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San Valentín lleno de flores colombianas

Trabajadores en cultivos de flores hacen los cortes de las rosas que dentro de pocos días se convertirán en regalos para enamorados, en San Valentín.

12 de febrero de 2008

A las 6:30 de la mañana, los empleados de la finca colombiana "Flores la Mana", ubicada en Tocancipá, a unos 30 kilómetros de Bogotá, empiezan cortar las rosas que ya tienen entre 10 y 13 semanas de crecimiento. La razón de ese corte a temprana hora tiene que ver con la temperatura, que oscila entre los 7°C y los 10°C, lo que favorece la posterior apertura del botón, según explicaron gerentes y trabajadores durante una visita de la AP.

La labor por estos días es incesante porque San Valentín es la fecha de mayores ventas en el año para los cultivadores colombianos a lo largo de las 7.266 hectáreas de tierras dedicadas a ese fin en todo el país, principalmente en las zonas andinas o donde la temperatura es más baja y favorece el florecimiento.

Sólo para el Día de los Enamorados Colombia espera exportar 800.000 ramos de flores, principalmente al mercado de Estados Unidos, que absorbe 81%, seguido por el Reino Unido, con 3,8% y Rusia con 3,7%, de acuerdo con la Asociación Colombiana de Flores (Asocolflores).

La Asociación dijo que aún carece de datos sobre la exportación total del año pasado y sus cálculos para 2008.

En "Flores la Mana" la especialidad son las rosas "Red Intuition" y "Pink Intuition", o sea rosas con una cabeza más pequeña y un degradé rojo en sus pétalos, la primera, o rosado, la segunda, según explicó José Figueroa, gerente de la finca.

Mientras las flores crecen, los trabajadores encargados de esta primera etapa les dan a las plantas las mejores condiciones para que florezcan.

"Toca consentirlas y darle mucho amor. Hay que hablarles porque no basta con los nutrientes del suelo. Cuando uno no les da cariño se mueren, uno se acostumbra a ellas y ellas a uno", dijo Libia Cortés, una joven de 28 años con una década de trabajo en la finca "Flores la Mana".

Después del corte viene la etapa de "post cosecha" y empaque. En una bodega con más de 100 trabajadores, se emparejan los tallos, entre 60 y 80 centímetros, se empacan y se dejan listos para el traslado al aeropuerto.

El empaque se hace en láminas de plástico, que protegen la cabeza de la flor, y en papel celofán que las adorna. Después, las flores son acomodadas en cajas y transportadas a un cuarto frío, que tiene una temperatura promedio de 4°C, donde esperan hasta ser llevadas por avión, también a temperaturas de entre 2°C a 4° C, a sus destinos.

"En estos días están saliendo entre 20 y 25 aviones por día. Esta es la mejor época del año para la industria de las flores", dijo Solano.

 

 

AP