OPINIÓN ONLINE

Bancos centrales: los dioses de la confianza

¿Se han vuelto locos los bancos centrales con la idea de resolver un problema de deuda con más deuda?, o por el contrario, ¿están comprando tiempo para la aparición de una nueva revolución tecnológica que garantice el liderazgo de sus economías?

Gustavo Valencia Patiño
20 de junio de 2016

“No hay otra agencia en el mundo que esté por encima de las acciones  que tomemos en la Reserva Federal.” - Alan Greenspan.

“Dentro de nuestro mandato, el ECB está listo para hacer lo que sea para preservar el Euro. Y créame, va a ser suficiente.” - Mario Draghi.

“Nosotros tomaremos los pasos apropiados en contra de una excesiva fortaleza del Yen.” - Hauriko Kuroda.

¿Cuál es el juego de los bancos centrales de los países desarrollados?

El máximo objetivo de los bancos centrales es generar confianza y estabilidad en los mercados.  Desde el 2008, los bancos centrales han declarado la guerra contra la deflación (caída sistemática en los precios) a toda costa, creando señales que generen confianza e inversión en el mercado accionario como lo muestra la gráfica:

La expansión de la base monetaria de la Reserva Federal en verde y los precios del índice de acciones S&P 500 en naranja

Fuente: St Louis Federal Reserve. Análisis: Macrowise.

Sin embargo, las fuerzas deflacionarias  van más allá del control de la política monetaria. La baja productividad mundial, la decreciente demografía en los países desarrollados, la crisis de deuda china o la caída del comercio internacional son fuerzas que indican claramente que la arquitectura de la economía mundial no es capaz de crear valor.

Cuando la economía no es capaz de crear valor en el presente, solo queda un camino y este es crear deuda basada en la promesa de valor en el futuro. 

Los bancos centrales están usando la opción “esperar y ver”, comprando tiempo para la aparición de una revolución tecnológica que aumente la productividad mundial. Los robots, internet de las cosas, la biotecnología, blockchain tienen el potencial para crear una nueva economía más allá de los estados y los mercados.

“Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar tener resultados diferentes.” - Albert Einstein.

Bajar las tasas de interés e incrementar el endeudamiento ha sido la fórmula de los bancos centrales  para “resolver” las crisis una y otra vez. No es de sorprender que el resultado haya sido el mismo: una burbuja financiera seguida de una crisis económica.

Tabla de burbujas financieras y crisis creadas por los bancos centrales después del 2000

Crisis

Banquero central y política

Resultado

Punto Com  (2001)

Greenspan tasas de interes 1%

Burbuja inmobiliaria, burbuja mercados emergentes y materias primas.

Crisis 2008

Bernanke  tasas de interés 0%  y expansión cuantitativa

Burbuja S&P & Nasdaq.

Crisis Europea 2011

Draghi QE infinito

Burbuja en bonos corporativos y deuda mercados emergentes.

Fukushima y crisis de comercio Japón 2012

Kuroda QE sin limites

USD/YEN y Nikkei

Crash petróleo 2014

Draghi, Kuroda  tasas de interés negativas

Burbuja Tesoros EEUU y USD dólar, Sillicon Valley.

Crisis 2016 -17???

 

 

Análisis: Macrowise.

Si bien las burbujas son una asignación perversa de capital, no todas las burbujas son malas. Por ejemplo las burbujas en los precios de las materias primas o en el precio de la finca raíz tienen un efecto nefasto para la sociedad. Por el contrario, las burbujas en tecnología han tenido efectos muy positivos en la sociedad en el mediano y largo plazo.

Sin ir tan atrás en la historia, gracias a la burbuja “punto com” en el 2000, hoy por hoy,  el mundo se conecta a través de internet, la telefonía móvil llegó a sitios remotos en África y una  persona puede crear una empresa en Colombia  atendiendo clientes vía Google hangout en Estados Unidos, Hong Kong o Sudáfrica.

En conclusión, una revolución tecnológica que aumenta la productividad y cree nuevos modelos de negocios que permitan la generación de nuevos empleos, es la única solución pacífica a una crisis deflacionaria global.

Recordemos que las guerras mundiales y las revoluciones en países autocráticos, fue la manera como el mundo salió de la crisis deflacionaria a principios del siglo XX.

El gran riesgo está en que las tasas de interés negativas en Europa y Japón están creando incentivos para la asignación de recursos en activos que no aumentan la productividad mundial. Este es el caso de los bonos del tesoro americano con maduraciones superiores a los 10 años. En nuestra próxima columna, lunes 27 de junio, explicaremos este fenómeno en más detalle.