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Llegó a Colombia hace más de 10 años luego de trabajar en su país, España, y en Venezuela. | Foto: Catalina Gallo R.

Ejecutivos

La voz de la experiencia

Roberto Cocheteux Tierno, presidente de la Organización Sánitas Internacional en Colombia, considera que la experiencia pesa más que la academia y que el liderazgo lo imponen los demás. Entrevista con Dinero.com

Catalina Gallo R.
30 de agosto de 2007

Roberto Cochetuex Tierno es un ejecutivo que conversa sobre su trabajo como si fuera algo elemental. Es el tono propio de quienes tienen experiencia y a fuerza de aprender con la vida explican su quehacer diario con palabras sencillas. Para él, la experiencia y la vida son los mejores formadores de seres humanos y de potenciales hombres de empresa. Valora el compromiso y a las personas de mente abierta, capaces de dejarse sorprender y darle la bienvenida a los cambios.

Llegó de España hace más de 10 años a Colombia, sólo y abandonado como él mismo dice con humor, y poco a poco ha traído a otros tantos españoles para trabajar en una organización que cuenta con 28 empresas y 8.000 empleados, muchísimos de ellos, claro está, colombianos. Roberto Cocheteux es el Presidente de la Organización Sánitas Internacional en Colombia.


¿Cómo ejerce usted el liderazgo?
Creo que ejerzo el liderazgo desde la aceptación de la gente que trabaja conmigo, me aceptan como la persona que puede coordinarlos y orientarlos hacia sus objetivos. El liderazgo no te lo impones tú, te lo imponen los demás.

¿Qué características hacen que una persona sea la indicada para guiar a un grupo o a una organización?
La confianza de los demás en la persona, en que es la adecuada para confiar en ella; resultados positivos anteriores, otras veces que han confiando en ella han conseguido los resultados adecuados a esa confianza; el conocimiento y el apoyo permanente al grupo y la manera de coordinarlos, ver que todos tengan la oportunidad de expresar sus opiniones y sus inquietudes hacia el proyecto que están haciendo; y la rapidez con la cual tome las decisiones. Si el líder no toma decisiones, pues tampoco sirve.

¿Cómo toma usted las decisiones?
Escucho a los implicados en un problema, analizo cuáles son los objetivos que tiene la organización en ese proyecto y las tomo los más rápido que pueda. En el momento en que están claros el objetivo y las alternativas que existen decido cuál es la mejor y por ahí nos vamos.

¿Cómo organiza usted los equipos?
Lo principal es que la estructura en la organización es muy plana. Tenemos un sistema absolutamente matricial, para tomar decisiones importantes mínimo se necesitan dos personas. Cada empresa tiene unos responsables en el plano vertical, es decir, en lo que es la empresa en sí misma, y el grupo tiene unos responsables en el plano horizontal. Por ejemplo, la vicepresidencia financiera mira todas las empresas financieramente, entonces, para tomar una decisión financiera de una empresa del grupo, el gerente de la empresa es responsable de esa decisión y el vicepresidente financiero también. Normalmente se ponen de acuerdo sin problema, si eso no sucede vienen a mí y yo soy un tercero para tomar la decisión definitiva o para llevarla al comité de presidencia si la cosa no es tan urgente. En el comité se toman las decisiones de esas discrepancias. Se dan poco, realmente las dos personas prefieren llegar a un acuerdo en vez de ir al comité

¿De acuerdo con eso, su estilo es más de autonomía que de control?
Más de autonomía. Me gusta más cuando se ponen de acuerdo ellos que cuando me llaman a mí, trabaja uno mucho menos (risas). El trabajo es más de orientación, de recordarles cuales son los objetivos, que no se desvíen de los objetivos del grupo. Muchas veces recordar que los medios no son la meta, que un informe, por ejemplo, no es un objetivo, es una herramienta. La diferencia entre objetivos y herramientas es muy importante.

¿Cómo maneja usted las situaciones de crisis?
Enfrentándolas. Las situaciones de crisis dependen del volumen de la crisis, si requiere un gabinete de crisis, se convocan a las personas que creemos tienen que ver con esa posible crisis, se analiza exhaustivamente la situación para ver qué medidas tomamos, si las medidas requieren de la junta directiva o de la reunión de socios, pues inmediatamente se convoca. Si no, pues empezamos a trabajar en ello. Hay contacto personal y telefónico hasta que se resuelve la crisis.

¿Qué lo lleva a contratar a alguien para trabajar con usted?
Yo contrato solamente a las personas de muy alto nivel, en general recursos humanos hace todo el proceso para los demás. ¿Cuáles son para mí las cualidades más importantes? Son su integración al grupo humano de la organización, que sea alguien que pueda poner entusiasmo en los objetivos que tenemos, una persona abierta de mente, sin ser complicada ni fundamentalista, que pueda interrelacionarse adecuadamente, que sus ambiciones secunden las de los demás, que no sean ambiciones personales y en conflicto; si crecemos, crecemos todos.

¿Hay algún elemento intuitivo o de percepción en esta selección?
Sí, hay mucho.

¿Cómo lo puede definir?
Busco entre mis amigos, entre la gente conocida que ya ha demostrado sus cualidades personales. Supongamos que necesito un vicepresidente financiero, lo primero que hago es: entre la gente que yo conozco, cuál me gusta para el cargo y se lo ofrezco, no llamo a un headhunter, no hago un concurso público, no, busco entre los que me gustan y entre los que les gustan a nuestros colaboradores, ese es el sistema.

¿Cómo maneja el factor cultural por el cambio de país?
A mí me tocó sólo y abandonado el cambio de país y no me parece tampoco tan complicado, los demás se han venido ya, digamos, de mi manito cuidaditos y ahora ya somos suficientes como para que quien llegue se sienta arropado, ya no tiene ningún problema.

No existe un elemento cultural que haga más fácil o más difícil...
Yo diría que no, se quedan encantados porque Colombia es un país súper agradable, se sienten bien con la gente, con los trabajadores, son bien recibidos en el equipo en el que caigan y se integran muy rápidamente. Yo creo que las pequeña bobadas que podrían ser como costumbres de alimentación o cosas así, pues ya se resuelven porque se consigue de todo.

¿Cómo maneja las situaciones de estrés relacionadas con el trabajo?
Enfrento la situación y una vez enfrentada, se me pasa el estrés. Lo que a mí me produce estrés es tener cosas pendientes, pero cuando enfrento las cosas y estoy en ellas, se me pasa totalmente el estrés.

¿Qué balance tiene para usted la relación entre la academia y la experiencia, cuál tiene más peso?
La experiencia. A partir de siete, ocho años de experiencia de alguien, ésta vale muchísimo más que la academia. Puede venir alguien con todos los Harvard, todos los master sin experiencia y vale muchísimo menos que alguien que lleve siete años trabajando.

¿Cómo se mantiene actualizado?
El problema es que mi profesión, que es la de empresario, no tiene demasiados elementos de actualización, pero lo hago con muchas conversaciones con otros empresarios, algo en revistas especializadas y periódico, un poquito en internet y sobre todo con prueba y error, ensayando a ver si esto funciona, y si no funciona, corregir.

¿Existe la posibilidad de equivocarse dentro de la organización?
Claro, yo creo que no se equivoca quien no hace nada. Todos los que tratamos de hacer cosas nos equivocamos muchas veces. Lo que tratamos de conseguir es que el número de aciertos sea suficientemente mayor al de errores. Aquí se castiga la deshonestidad, es lo que más castigamos, por lo que más gente sale de la organización, desgraciadamente. Y a veces la indiferencia, la falta de compromiso.

A veces los incompetentes somos nosotros, no hemos sabido poner a la persona en el sitio adecuado y en un grupo que tiene 28 empresas y 8000 empleados siempre o casi siempre, hay una posibilidad de reubicar a alguien. Muchas veces es culpa nuestra si alguien lo está haciendo mal. En los puestos más altos, que hay menos posibilidades de reubicación, la gente lleva muchísimo tiempo y si se van es porque se han querido ir, porque han tenido mejores oportunidades en el mercado -lo cual tiene su derecho absoluto-, o, a veces, unas poquísimas veces, porque no tenía compromiso.

¿Qué consejo le daría usted a un joven que quisiera ser un líder o un director de una organización?
Primero, yo diría que sean muy generosos, la manera de salir adelante es con generosidad. Que asuma algún riesgo, uno asume riesgos cuando es joven, hay que arriesgarse, porque es en el riesgo en donde hay mayor ganancia. Hacer lo que les guste, ese es otro consejo. Uno dedica al trabajo, muchas veces, más de la mitad de la vida despierta y es una pena estar haciendo algo que no te guste. Si alguien quiere triunfar tiene que hacer lo que le guste. Y si haces lo que te guste y además te pagan por ello, pues es maravilloso. Al final, si eres generoso con la vida, la vida es generosa contigo. Siempre al final vas aprendiendo y acabas recibiendo lo que te mereces. Eso es lo más importante.