CLAUDIA VARELA

Asume la responsabilidad de tus acciones

Asume la responsabilidad por tus acciones, nadie más que tú, tiene control sobre las consecuencias. Permite que los demás decidan y asuman también.

Claudia Varela, Claudia Varela
7 de octubre de 2018

Las organizaciones requieren atención desde lo más profundo de la estructura y los procedimeintos. No importa el tamaño de la empresa, es vital tener claro que haya una alineación entre los sistemas, procesos y variables externas e internas que permitan tener al final un cumplimiento de los objetivos de la empresa.

Es increíble cómo las zonas grises pueden golpear el gobierno corporativo, la credibilidad y el alcance de los líderes. Algunas empresas no entienden el daño que hacen cuando la comunicación de la alta gerencia no está alineada.

Hoy en día las organizaciones son más matriciales. Antes era fácil funcionar con un solo jefe, hoy no es solo el jefe sino la cantidad de personas que funcionan alrededor de un mismo resultado. La influencia de cada uno es relevante y quien quiera poner el palo en la rueda puede hacerlo.

Uno de los temas fundamentales dentro del funcionamiento estratégico de una organización es la claridad en funciones, roles y responsables. La falta de compromiso de los empleados usualmente ocurre por la falta de consistencia entre lo que se dice y lo que se hace.

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Es evidente que si los líderes no inspiran a sus equipos y no son modelos para ellos es mucho más difícil funcionar en términos de resultados.

Pero en la mayoría de los casos estamos encontrando que los líderes hacen las cosas de manera intuitiva y de acuerdo con su estilo personal, las empresas no siempre dan las herramientas necesarias para adaptar el estilo y encontrar modelos exitosos de comprometer y cumplir objetivos.

Cuando vemos el sistema como un todo, una de las grandes amenazas es el miedo al conflicto y a la confrontación, cuando esto dentro de un ambiente de respeto es muy valioso para la innovación.

Si realmente quieren empoderar, las organizaciones deben ser cuidadosas de que su cultura pueda ser exigente y tendiente a encontrar niveles óptimos en sus empleados. Conozco organizaciones que tiene gente mala y regular por miedo a confrontar los resultados, temiendo demandas, quejas en compliance y otras variables que vayan en contra de la reputación propia.

En últimas, pareciera que la mediocridad se promociona ya que no se puede exigir a un empleado que llegue a su nivel óptimo por que puede terminar siendo maltrato. Nos vamos a los extremos en este caso y se sigue premiando el mal desempeño, pero con un seguimiento ciego y convencido del proceso correcto.

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Los líderes deben dejar de ser “papistas” entender cada caso con la observación suficiente para definir que cada situación puede ser relativa y que nada termina siendo tan absoluto. Nunca puede olvidarse que las empresas están conformadas por grupos humanos y por tantos existen creencias, comportamientos y prejuicios inconscientes.

Una empresa es una sub-cultura un micro mundo que tiene propios códigos, reglas y discursos explícitos e implícitos. Para tener una verdadera cultura de resultados y alto desempeño hay que responsabilizar, dar roles, delegar y empoderar. Que todos entiendan que un sistema se trata de un trabajo entrelazado y de mucha comunicación, no el trabajo en silos ni una lucha de egos.

El verdadero equipo de alto desempeño trabaja por celebrar goles en conjunto, no por meter goles individuales. Un punto de encuentro de todas las generaciones es el logro y el trabajo colectivo, responsabilízate y responsabiliza a tu gente. Es la mejor forma de que una decisión, un logro o un cambio tenga la firma del equipo completo y no de un área.

Asume la responsabilidad por tus acciones, nadie más que tú, tiene control sobre las consecuencias. Permite que los demás decidan y asuman también.

¿Liderazgo sin empoderar? Eso es un modelo pasado de moda. Hay que propender por generar un gobierno corporativo sano y transparente solo así se logra un verdadero liderazgo que inspire.