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ANALISIS

Zona de inflexión

Esta semana se junta el hecho político, jurídico y financiero de 2005 con un mercado externo que se mueve al filo de la navaja, opina Ricardo Durán.

30 de octubre de 2005

Tal como estaba previsto, la semana anterior fue decisiva para que el mercado formara sus expectativas sobre la inflación externa y la local. En el ámbito internacional, la preocupación inflacionaria en Estados Unidos llevó las tasas de interés de los treasuries a marcar los máximos en lo corrido del año (4.68%) y en la esfera local la inflación de octubre registró un nuevo incremento que subió el acumulado anual a 5.27%, muy cerca de los niveles de febrero e incluso 27 puntos básicos por encima del punto central de la meta de inflación del Banco de la República (5.0%).

La preocupación por la escalada en el costo de vida ameritó referencias obligadas en los discursos pronunciados por el director de la Reserva Federal, Alan Greenspan, en tanto que en Colombia el silencio fue la nota predominante de parte de los codirectores del Banco de la República, quienes tan solo hace mes y medio decretaron una reducción en las tasas de interés de intervención sobre la base de un fallido curso decreciente del costo de vida.

Estos dos hechos tienen singular importancia. El máximo en año corrido de las tasas de interés de los treasuries sitúa a los títulos americanos en una peligrosa zona de inflexión que puede marcar el inicio del fin del rally emergente de los dos últimos años, o que puede darle entrada a un corto episodio de valorización en nuestros títulos de deuda en el remate del año.

En el terreno colombiano, el cada vez más claro cambio de tendencia en la inflación va a alterar las expectativas futuras de los agentes y las proyecciones de los modelos econométricos que utilizan como insumo dichas expectativas. La preocupación de noviembre en esta materia no va a ser de poca monta, habida consideración que el mes se inició con un ajuste de 100 pesos en el precio de la gasolina y que el clima conspira en contra de los precios de los alimentos. Por las razones anotadas vemos que en los inicios de 2006 el Banco de la República tendrá que darse la pela con aumento en las tasas de intervención que redujo en septiembre.

La semana terminó con un dato de empleo americano pálido, cuyo impacto bajista en las tasas de interés de los treasuries (4.63%) trajo una calma chicha y de corto plazo sobre la deuda emergente.

La nota positiva de la semana corrió por cuenta del mercado accionario, pues en los primeros tres días de noviembre el índice bursátil local registró una valorización de 4,4% alentado por la proximidad de la OPA de Bavaria, por las utilidades de las empresas que cotizan en bolsa y por los flamantes resultados del sector financiero y de las holdings, cuyo peso en el IGBC es del 60%. Lo que puede pasar esta semana:

Esta semana, al igual que la anterior, está para alquilar balcón. De la dictadura de la inflación, el mercado va a pasar a la dictadura de los jueces, pues de acuerdo con lo anunciado, el viernes 11 debe producirse el pronunciamiento de la Corte Constitucional sobre la exequibilidad de la ley de garantías electorales.

Se juntan así el hecho político, jurídico y financiero de 2005, con un mercado externo que se mueve al filo de la navaja dependiendo de si los datos de la semana van a ayudar a que las tasas de interés bajen del nivel crítico del 4.65% o que por el contrario superen este nivel con el consecuente riesgo para los activos emergentes.

Al respecto, desafortunadamente se publican datos mixtos que impiden tener una apreciación clara sobre el curso de las tasas de interés de los treasuries a lo largo de la semana. Los factores que pueden ejercer presiones bajistas sobre las tasas son la reducción proyectada en la inflación del índice de importados de septiembre y la reducción esperada en el déficit presupuestal de octubre. Pero, en la otra esquina, los factores que pueden generar presiones alcistas sobre las tasas son el aumento augurado en el déficit comercial de septiembre y el aumento esperado en el índice de confianza de la Universidad de Michigan.

Estas son razones de peso para esperar alta volatilidad en la deuda pública sin que se abandone el canal lateral por el que navegan los precios desde que la Corte Constitucional nos dejó en el limbo jurídico de la ley de garantías electorales, limbo que afortunadamente debe concluir esta semana si la Corte Constitucional cumple la fecha prometida.

En el entretanto, el mercado de acciones se perfila como el que tiene el mejor soporte en medio del limbo jurídico y del filo de navaja en el que se mueve el mercado externo, aunque esperamos una saludable corrección de precios después de tres días de explosiva valorización. Si dicha corrección tiene lugar, tendremos mayor confianza sobre las valorizaciones venideras en las próximas semanas a medida en que se aproxima el negocio del año: La OPA de Bavaria.