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Negocios peligrosos

La última macro-rueda de negocios entre Colombia y Venezuela fue todo un éxito. Queda por ver, sin embargo, si las relaciones entre los dos países no supondrán un obstáculo al intercambio comercial.

8 de julio de 2005

La macro-rueda que se realizó la semana pasada en Bogotá entre empresarios colombianos y venezolanos fue, a primera vista, todo un éxito. Durante los tres días que duró, los empresarios de los dos países consolidaron negocios cercanos a los US$520 millones. Proexport y la venezolana Bancoex, los organizadores, se felicitaron mutuamente y salieron con un agradable sabor de boca. El último encuentro de este tipo, que se realizó el año pasado en Isla Margarita, apenas consiguió promover negocios por unos US$80 millones. Más de 700 empresarios aterrizaron en esta última convocatoria. Los sectores de manufactura, cueros textiles y construcción cerraron negocios por más de US$100 millones de dólares. El petróleo, como de costumbre, se transformó en el sector más apetecido al alcanzar los US$420 millones. Se trata, pues, de una buena tajada del comercio entre los dos países. El intercambio comercial entre Colombia y Venezuela superará este año los US$3.000 millones, de los cuales US$2.000 millones corresponderán a exportaciones colombianas.





Pero quizá el resultado más importante es que la macro-rueda parece haber confirmado que los escalofríos sufridos por las empresas exportadoras de ambos países cuando las relaciones diplomáticas entre Caracas y Bogotá casi se hunden a principio de año por el caso Granda han desparecido por completo del horizonte. El entusiasmo con el cual los sectores empresariales de los dos países se sentaron a tranzar negocios en la macro-rueda invitaría a pensar que los problemas que surgieron en ese momento entre Hugo Chávez, presidente de Venezuela, y Álvaro Uribe, presidente de Colombia, fueron sólo una entelequia. La realidad, sin embargo, es que las políticas, las ideas y las amistades en el escenario internacional de los dos mandatarios no podrían ser más distintas. Las relaciones comerciales, no obstante, siguen siendo el principal adhesivo entre las dos países.





El vínculo comercial es tan fuerte que la andadura y el repunte de la economía venezolana en 2004 fue un factor esencial en el desempeño de las principales empresas colombianas. La cifra de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Venezuela el año pasado fue de un sorprendente 17% . Este repunte, sin embargo, vino después de que el país entrará en una dura recesión en 2003. Ese año, el PIB del país retrocedió un 7,6%. El barril de petróleo en ese momento promediaba una cotización de US$28, frente a los US$60 a los que se acerca ahora mismo. Es sencillo deducir que el buen desempeño de la economía venezolana ha sido más bien el resultado de la escalada del precio del petróleo, una variable imposible de controlar. Mientras el crecimiento de la economía venezolana puede seducir a muchos exportadores colombianos, la realidad es que no hay ninguna certeza de que el PIB del país vecino no sufrirá otra recaída.





Todo esto, sin embargo, tuvo poca importancia para los empresarios que participaron en la macro-rueda. Eduardo Delgado, agregado comercial de la embajada de Venezuela, declaró a los medios que los resultados superaron todas las expectativas.

PDVSA, por ejemplo, logró concretar negocios en Colombia por US$ 420 millones con empresas que buscan adquirir algunos de sus productos. Las pequeñas y medianas empresas (Pymes), por su parte, también consiguieron armar nuevos y buenos negocios en la macro rueda. Las pymes de los dos países cerraron acuerdos por más de US$75 millones.

Las cifras demuestran el optimismo de los sectores empresariales de ambos países. Queda por ver, sin embargo, si las relaciones comerciales se encuentran realmente blindadas frente a las recurrentes asperezas entre Bogotá y Caracas. El otro nubarrón en el horizonte es la dependencia de la economía venezolana, y como resultado de las exportaciones de los países colombianos, de los vaivenes de la cotización del petróleo.