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Asobancarian invirtió $15.000 millones en educación financiera en 2010 | Foto: María Antonia Pardo

ECONOMÍA

Peso revaluado

Contrario a lo vaticinado por analistas del mercado cambiario, el peso sigue apreciándose frente al dólar. En lo corrido de este año, el dólar ha subido $16, muy lejos de lo esperado por los exportadores, principales perjudicados con la revaluación de la moneda local.

María Antonia Pardo
1 de noviembre de 2006

Que el peso colombiano se esté revaluando no es un fenómeno nuevo. La tendencia bajista del dólar se viene presentando en el país desde 2003. Las cifras lo dicen todo: la Tasa Representativa del Mercado (TRM) abrió ese año en 2.864,79 pesos por dólar y cerró en 2.778,21 pesos por dólar. Para el año 2004, la tasa de cambió continuó cayendo cerrando en diciembre a 2.389,75 pesos por dólar. Doce meses después la situación seguía igual, a finales de 2005 la TRM se ubicó en 2.284,22 pesos por dólar.

En lo corrido de este año se ha presentado una variabilidad significativa de la tasa de cambio, representada en una desviación estándar de 99.98, donde la mayor cotización se presentó el 29 de junio ($2.634 pesos por dólar) y la menor el 1 de marzo ($2.245 pesos por dólar). Hoy día, cuando la TRM cayó el jueves por debajo del piso de los 2.300 pues cerró ese día a 2.296,65 pesos por dólar, un dólar cuesta $563,87 menos que en enero de 2003, lo que es igual a una apreciación del peso frente al dólar cercana al 20%.

Pese a la tendencia de los últimos años, las predicciones cambiarias para 2006 auguraban una recuperación en la fortaleza del dólar estadounidense frente al peso colombiano razón por la cual el mercado cambiario en general creía que era posible ‘torcerle el cuello’ a la tendencia revaluacionista que llevaba tantos meses tomando fuerza. Los analistas del mercado cambiario proyectaban unánimemente una devaluación del 5% en la cotización del peso con lo cual la tasa oficial del dólar se estaría acercando a los $2.400 para el mes diciembre. Hasta finales de junio la evolución de la tasa de cambio superaba con creces esas proyecciones ya que mostraba una depreciación de la moneda local del orden del 15,27% (la TRM abrió este año a 2.284,22 pesos por dólar y a 30 de junio había recuperado terreno ubicándose en 2.633,12 pesos por dólar).

Esta depreciación que sufrió el peso colombiano durante el primer semestre de 2006 dejaba atrás el fantasma de la revaluación que venía azotando al sector exportador del país desde hace tres años. Pero a partir de julio, el panorama dio un giro inesperado y aunque los analistas estaban convencidos de que el dólar mantendría una tendencia alcista durante los últimos tres meses de 2006, lo ocurrido durante el mes de octubre y los primeros días de noviembre en materia cambiaria dan al traste con todos los vaticinios relacionados con la devaluación de la moneda colombiana.

En realidad, desde el 1 de enero de este año hasta la fecha, el dólar sólo ha subido $16,7, equivalente a un incremento del 0,58% (la TRM abrió el año a 2.284,22 pesos por dólar y cerró el 3 de noviembre a 2.300,92 pesos por dólar). Tan solo en el mes de octubre el peso se revaluó casi 86 pesos, ubicándose en el nivel más alto desde el 6 de abril cuando la TRM estaba en 2.294,99 pesos por dólar.

Según el último informe coyuntural de la firma comisionista de bolsa, Corredores Asociados, lo más probable es que el dólar siga cediendo terreno frente al peso y que la TRM cerrara esta semana a 2.282 pesos por dólar; sin embargo, al cierre del viernes la tasa de cambio había recuperado $4,27.  Para el Departamento de Investigaciones Económicas de dicha firma, los fuertes flujos de entrada de dólares que se esperan para lo que resta de 2006 y la expectativa de nuevos incrementos en las tasas de referencia por parte del Banco de la República son las variables que han generado la caída en el tipo de cambio.

Corredores cree que el mercado está presionando el tipo de cambio a la baja porque está expectante ante el ingresos masivo de dólares por transacciones que están en proceso como la venta de Ecogás, que se adelantará en cuatro semanas; la compra de los almacenes Carulla por parte de almacenes Éxito, que requerirá un crédito en dólares; la venta del 7 % de esta última cadena a los chilenos de Cencosud, y la compra que el Banco Davivienda hizo de Bancafé, negociación que también implicará un crédito en dólares. Corredores calcula que el monto total de tales operaciones estará cercano a los 3 mil millones de dólares.

Con el ánimo de controlar la volatilidad del peso, el Banco de la República decidió intervenir el mercado cambiario y compró US$62,3 millones (el banco central puede adquirir hasta US$180 millones hasta finales de noviembre) de la subasta de opciones “put” que realizó el lunes de esta semana. Sin embargo, el peso continuó revaluándose frente al dólar hasta el punto que la TRM traspasó la barrera de los 2.300 pesos por dólar. Esto quiere decir que el dólar se está acercando a pasos agigantados a los bajos niveles que presentó a principios de año.

Según un corredor de bolsa consultado, las expectativas que originó la reapertura del bono global con vencimiento 2037 (el papel colombiano más largo de la historia a 31 años), también influyeron en la apreciación de la moneda local ya que el mercado está atento al ingreso de esos dólares que utilizará el gobierno para financiar parte de los gastos del Estado durante 2007. Esta nueva emisión por US$468,4 millones a un precio de 102,875 y un rendimiento de 7,142%, fortaleció la posición del Gobierno en moneda extranjera al tiempo que dio un impulso adicional bajista a la tasa de cambio, según la fuente en cuestión.

Pero los operadores cambiarios parecen estar de acuerdo a la hora de explicar la baja de octubre, pues el argumento de todos se centra básicamente en las expectativas que se han generado en el mercado de capitales colombiano por el ingreso de dólares provenientes de inversión extranjera directa (IED) y de portafolio. En el caso de la IED, se generaron expectativas en el mercado de capitales local por la llegada de divisas proveniente de negocios como las ventas de la refinería de Cartagena, la concesión del aeropuerto Eldorado y las ventas de OLA y Bancafé.
 
Por el lado del portafolio, la justificación tiene que ver con los fondos de inversión extranjera de portafolio, inversionistas que entraron con mucha fuerza al mercado de capitales colombiano y como traen dólares para comprar títulos en pesos, han presionado el dólar a la baja. Desde mediados de 2006, los portafolios en acciones y en renta fija de los inversionistas extranjeros han mostrado una tendencia al alza. Los saldos de los portafolios en inversiones colombianas por parte de extranjeros pasaron de US$733 millones en junio a US$970 millones en septiembre, lo que representó un incremento de 32%.

Para las personas que tienen ahorros en dólares, la mejor alternativa según Gustavo Santos, analista de mercado independiente y ex corredor de Interbolsa, es mantener la calma, pues aunque la tendencia bajista podría mantenerse hasta alcanzar los 2.270 pesos por dólar, lo mejor es no salir a vender dólares en este momento, sino esperar hasta que se de una corrección alcista que podría tardarse hasta el otro año.

Revaluación Vs. Exportaciones
Para los exportadores, la revaluación del peso tiene como efecto inmediato que reciban menos pesos por los productos vendidos en el extranjero. Para los importadores, que paguen menos pesos por los productos comprados fuera del país. Así que los mayores afectados por la revaluación del peso en cuanto al comercio exterior se refiere son precisamente los exportadores por la pérdida de competitividad y de rentabilidad que lleva inherente, para este sector, el bajonazo que ha sufrido el tipo de cambio.

A pesar de los efectos negativos de la apreciación del peso en el sector exportador, en los últimos siete meses y acorde con una cifra de crecimiento del PIB cercana al 6%, se han exportado $13,6 mil millones en bienes y servicios, cifra que representa un crecimiento del 15,2% frente al mismo período del año anterior. La explicación de este incremento estaría dada por dos factores: el buen nivel de la demanda mundial y la recuperación de los precios internacionales de los principales productos de exportación del país.

Según Santiago Pardo, Vicepresidente de Analdex, las exportaciones colombianas sí se han visto afectadas por la revaluación del peso y aunque han venido creciendo, lo han hecho jalonadas por los precios internacionales de los productos de las exportaciones tradicionales como el petróleo. El efecto perjudicial de la revaluación se ha visto más en las exportaciones no tradicionales, las cuales han visto mermado su ritmo de crecimiento: “los exportadores de bienes y servicios no tradicionales han tenido que suplir la pérdida de rentabilidad vía cantidad y no vía precios, porque para mantener el lugar que se han ganado en los mercados internacionales y conservar su clientela, los exportadores no pueden subir los precios de sus productos”, aseguró Pardo.

Para Analdex y Bancoldex, los exportadores deben cubrirse en materia cambiaria, porque la tasa de cambio ha demostrado ser completamente impredecible. Una de las herramientas propuesta por dichas entidades es la suscripción de contratos de cobertura “forward de tasas de cambio” los cuales ayudan a generar certidumbre sobre las transacciones de comercio exterior. Según Santiago Pardo, a pesar del aumento reciente del mercado de derivados cambiarios en Colombia, aún el país se encuentra rezagado en cuanto al potencial de este mercado a pesar del creciente peso de los flujos internacionales de bienes y servicios sobre el PIB (43% en el año 2005) y el mantenimiento de un régimen cambiario libre que deja a la TRM expuesta a los vaivenes del mercado.  
 
Proyecciones...
Según Julián Cárdenas, analista de Corredores Asociados, la dinámica de flujos hacia Colombia dependerá de la evolución de los niveles de liquidez mundial. Los agentes estarán atentos de las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos y de los demás bancos centrales en el mundo. De presentarse una caída en el crecimiento de Estados Unidos muy pronunciada, el efecto sobre los emergentes y particularmente en Colombia sería negativo en la medida que el principal socio comercial de Colombia demandaría menos de nuestros productos, presionando el tipo de cambio al alza.

A nivel local, Cárdenas prevé que los agentes del mercado seguirán atentos a las decisiones de política monetaria para las reuniones de noviembre y diciembre: “Si bien es cierto que las decisiones en materia monetaria tienen en cuenta la perspectiva actual sobre el nivel de precios, también es cierto que éstas se toman anticipando el comportamiento futuro de las principales variables macroeconómicas. En la actualidad, las presiones inflacionarias permanecen y por ello el Banco de la República debe continuar con su política de control de la inflación para poder estar en línea con las metas para el 2007. Lo anterior puede seguir presionando el tipo de cambio a la baja en los próximos meses”.