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Lo que depara el futuro para la ciencia de los materiales

La conexión entre los mundos digital y físico cada vez es mayor. Muestra de ello es que tenemos refrigeradores, aspiradoras, luces, asistentes de voz e incluso autos inteligentes que se manejan solos y que poco a poco cobran relevancia en nuestra vida diaria.

Marco Ribas, Marco Ribas, Daniela Morales Soler
16 de enero de 2020

Los avances van a un ritmo acelerado y un buen ejemplo es el de la compañía holandesa PAL-V que presentó el primer auto volador del mundo, oficialmente a la venta desde el mes pasado. De repente, la serie de dibujos animados Los Supersónicos (Jetsons), que se estrenó en 1962, parece estar volviéndose realidad.

Gracias a los rápidos avances de la ciencia de los materiales, esperamos que, en el futuro, además de los sistemas informáticos y los dispositivos digitales, todo pueda ser inteligente. En un tiempo no muy lejano, los entornos en los que vivimos se adaptarán mejor a nuestras necesidades, se volverán más seguros, eficientes, tal vez más hermosos, y aliviarán parte del estrés en nuestra vida diaria. El análisis, el diseño y la ingeniería en el campo de los átomos y las moléculas nos permitirá desarrollar materiales que perciban el mundo que los rodea y que cambien sus propiedades en respuesta a los estímulos externos.

Por ejemplo, la ropa inteligente sabrá cuándo debe lavarse y hará un seguimiento de su rango de movimiento, ajustando su rigidez o transpirabilidad con el objetivo de ayudarlo a mantenerse cómodo y seguro. Un par de zapatillas para correr podría transformarse y adaptarse dinámicamente a su anatomía y estilo de carrera, así como a las condiciones climáticas del día, recopilando continuamente datos para mejorar el diseño de futuras unidades. 

En un hospital, las camas inteligentes ayudarán a las enfermeras a controlar las posiciones de sueño de los pacientes para evitar las úlceras por presión. Los edificios en los que vivimos y trabajamos tendrán paredes que podrán curar grietas y contarán con pisos que serán capaces de detectar un derrame, desplegando automáticamente un robot para limpiar el desorden. En el cuidado personal, podríamos ver una base de maquillaje que servirá como protector solar y podrá cambiar o moverse según la cantidad de luz UV que reciba la piel.

La ciencia de los materiales es una de las áreas estudiadas por el grupo de incubación de I + D de Accenture Labs, en donde se exploran oportunidades emergentes que combinan la informática con los avances de otras disciplinas científicas. El equipo analiza el impacto que los materiales inteligentes pueden tener en la sociedad durante los próximos años, examinando no solo la conexión físico-digital dentro de los productos, sino también su proceso de diseño. En la medida en que la ciencia de los materiales continúe madurando, será posible manejar el "diseño" a nivel molecular, permitiendo a los diseñadores llegar a niveles superiores de complejidad. 

Los materiales inteligentes ofrecerán la oportunidad de que el mundo digital se combine de manera más natural e invisible con nuestro entorno físico. Podrán proporcionar interacciones más intuitivas con los sistemas informáticos y una inteligencia "integrada" que no necesitará conectarse a sistemas externos para funcionar. Este futuro está en el horizonte y es un momento emocionante para comenzar a explorar casos de uso relevantes en todas las industrias.

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