África el que más crece. Pero, ¿es sostenible?

África es un continente en donde prevalece la diversidad en todo sentido. En esta región se ubican 6 de los 10 países con más rápido crecimiento económico del mundo. Sin embargo, existen 27 países en estado de subdesarrollo económico, y en general esta afectado por entornos climáticos desfavorables y un pasado reciente de corrupción y autocracias que no evolucionará precipitadamente.

En octubre del 2012, el Fondo Monetario Internacional publicó el estado económico de África Sub-Sahariana, en este se resalta como África, pese a las crisis internacionales a tenido un crecimiento que supera el 5% anual, y un aumento en la demanda doméstica. El Banco Mundial recientemente, reportó que en África Sub-Saharianas se encuentran 17 de las 50 economías con mejorías mas significativas en términos de regulación para empresas domésticas, y facilitando las posibilidades de hacer negocios en esos países. Y en este continente, están Egipto y Sudáfrica, considerados como países de prosperas economías emergentes.

África, ha logrado en los últimos años incrementos anuales de productividad de 3% (en comparación de 2,3% en los Estados Unidos). Sudáfrica es el mayor inversionista en el resto del África, y reporta el Standard Bank que 60 millones de africanos, tienen ingresos anuales superiores a US$3.000 (cifra que según la misma institución aumentará a 100 millones en el año 2015).

Este crecimiento aunque esta en gran proporción asociado a las regalías provenientes de la explotación de recursos naturales, y al constante crecimiento demográfico (que aumenta el mercado doméstico), ha habido un fortalecimiento de los sectores manufacturas y de servicios (en parte explicado por los avances en infraestructura que ha traído la inversión extranjera China en el continente). Sumado a estas razones, ha habido un aumento en la actividad comercial internacional la cual había sido reprimida por razones políticas y de violencia, el levantamiento de barreras al comercio, las políticas para mejorar el ambiente de negocios y de inversión; y la disminución de aranceles propician la integración económica de África intrarregional y con el resto del mundo.

Sin embargo, según el informe sobre desarrollo mundial del Banco Mundial, en África Sub-Sahariana entran al mercado laboral anualmente cerca de 8 millones de personas. Tanto en el Norte de África como en los países del Medio Oriente, el Estado es el mayor empleador. Esto se adjudica a la alta dependencia económica de las regalías derivadas del petróleo, y las políticas económicas heredadas de los períodos post-independencia.

El Banco Mundial en el año 2012, reporta que menos del 25% de la población trabajadora africana cuenta con seguridad social, 80% del empleo de las mujeres en esta región es sin remuneración, el desempleo juvenil (entre 15 y 24 años) sobrepasa el 40%; y las posiciones de alto nivel de calificación (ciencia, tecnología, academia, y medicina) son ocupadas en un alto porcentaje por extranjeros.

Considera la Unctad, que uno de los retos que a nivel internacional se considera mas desafiante, es el generar y mantener crecimiento económico y desarrollo en la mayoría de los 44 países que hacen parte de África Sub-Sahariana, lo cual supone el diseño e implementación de estrategias de desarrollo conducentes a una “transformación estructural sostenible”; ya que pese a las tasas de crecimiento en este continente, la mayoría de sus países no alcanzaran las metas del milenio para el año 2015.

* (PhD). Directora del Grupo de Investigación en Estudios Internacionales. Universidad Eafit.