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Zürich, Suiza. Sede de bancos y compañías de seguros.

¿Se acaba el secreto bancario en Suiza?

En agosto se han tomado unas decisiones cruciales para el futuro del secreto de los bancos suizos en materia de evasión tributaria. ¿Qué pasará? Dinero.com entrevistó al presidente de la Asociación de Bancos Extranjeros en Suiza.

18 de agosto de 2009

El secreto bancario como se conocía podría estar desapareciendo en los próximos años. Las pruebas ya están a la vista. El lunes 17 de agosto, John McCarthy, ciudadano estadounidense, se declaró culpable de haber mantenido US$1 millón en una cuenta en Suiza, sin haberlo informado a las autoridades de impuestos de su país. Como él, 250 clientes del banco suizo UBS están en riesgo de ser llamados a declarar sobre sus activos en el país europeo.

El UBS acordó entregar información sobre esas personas, para evitar que se le culpara de ayudar a estadounidenses a evadir impuestos. Esta cacería de evasores definirá una parte de lo que ocurrirá con el secreto bancario en el mundo.

El 12 agosto el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el UBS llegaron a un acuerdo para entregar información de 52.000 cuentas de clientes estadounidense que no las habían reportado a la oficina de impuestos. Los términos del acuerdo no se han revelado.

El desmonte del secreto bancario es una decisión difícil para Suiza. De un lado, la ley suiza les impide a las entidades financieras instaladas en su territorio dar información bancaria, pero de otro, está la presión de la OECD para borrar tanto como se pueda la figura de los paraísos fiscales que se crean cuando se permite que las personas o las empresas oculten activos amparados en la protección del secreto.

Posiblemente el acuerdo entre el UBS y Estados Unidos haya dejado espacios para que los banqueros no estén forzados a entregar demasiada información. Muy posiblemente, le dijo a Dinero.com el presidente de la Asociación de Bancos Extranjeros en Suiza, el economista Martín Maurer, se tenga que hacer una nueva interpretación del concepto de secreto bancario. Las dos partes tendrán qué encontrar qué tipo de información se puede dar y sobre qué base legal.

Cambio en cámara lenta
Sin saber todavía la magnitud, lo que es claro es que el cambio en las prácticas de secreto bancario viene en camino. De hecho, dice Martín Maurer, la regulación suiza ya empezó a sufrir modificaciones, pero éstas llegarán lentamente.

En materia de persecución del delito ya hay avances. Si hay un delito con implicación penal, los bancos suizos hoy podrían dar información a los gobiernos interesados.

En el caso de evasión de impuestos las cosas son diferentes. El problema radica, señala el economista, en que en Suiza este tipo de conductas tiene multas pero no tienen la naturaleza de delito penal. “Las multas pueden ser altas, pero la evasión no da cárcel. No hay necesidad de defenderse en una corte penal por estas conductas”, afirma.

Suiza, Austria y Luxemburgo ya tienen convenios vigentes con Estados Unidos para evitar la doble tributación y hay compromisos de entregar información a las autoridades de impuestos estadounidenses. “En todo los acuerdos de doble tributación existe la cláusula, que se da asistencia legal a otro país en casos de fraude en impuestos. Con Estados Unidos tenemos desde los años 60 una cláusula en la que Suiza ofrece asistencia legal en casos de fraudes tributarios y similares”, señala.

El término ‘similares’ fue discutido y aclarado hace cinco años. Pero queda un aspecto que aún está en juego: evasión. “Solamente para evasión pura no existía la base legal para dar información”, explica.

Pero este vacío legal también se modificará. Sobre evasión ya hay algunos acuerdo entre los técnicos negociadores suizos y los de otros países de la OECD, pero no ha sido firmado por el gobierno.

El presidente de esa asociación bancaria, considera que el acuerdo de información tributaria se firmará este año, pero el cambio de la ley interna, que es en últimas lo que importa, es un proceso muy lento. Explica que después de que se refrende el acuerdo en el Parlamento, el tema se lleva a votación de los ciudadanos.

Para efectos prácticos, las condiciones actuales no se modificarán en los próximos meses. “Por el momento nada pasa. No hay ningún cambio”, sostiene el ejecutivo.

La forma en la que operarían los tratados sería tal vez que un país le remita al banco suizo una solicitud para conseguir información tributaria. Tendrá que demostrar que tiene bases suficientes para suponer que hay dineros en Suiza que no están en las declaraciones de renta de los contribuyentes locales.

En ese momento, con la solicitud justificada, el banco en Suiza estudiará el caso y podrá decir si entrega o no la información pedida.

A la persona vinculada al proceso de levantamiento del secreto bancario le queda la opción de ir a una corte suiza a defenderse.

En estas circunstancias, el secreto bancario en Suiza será menos estricto que el actual, pero su cambio será lento.