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Compensar desde lo emocional, más allá del dinero.

En las conversaciones cotidianas es frecuente que surjan temas de conversación alrededor del jefe, de los compañeros, del horario, entre otros tantos que terminan por evidenciar la importancia de nuestro trabajo en el día a día. Cuando esto sucede, cada uno habla desde su experiencia, como cuando se habla de los libros, los viajes o los restaurantes que preferimos y nos hacen sentir bien. Una colaboración de Enrique González Bacci

25 de julio de 2019

Sin embargo, es posible que cuando se dan estas conversaciones, cada uno se pregunte si su balanza entre lo personal y lo profesional está equilibrada, y si lo que entrega desde sus labores y conocimiento está lo suficientemente recompensado por su empleador. De allí la importancia de que las personas encuentren en su trabajo la combinación entre la convicción personal y un entorno que facilite su desarrollo y le entregue beneficios diferentes a los tradicionales, y que hagan a su vez que la persona sienta orgullo por ser parte de esa organización. 

Las empresas y los negocios se están transformando y esa dinámica nos ha llevado a pensar en nuevas formas de trabajar y de relacionarnos con empleados actuales y potenciales, brindando entre muchas otras, opciones para trabajar algunos días desde un café o desde la casa, tener la posibilidad de compartir un día celebrando con su familia e incluso ampliar los conocimientos en aquello que los apasiona. 

Los anteriores son ejemplos de salario emocional, esos beneficios que las empresas ofrecen a sus empleados en pro de su satisfacción, equilibrio y felicidad. Es la forma en que, como compañía, y hablo desde los años de experiencia de Bancolombia en estos temas, le agradecemos a los empleados su compromiso y les recordamos la importancia del balance entre su vida personal y laboral. Sabemos que la productividad va de la mano de sentirse feliz. Un velero puede moverse solo por acción de la corriente, pero para avanzar también necesita de personas que estén a cargo del timón, de las velas y cuando sea necesario, del ancla. Mientras más convencida y feliz esté la tripulación, mejor funcionará todo. 

De acuerdo con Hays Colombia, el 81% de las empresas en el país ofrecen ahora beneficios adicionales al salario. Además, resaltan que el 52% de las empresas están implementando opciones de flexibilidad de horario. 

Claramente, el salario emocional hace parte de un plan de trabajo continuo, que no es oportunista o pasajero, que se construye de la mano de los empleados, entendiendo sus momentos de vida, sus necesidades e incluso las de sus familias.  Por eso, el hecho de ver a empleados terminar sus carreras o posgrados, que tengan la opción de visitar a sus padres o estar más tiempo en casa con sus hijos gracias a opciones como el teletrabajo, los horarios flexibles, entre otros, hacen que estemos seguros de que las acciones que implementamos desde la gestión de las personas debe ir más allá de un sueldo, porque ¿a quién no le gusta que lo conozcan tanto que le ofrezcan beneficios acordes con sus preferencias?

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