzosa” de unos US$6.200 millones de deuda soberana. También resultaría en downgrades en el mundo corporativo, que generaría una venta de US$1.500 millones de acciones de inversionistas pasivos y hasta US$12,5 billones de dólares de portafolios activos, lo que impulsaría el mercado bajista aún más.

En cuanto a la moneda, el Real se encuentra básicamente a medio camino en su depreciación. Cuando pase la prueba del downgrade, se estima que llegará a 4 en relación al dólar.

Incluso las perspectivas de relación entre riesgo y retorno para las acciones brasileñas ha empeorado. El Bovespa ha caído un 18% desde mayo y puede caer un 12% adicional desde los niveles actuales una vez que el downgrade se haga realidad.
 
El factor chino

Mientras Brasil puede tener un impacto negativo en la región por el sólo hecho de ser su principal economía, la desaceleración China va a seguir impactando a los países en su venta de commodities.  

Aún cuando China quiera incentivar exportaciones devaluando su moneda, lo que necesita Latinoamérica son importaciones del gigante asiático para impulsar sus economías. Este factor, sumado a que no vemos perspectivas de recuperación en los precios de los commodities, contribuyen a la tormenta perfecta entre los dos continentes.  

¿Hay algún factor que pueda por lo menos hacer que la tormenta no sea tan fuerte?


Si la Reserva Federal decide no subir las tasas de interés en septiembre podríamos ver menores presiones alcistas sobre el dólar, lo que crearía una recuperación de los precios de los commodities. Pero lamentablemente, sería solamente una tormenta más suave.