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Internacional

Ojo a los mercados emergentes

Con una manera muy propia de enfrentar el mercado, varias multinacionales de países emergentes se han convertido en empresas de talla mundial y muchas más lo serán en el futuro.

4 de diciembre de 2007

Antoine Van Agtmael inventó la palabra emergentes para referirse a esas economías que se llamaban del tercer mundo, porque consideraba que era necesario eliminar esas palabras poco atractivas y hacerlas más llamativas a los inversionistas, o mejor, para que los inversionistas entendieran que allí estaban pasando cosas importantes.

En 1982, él dictó una conferencia en Salomón Brothers, en Nueva York, ante un grupo de inversionistas, con el objetivo de venderles la idea de un “Fondo de capital para el tercer mundo”. Varios fueron muy incrédulos con el tema, pero algunos consideraron que podría resultar. Uno de ellos le dijo que tenía en sus manos una gran idea, pero que con ese nombre jamás le iba a resultar. Fue así como después de darle varias vueltas se le ocurrió la expresión “mercados emergentes”, asociada más a algo que estaba en movimiento, y no a ese “tercer mundo” estancado. Para ese entonces, él trabajaba en el IFC, el fondo privado del Banco Mundial, y desde su escritorio les envió el mensaje a todos de referirse a la base de datos del Tercer Mundo como a la base de datos de los mercados emergentes.

Antoine Van Agtmael escribió el libro “El siglo de lo mercados emergentes” en el cual cuenta cómo 25 multinacionales emergentes tienen talla mundial y dentro de diez años serán más de 100. “Mis propias proyecciones muestran que entre el 2030 y el 2050, los mercados emergentes como grupo superarán al mundo desarrollado”, afirma el autor.

Estas empresas han logrado el éxito con un enfoque obsesivo en la calidad y el diseño, la creación de marca, la logística, la capacidad de estar a la vanguardia de sus competidores en cuanto a adaptación a los cambios en las tendencias del mercado, la astucia a la hora de la adquisición, el aventajamiento de la competencia en materia de tecnología de la información, ingeniosas estrategias de nicho y pensamiento poco convencional.

El autor sostiene que muchos de los secretos que han hecho posible este auge son secretos propios de los mercados emergentes. Varias han crecido en la sombra, con perfiles bajo, pero sin que ello significa ausencia de poder, por el contrario, dominan el mercado y han sabido hacerle frente a la globalización.

El autor cuenta cómo los países desarrollados subestimaron a varias de estas compañías, consideraron que las economías de los llamados mercados emergentes no tenían futuro. Hoy, han tenido que asimilar este cambio y entender que la globalización es para todos.


CEMEX, la productora de cemento mexicana, es sólo un ejemplo. Actualmente emplea más de 30.000 personas en Estados Unidos y en Europa, más de las que emplea en México. Los comités de gerencia en CEMEX se llevan a cabo en inglés y la mitad de sus empleados en el mundo ni siquiera hablan español.

Hyundai es otro ejemplo. Inauguró una planta en Alabama, Estados Unidos, con más de 2.000 empleados. “Recientemente, cuenta Van Agtmael, solicité una entrevista con el director ejecutivo de Ranbaxy, la empresa india de productos farmacéuticos, y me encontré con que es el británico Brian Tempest”.

El libro cuenta la historia de 25 empresas, de cómo han llegado a estar donde están. Así como otras que en los mismo sectores no lo han logrado. Y sostiene que la respuesta del llamado mundo desarrollado frente a este nuevo surgimiento no puede ser defensiva, debe ser creativa, para entender que en el mundo globalizado todos pueden ganar. Las empresas más exitosas pertenecen en su mayoría a los países BRIC (Brasil, Rusia, al India y China), y están por encima de Taiwán, Malasia y Corea.

Los mercados conocidos como eficientes aún subestiman buena parte de estas empresas y las asocian con un nivel de riesgo excesivo y, según el autor, de no haber sido por la diversidad, los obstáculos y los prejuicios que encontraron en el camino, quizás estas empresas nunca habrían logrado el éxito mundialmente reconocido. Muchas veces son secretos propios de los mercados emergentes.

“Muchas de las empresas de talla mundial del futuro surgirán de las “nuevas economías” y no de la “nueva economía”, sostiene el investigador.

Algunas de las empresas que el autor menciona como ejemplo con Samsung, Hiunday Motor, High Tech, Lenovo, Infosys, Embrear, Concha y Toro, Petrobras, Telmex y Televisa, entre otras.