Home

Empresas

Artículo

Chichén Itza. | Foto: Marta Elizabeth Barbosa

Turismo de autor

La Ruta Maya un mundo por descubrir

Qué encuentra un viajero en el programa que lo lleva por entre ciudades y templos precolombinos, desde Copán en Honduras hasta Chichén Itza en México. La experiencia de la profesora Marta Elizabeth Barbosa escrita para Viajes Hermes.

Marta Elizabeth Barbosa
22 de febrero de 2011

A través de los senderos que conforman la Ruta Maya, el mito y la realidad emergen para llevar al caminante hacia el pasado, hacia los tiempos en que la sociedad Maya alcanzó su máximo esplendor.

 

Al iniciar la ruta en Copán, Honduras el viaje lleva al visitante a través de lo que fuera el centro científico de la época clásica, como lo atestiguan la estructura principal de la ciudad conformada por cinco plazas anexas, un complejo de pirámides, terrazas y templos y destacando entre ellos, la escalera jeroglífica con sus caras escupidas con más de 1.500 jeroglíficos formando la inscripción más larga hallada en territorio Maya.

 

En Tikal, Guatemala, considerado como el más antiguo centro de la civilización Maya, la monumentalidad de su arquitectura se evidencia en varios lugares, entre ellos la Gran Plaza Central, el corazón de la ciudad. Aquí dos grandes templos y el juego de pelota denotan la importancia y relación entre lo sagrado y el juego.

 

En la acrópolis central se encuentra un complejo de palacios siendo los más destacados el Palacio Mahler y el Palacio de los Cinco Pisos. Ante el templo del Gran Jaguar se comprende por qué este animal era sagrado y lo que representaba en las relaciones con el inframundo. Otro monumento a destacar en Tikal es la estela, que narra los más importantes eventos en las ciudad y en la parte superior se encuentra el gobernante conocido como “Cielo tormentoso”, que sostiene un tocado antes de ponérselo. Esta estela también recuerda que los escribas tenían una posición muy importante en la sociedad Maya.

 

En Palenque, al sur de México, el templo de las inscripciones ha sido considerado el único caso de un templo-pirámide que también es tumba. Finalizando la Ruta Maya se llega a Chichén Itza, uno de los centros urbanos mayas más conocidos, en este lugar la arquitectura es muy diferente a las otras ciudades y las superposiciones de muchos edificios hablan de un periodo largo en la construcción de parte de la ciudad. En Chichén Itza son de obligatoria visita entre otros, el templo de Kukulkan cuyos cuerpos escalonados alcanzan una altura de 24 metros, la escultura de Chac Mool el enviado de los dioses, el edificio conocido como el observatorio y de manera relevante no se debe dejar de disfrutar el conocer la historia de los mayas tratando de leerla a través de los frisos que decoran gran parte de los edificios.