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Forzar a Uber a salir de Colombia es un error gigante

El dia de ayer, viernes 10 de enero, Uber anunció que dejará de operar en Colombia a partir del primero de febrero. Dado que mi compañía trabaja con empresas de ‘ride-sharing’ en todo Latinoamérica, me han preguntado varias veces por mi opinión. Un análisis de Daniel Bilbao, CEO de Truora.

11 de enero de 2020

La decisión de obligar a Uber a irse del país es un error gigante por donde se le mire. Le hace daño a los usuarios, a la movilidad del país, y lo más triste, a los conductores y sus familias. Un daño colateral grave es que desincentiva la inversión extranjera en el ecosistema de emprendimiento que tanto nos ha costado desarrollar. Fortalece el clientelismo y le cuesta a la nación 20 millones de dólares en impuestos no recolectados al año. 

Adicionalmente, le hace daño a nuestra mentalidad. Como colombianos hemos visto en los últimos meses  la desazón de nuestra gente. Esta molestia del pueblo tiene muchas razones, y ahora tenemos una más para estar tristes y nos llena de ese pesimismo y mentalidad derrotista que tanto daño nos hace. 

Uber es obligado a irse. ¿Y con qué fin? ¿Qué ganamos? ¿Cómo nos ayuda como país esta decisión? 

Si se tiene información privilegiada y se habla con todos los involucrados del tema, si se usa un poquito de razonamiento crítico sabemos quién está detrás de esto. El ‘gremio de los taxis’. En su opinión, Uber jamás debió haber estado en operación y finalmente el gobierno ha hecho su deber. 

Antes de pasar a leer mi perspectiva por favor tengan en cuenta que, por lo menos en el corto plazo, yo me beneficio de la decisión respecto a Uber, y bastante. Mi compañía, Truora, trabaja con todos y cada uno de sus competidores, y en los próximos meses ganarán mucho mercado.   

El único argumento fuerte que puede hacerse en contra de Uber es el de legalidad, que no juega con las mismas reglas,  que no juega limpio. 

Si es hacer lobby agresivamente, amenazando con paros, haciendo propaganda incendiaria al punto que dejan al gobierno tan maniatado que no se atreve a regular es jugar limpio, entonces el gremio se gana el FIFA fair-play. 

Pero exploremos el argumento de legalidad más a fondo. Yo tengo un problema fuerte con este argumento porque, desconoce la realidad colombiana antes de Uber, como vivíamos: 

  • Montarse en un carro con taxímetro alterado era pan de cada dia
  • Si se reclamaba había un riesgo real de salir herido
  • Cuando llovía o se esperaba el taxi por horas, o se aceptaba que estaba atrapado

Lo más importante, uno tenía un miedo constante del infame paseo millonario. Todos conocemos personas que fueron víctimas, y no hay mamá que no le dijera a uno “no coja un taxi en la calle, que alguien la lleve mijita”. 

Yo conozco a Uber desde 2014, cuando apenas comenzaba operaciones en Colombia tuve una entrevista con Michael Shoemaker. Uber estaba creciendo muchísimo en USA y estaban preguntando por los prospectos que le veía en Colombia. Recuerdo haberle dicho “ Uber en Latinoamérica va a ser GIGANTE. Es inevitable. Imaginate todos los beneficios de conveniencia que tienen los gringos, aquí eso ayuda, pero si yo me puedo montar en un taxi, y no tengo miedo de mi seguridad ¿Qué más puede pedir uno?” 

Volviendo al argumento legal, la ley estipula que Uber es ilegal y la ley debe ser obedecida. Claro, pero entonces explíqueme esto: ¿Cuál es el propósito del Gobierno? Asegurar el bienestar de su pueblo. La ley es el mecanismo para lograrlo.

2 millones de pasajeros y casi 90 mil conductores de Uber en Colombia son prueba irrefutable que ride-sharing es un beneficio neto para el país. Más aún, ride-sharing ha estado en Latinoamérica por más de seis años. Todo lo que funciona, así como lo que no funciona de este modelo ya no es una incógnita, está detalladamente documentado.

Si “obedecer la ley” fuera un buen argumento por sí solo, entonces ¿Qué habría sido del derecho de las mujeres a votar en 1920? ¿Es absurdo comparar el derecho al voto  de las mujeres con la regulación de ride-sharing? Por supuesto. Mi punto es que es absurdo pensar en legalidad en un vacío y sin contexto, no es un argumento válido.

Lo que no es absurdo, es que después de seis años, 2 millones de usuarios, 88 mil conductores  y un zillon carreras, no haya ningún tipo de regulación. Cada día que pasa, la decisión de no regular a Uber es más difícil de defender.

Como usuarios, no necesitamos la regulación en este momento. Deberíamos estar avergonzados y molestos porque a estas alturas no se haya solucionado.

Nota aparte: La mayor razón por la que no acepté un trabajo en Uber en  2014 es porque mi querida mamá, Alba Lucía - A quien, solo he visto llorar cuando alguien muere - me llamó desconsolada cuando le conté que estaba considerando la oferta y me prohibió llorando que tomara un trabajo en el que me convertiría en una imagen pública para una empresa que se enfrenta al gremio taxista. Ella estaba segura de que iba a terminar apuñalado o peor. 

Puede que estuviera, exagerando, o puede que no. Pero así de peligroso se siente ir en contra de ese grupo de interés. Por eso es difícil molestarse, o no entender la falta de acción del gobierno, hay más que un costo político, esa pelea da miedo. Yo personalmente tengo miedo escribiendo esto. Pensándolo bien, si lo publico, ni le voy a contar a mi mama antes de mandarlo porque seguro me regaña - y con razón.  Pero las cosas malas pasan cuando la gente buena no actúa. 

Uber, y varias otras compañías de ride-sharing han prosperado en Latinoamérica porque se las necesitaba desesperadamente.

Lo lograron en un entorno de persecución, intimidación y miedo promovido por grupos con intereses especiales. Prosperaron porque los usuarios y conductores prefirieron ir en contra de la “ley” y usar un servicio mejor que les ayuda financieramente y les da más seguridad. Los argumentos de derechos al empleo, seguros y contribuciones a la red de seguridad nacional tienen que solucionarse y se están debatiendo en este momento en todo el mundo.

Lo que no es debatible, es la seguridad. Ojalá pudiera compartir más información públicamente, pero puedo compartir al menos este dato: siendo extremadamente conservador, puedo afirmar con certeza que en colombia es treinta veces más probable sufrir un enfrentamiento/robo o atraco en un taxi que en un a aplicación de Ride-sharing. 

Mi equipo, la razón de ser de mi compañía es literalmente llevar el número de incidentes en ride-sharing a cero. Alguna vez han conocido un equipo antifraude de una empresa de taxis? Yo tampoco - no existe. 

Conclusión:

Uber ha estado en colombia por seis años. Han trabajado incansablemente, nos han dado grandes beneficios y ahora los están haciendo salir del país por la fuerza. Ahora necesitan tu ayuda. La única manera en la que esto se soluciona es ejerciendo presión para que se redacte un marco regulatorio sólido.

Así que, por favor, actúa. Llama a tu representante, llama a todos los que conozcas en el gobierno, cuéntales tus historias. Asegurémonos de que el gobierno realmente represente nuestros intereses, los intereses de dos millones de pasajeros en contraste con los intereses de un pequeño grupo que intenta impedir el progreso a toda costa.

#UnaSolucionParaUberYa

Por: Daniel Bilbao, CEO Truora

Twitter: @ddbilbao

LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/danielbilbao/

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