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Innovación para fomentar el crecimiento

El cambio constante y la disrupción son ahora la norma, más que la excepción en los negocios y la sociedad en general. Y estos indicadores solo se acelerarán y multiplicarán en el futuro. Este cambio, cada vez más rápido, impulsado por la tecnología, está llevando al mundo a una nueva realidad, la que en Accenture hemos llamado la era post digital. Un análisis de Marco Ribas.

15 de julio de 2019

En este nuevo contexto, todo se está convirtiendo digital, por eso las empresas viven hoy un momento crucial, donde deben buscar nuevos diferenciadores para mantenerse competitivos. La era post digital ofrece importantes oportunidades y valor a los negocios. El poder de cloud y la inteligencia artificial seguirá avanzando y otras nuevas tecnologías como quantum computing, realidad extendida y distributed ledger tienen el potencial no solo de cambiar las relaciones de las empresas con sus consumidores, colaboradores y ecosistemas, si no que de transformar industrias enteras.

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En este nuevo escenario de cambio sin fin, la innovación es clave. Y el caso de los países no es diferente. En esta nueva era post digital, las economías deben buscar nuevas formas de crecimiento y los centros de innovación son un elemento fundamental en ese sentido. Algunos países avanzaron hace mucho tiempo en este aspecto. Quizás el mejor ejemplo sea Irlanda que, durante muchos años fue uno de los países más pobres de Europa y ahora es uno de los de más rápido crecimiento gracias a su foco en la “economía del conocimiento”. En Estados Unidos, Silicon Valley, hogar de 2.000 compañías tecnológicas, es otra muestra. En gran medida debido a este importante centro de innovación, las áreas metropolitanas de San José y San Francisco son de las más fuertes de la economía de ese país.

Pero la importancia de la innovación no son solo palabras, está respaldada en cifras. De acuerdo con un estudio reciente de Accenture, el PIB global podría aumentar en 8 millones de billones hacia el año 2028, en el caso de que la mentalidad innovadora creciera un 10% en los países. 

En Accenture conocemos esta realidad y por eso impulsamos centros de innovación alrededor de todo el mundo. Un ejemplo es nuestro centro en Sophia Antipolis, visitado recientemente por el Presidente de Colombia, donde impulsamos la innovación y el futuro de la industria de petróleo y gas, química y de recursos naturales. Durante su visita, el mandatario destacó su objetivo de convertir de Colombia en el “Silicon Valley de América Latina”, una visión que compartimos y trabajamos por impulsar. Necesitamos fomentar el crecimiento y la creación de empleos de calidad en nuestros distritos a través de la innovación.

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Colombia está avanzando. Un ejemplo de esto es el reciente anuncio de Medellín será la sede del primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial de América Latina. Este es un paso importantísimo en este objetivo de mantener nuestra economía competitiva en la nueva era post digital. Y se están viendo resultados: Un informe de innovación mundial de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), la Escuela de Negocios para el Mundo (INSEAD) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual indica que desde 2018 Colombia ha ingresado al grupo de países con mejor potencial de innovación en el mundo. Sin embargo, aún nos falta avanzar, ya que ocupamos el puesto 63 en materia de innovación, aún lejos de los países desarrollados.

Para avanzar en este cometido, son necesarios tres elementos clave:

  1. Fuerza laboral del futuro: La automatización es ya una realidad y para evitar la eliminación de puestos de trabajo y que la inteligencia artificial amplifique el talento humano, es fundamental preparar a las personas en las habilidades necesarias para mantenerse vigentes en la nueva era post digital. Estas son las habilidades “fundamentales” que, a diferencia de lo que ocurre con las técnicas, que suelen enseñarse en un aula, se desarrollan con la experiencia. Son exclusivamente humanas y más perdurables que las técnicas. Entre ellas se encuentran habilidades para abordar la resolución de problemas de forma creativa, usando la empatía, la lógica y el pensamiento innovador. La preparación de las personas para la nueva era digital debe ser un trabajo conjunto entre el sector público, privado y el mundo académico. 
  2. Calidad de vida: Para atraer el talento necesario y así impulsar el crecimiento, se deben fomentar políticas para generar ambientes de trabajo diversos, compatibles con la familia, que respalden a ambos géneros y estén libres de sesgos para atraer y retener a las personas. Además, debe existir una capacitación continua y flexibilidad. Así también, el impulso de las ciudades inteligentes a través de la tecnología es un elemento fundamental para mejorar la forma en que las personas viven y trabajan.
  3. Emprendimiento: El fomento de las nuevas ideas es fundamental y en este aspecto, el trabajo con el ecosistema es clave. En la nueva era post digital los límites entre las industrias están desapareciendo y la colaboración de las startups con las grandes empresas se hace cada vez más necesario. De acuerdo con un estudio reciente de Accenture, las compañías que impulsen el trabajo con el ecosistema para diseñar productos y servicios disruptivos pueden generar US$100 billones en valor los próximos 10 años. 

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Colombia, así como el resto del mundo, tiene una oportunidad histórica de crecimiento en la innovación. Pero el momento de avanzar en políticas conjuntas entre el sector público, privado y el mundo académico es ahora. Ya estamos retrasados y la era post digital no espera. 

Por: Marco Ribas

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