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Ascolfa plataforma privilegiada para el díalogo Universidad - Empresa

Entre finales de la década de los 70 e inicios de los 80 del siglo pasado, se desarrollaron unos importantes espacios de diálogo y discusión con la misma preocupación que hoy tenemos quienes nos obsesiona el dialogo entre academia y realidad.

Víctor Hugo Malagón Basto
17 de noviembre de 2016

En esta querida Colombia que anhela la Paz y la tranquilidad, sigo insistiendo en que debemos visibilizar con mayor decisión aquellos escenarios que definitivamente han sido constructores de Paz y de capital social. En esta ocasión me quiero referir al trabajo asociativo que viene desarrollando la asociación colombiana de facultades de administración ASCOLFA, que este año cumple 30 años al servicio de la academia y del país en alianza con importantes socios entre los que se destaca el consejo profesional para la administración de empresas – CPAE, máximo órgano que regula el ejercicio de la profesión en Colombia.

ASCOLFA es un ejemplo de pertinencia, eficacia, apertura y flexibilidad, en un medio como el académico que a pesar de sus enormes virtudes, ha demostrado ser, en algunas ocasiones inflexible y cerrado.

Entre finales de la década de los 70 e inicios de los 80 del siglo pasado, se desarrollaron unos importantes espacios de diálogo y discusión con la misma preocupación que hoy tenemos quienes nos obsesiona el dialogo entre academia y realidad: la preocupación por el rol de la academia colombiana y en particular por el quehacer de la administración.

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Estos escenarios tuvieron una notable participación de docentes y directivos de los programas de administración que existían para la época con el liderazgo de la Universidad del Valle. Fue allí en donde el espíritu asociacionista – clave para la consolidación del capital social – configuró la idea de crear un órgano asociativo para identificar políticas, compartir mejore prácticas y fortalecer el desarrollo de los programas y de la profesión en Colombia.

La Asociación Colombiana de Facultades de Administración (ASCOLFA), se creó en Bogotá el 17 de septiembre de 1982 con la participación de 23 universidades, diez (10) de Bogotá y trece (13) de otras regiones del país, 30 años después cuenta con la membresía activa de 143 universidades, con facultades, escuelas y programas de administración en todo el país, agrupadas en seis (6) Capítulos Regionales, habiendo influido de forma determinante en el rumbo, la pertinencia, la colaboración de las facultades de administración y favoreciendo el camino al, aún tan necesario y lejano diálogo entre la academia y el sector productivo.

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En este orden de ideas quiero resaltar dos características fundamentales del trabajo de ASCOLFA en estos años y que significan para mí, dos pilares de legitimidad y continuidad:

1. Sus promotores y fundadores han sido nuestros maestros, entre ellos Iván Anzola, Rubén Darío Echeverri, Jaime Galarza, Manuel Rodríguez, Raúl Scarpetta, Augusto Álvarez, Alonso Villa, Álvaro Rubio, Carlos Dávila, Armando Gutiérrez, Francisco García, Jaime Montoya Ferrer, Antonio Bittar Yances, Miguel Pacheco. Cuando digo que han sido nuestros maestros me refiero no solamente a que fueron y son eminentes profesores de nuestras facultades, no; me refiero a que estos maestros encarnan la idea que tenía Don Agustín Nieto Caballero: “… eres maestro si tu vida es lección”. En un mundo académico en donde la soberbia intelectual pulula por todas partes, en donde se descalifica al colega con categorías artificiales a propósito de la “producción” científica, en donde la educación superior, la ciencia y la tecnología no son canales para la equidad sino lo contrario y hay quienes se lucran de esa inequidad, en donde al mejor estilo del oscurantismo parece haber consejos de “sabios” con el poder de descalificar cualquier intento por construir desarrollo y prosperidad prefiriendo quedar en el “anonimato”, ante esa realidad, se destaca la calidad humana, la sencillez, el espíritu de servicio, el vivo anhelo de construir el bien y la equidad en aquellos maestros fundadores de ASCOLFA a quienes desde aquí rindo un homenaje. Ellos sí son ejemplo de académicos reconocidos que no deben esconderse en el anonimato para opinar o para debatir.

2. Vengo insistiendo con mucha convicción en la necesidad de fortalecer y crear escenarios pertinentes para propiciar un verdadero diálogo entre academia y sector productivo, entre universidad y empresa. Más allá de una bonita intención retórica ese diálogo pasa por la consolidación de lenguajes comunes en los que unos y otros nos reconozcamos no sólo como pares, sino como fuerzas complementarias con capacidad para crear conocimiento, innovación y en definitiva: valor. ASCOLFA ha sido y debe seguir siendo una plataforma privilegiada para fomentar con mayor innovación y mayor celeridad el necesario diálogo entre la academia, la ciencia, la tecnología y el sector productivo.

Felicito a ASCOLFA por sus 30 años de labores y la invito públicamente a acompañar el propósito de muchos de lograr una Colombia en la que Universidad y Empresa sean fuente conjunta y armónica de conocimiento, ciencia, tecnología y desarrollo.

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