CAMILO DÍAZ

2018 por fin on track

Ya definida la carrera por la Presidencia, el país económico se pondrá en marcha impulsando el crecimiento del segundo semestre.

Camilo Díaz, Camilo Díaz
23 de junio de 2018

El primer semestre del año en materia económica se fue a la espera de los resultados por la carrera presidencial, ciertamente el primer trimestre reflejó un tímido despegue de la economía local de tan solo el 2,2% por debajo de las estimaciones del gobierno y varios analistas que esperaban una expansión de al menos el 2,5%. El menor dinamismo de la economía es el resultado de la incertidumbre normal que genera un cambio de gobierno, esta vez incrementada por la polarización política y por el planteamiento de dos modelos económicos opuestos, que obviamente generaron mayor cautela en los empresarios para tomar decisiones de inversión, y que en algunos hogares postergaron la toma de decisiones relacionadas con la adquisición de vivienda. Ambos factores afectan la demanda agregada y por ende la expansión de la economía.

En otro frente, el gasto del Estado estuvo menos dinámico puesto que la ley de garantías, que operó desde el 11 de noviembre del año pasado hasta la segunda ronda electoral del pasado 17 de junio, demoró la contratación estatal y en muchos casos la aplazó hasta que se terminara el periodo electoral. Entonces lo que vimos hasta esta parte del año es cautela por parte de los empresarios para ejecutar inversiones, poco gasto de los hogares en bienes durables y vivienda, así como un freno de mano en la contratación y el gasto estatal. 

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La buena noticia es que para este segundo semestre seguramente veremos la ejecución de las inversiones pospuestas por los empresarios, entre otras, porque los empresarios tienen mayor afinidad con el modelo económico del Presidente electo Iván Duque que con su contrincante Gustavo Petro. También porque inicia la temporada de trabajo a plena carga de los sectores de confecciones, cuero y calzado, que empiezan a fabricar los pedidos para la temporada de compras de navidad. Así mismo el Estado, especialmente las alcaldías y gobernaciones, tendrán mayor ejecución presupuestal, tanto en obras como en servicios contratados, ambos factores van a contribuir a que el tercer y cuarto semestre presenten mayor dinamismo que lo que se ha visto hasta esta parte del año.

Por el lado del consumo, el viento también sopla a favor, la confianza del consumidor volvió a niveles positivos, después de haber estado en terreno negativo casi tres años, por efecto del incremento del IVA al 19% en 2016. Sin embargo, todavía es frágil y puede malograrse si el nuevo Gobierno decide estrenarse con una nueva reforma tributaria que golpee el bolsillo de los hogares. En eso hay que ser francos: los hogares son muy sensibles a todo lo que afecte su ingreso disponible, ya sea cambios en el salario o mayores impuestos, porque compran o invierten con base en sus expectativas de ingresos disponible, entonces cuando los ven afectados lo único que les queda es no gastar y postergar la compra de vivienda y bienes durables, como ya lo hemos visto. Además, porque están bastante apalancados y destinan el 40% de su ingreso al pago de deudas, con poco espacio para el gasto o la inversión.

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El dinamismo del sector petrolero probablemente se va a mantener porque la Opep en su reunión de ayer decidió hacer un incremento de 1 mbpd una cifra inferior a lo esperado por el mercado para que los precios del crudo cedieran, y que en la práctica es mucho menos, pues se espera que de ese incremento solo llegarán al mercado cerca de 600 mil bpd, puesto que el incremento de la producción, como lo habíamos expresado en esta columna, fue repartido a prorrata y los únicos que tienen capacidad excedentaria son Arabia Saudita y Rusia, mientras que los demás socios del acuerdo de recorte, pueden aumentar su producción pero no poseen capacidad para hacerlo. Por tal motivo los precios del Brent seguirán arriba de US$75 y pueden volver a nuevos máximos en la medida que el crecimiento mundial acelere la demanda.

Queda todavía pendiente la labor que todo Gobierno debe hacer por la industria. Poner en marcha el Conpes de Política de Desarrollo Productivo es algo necesario para reactivar la industria y sus efectos positivos en la generación de empleo formal. No se debe pasar por alto que en el primer trimestre la industria se contrajo 1,2% mucho menos que la construcción que cayó 8,2% a pesar de haber recibido bastantes estímulos, una señal para redirigir las apuestas.