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Economía

Subsidios para afectados por revaluación

El gobierno anuncia paquete de auxilios para sectores exportadores afectados por la revaluación. Nuevo round en la polémica de subsidios vs productividad.

8 de febrero de 2008

El gobierno destinará este año una suma de $300.000 millones como apoyo con recursos fiscales a los empresarios afectados por la revaluación, siempre que conserven los niveles de empleo actuales. Así lo señaló el ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga hoy jueves.

Dijo que de esa suma, $180.000 millones se le entregarán al sector agropecuario y $120.000 al industrial. La condición para acceder a estos subsidios es la misma que se les exigió a los empresarios el año pasado, que era la de conservar los empleos. “Se trata de que los exportadores tengan los elementos para preservar el empleo que nos ha costado tanto trabajo generar en la economía en los últimos años”, dijo Zuluaga.

El ministro de Hacienda manifestó además que sus colegas de las carteras de Agricultura y de Industria definirán cómo y con qué instrumentos se ejecutarán estos recursos del presupuesto general de la Nación.

El Ministro de Industria, Luis Guillermo Pata anunció ya algunas de las merdidas. Dijo que se entregará un Certificado de Reembolso Tributario (CERT) que se reconocerá como devolución en el pago de los impuestos a las empresas exportadoras, que han enfrentado dificultades por la caída del dólar.

La segunda medida anunciada tiene que ver con créditos blandos de Bancoldex, dirigidos a las empresas que también han enfrentado pérdida de competitividad por la revaluación del peso.

Tendrán tasas preferenciales que les permitirán que los exportadores que tienen dificultades por el descenso de la tasa de cambio, reestructurar las deudas y tener capital de trabajo a costos más competitivos.

También se estudia la adopción de un arancel mixto para la industria del cuero y sus manufacturas. Esto significa que, paralelo al arancel ad valorem se adicionará otro específico que se fijará por unidad y en dólares. La operación de este gravamen estará clara en aproximadamente un mes. Plata explicó que la adopción de una medida de esta naturaleza busca proteger aquellas líneas de calzado que son altamente sensibles a la subfacturación, o al contrabando técnico.

¿Conviene?
La discusión este año es igual que la de años anteriores. Mientras algunos sectores como el bananero y el floricultor defienden a capa y espada los subsidios porque, dicen, han perdido buena parte de su margen tanto porque los ingresos son menores por la revaluación, como porque el costo de los insumos ha aumentado notablemente en los últimos años, otros consideran que el tipo de cambio no debe ser la estrategia para competir en el mediano plazo.

Uno de ellos es el presidente de la asociación de exportadores, Analdex, Javier Díaz, que le había dicho a la revista Dinero hace unos meses. “Aunque no puede desconocer ni ignorar la tasa de cambio, uno como empresario no puede depender de ella. Ese ha sido nuestro argumento siempre. Uno no puede ser competitivo con tipo de cambio”, dijo enfático.

El gremio recomienda en cambio mejorar la productividad para compensar la revaluación. Analdex ha promovido programas para mejorar la gestión en procesos, inventarios y finanzas y ha conseguido mejoras de productividad que Javier Díaz estima en cifras de dos dígitos en los sectores de llantas y metalurgia en el Valle.

Ejemplos de ganancias en productividad hay muchos en Colombia. La textilera Enka es uno de ellos, Propal, Carpack, Nutriavícola. Ganar en productividad casi siempre implica adoptar tecnología. En esto Colombia es particularmente débil.

 

En la clasificación del World Economic Forum, WEF, el país aparece en el puesto 65 entre 125 en ‘Disposición Tecnológica’, que mide la agilidad con la que una economía adopta las tecnologías existentes para mejorar la productividad en sus empresas. El momento no puede ser más propicio para salir de ese lugar. Con la tecnología barata, tasas de interés aceptablemente bajas, revaluación y con incentivos tributarios a la reinversión de utilidades, es el momento de moverse en este frente.

Además, la tarea se debe enfocar en usar descubrimientos existentes. El economista, Philippe Aghion, muestra en sus investigaciones que las empresas de las economías en desarrollo deberían preocuparse más por llegar a la frontera de la tecnología, que por expandirla. En otras palabras, que el gran problema para estos países es de adopción y no de invención tecnológica.

Con todo, el gobierno optó por la figura de los subsidios sectoriales, en particular, a bananeros y floricultores. Esta acción disgusta por igual a economistas y empresarios. Para la investigadora del Cede de la Universidad de los Andes, Marcela Eslava, entrevistada por la revista Dinero hace unos meses, los subsidios dirigidos son muy dañinos porque facilitan la supervivencia de empresas ineficientes que deterioran la productividad de todo el país.

 

En el lado de los empresarios también hay descontento. “Los subsidios son políticamente insostenibles, porque hay una reacción contra la socialización de las pérdidas. Cuando estos señores dan utilidades, ¿acaso llaman al Ministerio a preguntar en qué cuenta consignan sus excedentes?”, afirmó el presidente de uno de los gremios más importantes del país.

Pero si el gobierno mantiene su decisión de subsidiar sectores, Sergio Clavijo propone que se anuncie el presupuesto disponible para el programa y se asigne de una manera transparente en el Congreso.

Con una perspectiva de un apretón de márgenes, las empresas con la ayuda del gobierno deben emprender sin demora programas de mejoramiento de procesos, de capacitación de mano de obra, de adopción de tecnología, de mercadeo, de infraestructura de transporte y de mejoramiento del ambiente de negocios. Todo esto, porque sin mejorar la productividad no hay nada. Nunca habrá nada. Ni con dólar a $3.000.