Tecnología

Cámaras inteligentes

Las cámaras digitales de video se están volviendo a imponer en todo el planeta gracias a su uso en las redes sociales. Claves para comprar uno de estos aparatos.

14 de septiembre de 2011

Desde que los teléfonos celulares, las tabletas digitales y los computadores personales permiten grabar imágenes en alta definición, comprar una cámara digital de video parece una pérdida de tiempo y dinero. Sin embargo, gracias al boom de las redes sociales, su uso se está volviendo a imponer en todo el planeta.

De ahí que los fabricantes hayan comenzado a integrar nuevas herramientas, acordes con las nuevas tecnologías. La idea: apuntarles a nuevos usuarios y a otras formas de utilización. 

“Ofrecer cámaras de alta definición no es un diferenciador, pues todas deberían hacerlo. Por eso, nos hemos enfocado en dotar nuestros equipos con herramientas más novedosas y prácticas. Por ejemplo, algunas tienen un pequeño proyector para que los usuarios compartan los videos con sus amigos y familiares desde cualquier lugar”, comenta Paola Higuera, jefe de producto Handycam de Sony Colombia.

Los fabricantes también intentan satisfacer las nuevas necesidades de los usuarios, en especial aquellas relacionadas con sus actividades sociales por internet. “Los usuarios de la cámara Playsport pueden meterla en cualquier piscina y luego compartir las imágenes por YouTube o Facebook, con solo oprimir un botón”, dice Santiago Salazar, gerente de Kodak en Colombia.

Estas son algunas claves que deberían ser tenidas en cuenta para adquirir un equipo que se ajuste a sus necesidades.

Para qué la quiere
Antes de comprar una cámara de video, defina el uso que piensa darle. Si solo quiere grabar las presentaciones de sus hijos en el colegio puede optar por un equipo muy básico. Pero, si la necesita para caminatas al aire libre, quizás necesite un lente para hacer acercamientos (zoom) y una batería de mayor duración.

¿Qué tipos de cámaras caseras hay?
Existen dos modelos básicos de cámaras caseras: de bolsillo y tradicionales. Las primeras tienen el tamaño de un teléfono celular, son fáciles de usar y cuentan con herramientas para transmitir videos rápidamente a un computador o internet. Compensan sus características limitadas con un precio muy atractivo (se consiguen por menos de $300.000). Entre estas están las Flip, de Cisco; Playsport, de Kodak, o Bloggie, de Sony. A su vez, las cámaras tradicionales tienen baterías intercambiables de mayor duración, cuentan con estabilizadores de movimiento y con lentes que permiten hacer acercamientos. Estos dispositivos cuestan entre $400.000 y $2 millones.

¿Cómo guardan las imágenes?
La forma como una cámara almacena las imágenes influye en su tamaño, forma, peso, rendimiento, duración de la batería y desempeño. Por ahora se han consolidado tres formatos: discos duros internos, memorias digitales internas y memorias digitales externas. Mientras los aparatos con memorias digitales son más pequeños y livianos, los de disco duro ofrecen mayor cantidad de espacio para almacenar imágenes.

¿Qué más debería saber?
Antes de pagar por su nueva cámara, asegúrese de que tiene buena disponibilidad de accesorios en el país, como adaptadores, cargadores, estuches o baterías. Así mismo, indague por su servicio técnico y de posventa: ningún aparato electrónico está exento de tener problemas y siempre será bueno saber a quién acudir rápidamente.