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Nicolas Sarkozy fue elegido presidente de Francia

El cambio de presidente en Francia es también un cambio generacional en política. La silla presidencial de ese país ha estado ocupada durante los últimos 12 años por Jacques Chirac. La participación del electorado fue del 85%.

6 de mayo de 2007

París_ Los votantes franceses eligieron a Nicolas Sarkozy como su nuevo presidente el domingo, de acuerdo con algunas proyecciones preliminares.

Con más de la mitad de votos contados, el conservador Sarkozy obtuvo el 53% de los votos en medio de una masiva participación electoral, terminando con las esperanzas de la candidata socialista Segolene Royal de convertirse en la primera presidenta del país, de acuerdo con cifras del Ministerio del Interior.

En tanto, las agencias encuestadores también dieron un margen de ventaja del 53% a Sarkozy contra el 47% de Royal, en una jornada en la que hubo una participación del 85% del electorado.

"El pueblo de Francia ha elegido el cambio", indicó Sarkozy en su discurso para anunciar su victoria. El carismático pero controvertido candidato de la derecha prometió que será "presidente de todos los franceses". Advirtió también quye la Unión Europea no debe ser el "caballo de Troya" de los males de la globalización.

Con respecto a Africa, dijo, "queremos ayudarla a derrotar las enfermedades, el hambre, la pobreza y a vivir en paz".

Francia y Africa "decidirán juntas una política de inmigración", aseguró.

Por su parte, Royal admitió su derrota, al indicar que "he brindado todos mis esfuerzos y seguiré adelante. Algo ha comenzado y no se detendrá", indicó la candidata socialista ante sus simpatizantes.

Tanto Sarkozy _quien dice que debió luchar más para sobresalir por sus raíces extranjeras_ como Royal _madre de cuatro hijos que señala que debió sobreponerse al sexismo_ han representado personalidades novedosas en la política francesa, y han infundido dinamismo a un electorado que busca un nuevo rumbo para el país.

La contienda marca un cambio generacional en el gobierno, un político de cincuenta y tantos años sustituirá a Jacques Chirac, quien tiene 74 y ha permanecido en el cargo durante 12.

Sarkozy recibirá de Chirac una nación con los salarios estancados y una economía debilitada en comparación con las de las otras naciones integrantes de la Unión Europea, con una presencia internacional debilitada y con una gran carga de frustración que comienza a dar señales de peligro en los suburbios pobres y cargados de inmigrantes.

Pero Sarkozy y Royal, o Sarko y Sego como les llaman sus respectivos simpatizantes, tenían fórmulas radicalmente distintas para reavivar la aletargada economía francesa, revertir la influencia declinante del país en los asuntos mundiales y mejorar la vida de los residentes pobres en los barrios residenciales donde numerosos jóvenes, principalmente pertenecientes a minorías étnicas, protagonizaron una serie de severos disturbios en el 2005.

La policía se preparó discretamente para controlar los disturbios que se preveía podrían producirse en los suburbios.

Aliviar las tensiones en los suburbios será uno de los mayores retos para Sarkozy como presidente.

Sarkozy, de 52 años, dice que la jornada laboral de 35 horas a la semana, vigente en Francia, es absurda, y quiere eximir de impuestos el pago de horas extras, a fin de alentar a la gente para que trabaje más.

Durante su desempeño como ministro del interior, Sarkozy se enfrentó a la delincuencia, la inmigración ilegal y los automovilistas ebrios. Ha prometido imponer sentencias más severas para quienes reincidan en la comisión de delitos, en caso de ganar la presidencia.

Es un admirador de Estados Unidos, a quien le ha tomado prestadas algunas ideas.

La policía vigilaba las calles ante la posibilidad de que se registraran algunos disturbios el domingo en la noche en los vecindarios pobres de inmigrantes si Sarkozy ganaba.

En un recinto de votación cerca de los Campos Elíseos de París, Anne Combemale expresó que votó por Sarkozy debido a su plataforma de economía de mercado.

"Tiene la fuerza de voluntad para cambiar a Francia", manifestó Combemale, una desempleada de 43 años.

Para impulsar cambios, el ganador necesitará obtener la mayoría en las elecciones legislativas de junio.

Royal, de 53 años, fue ministra del medio ambiente. Cree que Francia debe mantener sólidos sus programas de bienestar social. Desea elevar el salario mínimo, generar medio millón de empleos financiados por el estado para los jóvenes, así como construir 120.000 unidades habitacionales subsidiadas al año.

Pero también es pragmática y admite que la semana laboral de 35 horas ha tenido tanto beneficios como retrocesos que quiere eliminar.

Bechir Chakroun, un joven de 26 años que trabaja en mercadotecnia, dijo que le gustaba el compromiso de Royal para ayudar a los pobres.

"Ella representa el cambio, quiero ver qué es lo que puede hacer una mujer", sostuvo.

Durante su campaña, Royal habló frecuentemente de sus hijos, y solicitó especialmente el voto de las mujeres.

 

 

AP