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La agencia de viajes Vidas Increíbles hace unas vacaciones al estilo la isla de la fantasía. | Foto: Vidasincreibles.co

Turismo

La agencia de viajes que quiere hacer los sueños realidad

La historia no comienza con gritos de "¡el avión, el avión!" pero las comparaciones con "La isla de la fantasía" son inevitables.

Alianza BBC
16 de julio de 2011

En la popular serie televisiva que se transmitió en Estados Unidos entre 1978 y 1984, Ricardo Montalbán interpretaba al dueño de una isla misteriosa donde todos los sueños podían hacerse realidad.

Y el colombiano Juan Diego García, de la agencia de viajes "Vidas Increíbles", promete hacer lo mismo, siempre y cuando el sueño implique pasar algunos días ejerciendo un típico -o no tan típico- oficio colombiano.

"Por ejemplo, ahí está el paquete ser cafetero: se vive en una finca cafetera, se trabaja en una fábrica de café, aprendiendo a molerlo, a tostarlo, a empacarlo, y en un coffee house, aprendiendo a prepararlo", cuenta García.

"O se puede ser cocinero, una experiencia que permite familiarizarse con la comida típica colombiana".

"En este caso, el turista está como ayudante de chef de cocina de un restaurante durante un par de días, aprendiendo la gastronomía, pero haciendo", le dijo García a BBC Mundo.

Entre los paquetes ofrecidos por la agencia también están el de arriero y el de "silletero" –como llaman en Medellín a los tradicionales vendedores callejeros de flores-, pero también se ofrece la opción de pasar un par de días en la piel de un detective privado, un reportero gráfico, un pescador artesanal, un chamán o entrenador de perros.

Y también han diseñado experiencias "por pedido", para gente que ha querido saber que se siente ser escritor, ser dueño de una agencia de modelos, ser propietario de un taller de diseño de bodas, bombero o capitán de navío.
Aprovechar la gente

García, quien vive en Medellín, cuenta que la aventura empezó un poco como "una especie de consultoría de actividad vocacional".

Pero terminó convirtiéndose en una agencia de viaje cuando recordó que los relatos de sus viajes más memorables, y los de las personas que él conocía, tenían todos un común denominador: "empiezan con las personas que conocimos, con las cosas que tuvimos la oportunidad de hacer".

"Y si uno le pregunta a los extranjeros que vienen al país que es lo que más les gusta de Colombia, ellos siempre responden que la gente", afirmó.
Eso le hizo pensar que la idea de una agencia de viaje que se encargara de facilitar experiencias interesantes tenía potencial.

Y el proyecto, para el que también sirvieron de inspiración "La isla de la fantasía" y un par de agencias de inmersión vocacional que conocía en Estados Unidos y Portugal, terminó haciéndose realidad hace un año.
Desde entonces a la fecha, "Vidas Increíbles" ha atendido a unos 60 clientes de diferentes edades y nacionalidades.

"Los clientes son desde jóvenes que están estudiando su bachillerato y quieren explorar lo que quieren hacer antes de entrar a la universidad, a solteros que ya han viajado mucho y quieren experimentar una manera diferente de viajar".

"También hemos tenido personas mayores que ya están jubilados, que están en posesión de un retiro, y buscan este tipo de viajes exóticos", agregó.
Para toda la vida

Al alemán Mathias Wagner, sin embargo, lo que más le llamó la atención fue la posibilidad de interactuar con la gente local.

Este joven bávaro de 25 años tenía dos semanas en Medellín cuando decidió ponerse en la piel de un "silletero" de Santa Elena, en la zona rural de Medellín.

"Me fui a una tienda de flores por la mañana y trabajé ahí, me explicaron como era, me tocó hablar con la gente, me gustó mucho. Y luego me fui a una finca silletera a ver como hacen las silletas, recogen las flores… me pareció muy bacano", le dijo a BBC Mundo.

Wagner, de 25 años, se sintió tan a gusto en Santa Elena que decidió quedarse a vivir ahí y abrir un hostal.

"Me encanta la onda de la gente, son muy amables, me pareció un buen lugar para quedarse un rato. Y después conocí a quien ahora es mi mujer, mi esposa, y así es el cuento básicamente", relató.

Mathias no recuerda exactamente cuánto pagó por la experiencia que terminó cambiándole la vida.

Y, según García, todo depende del tipo de experiencia y el número de días que se quieran experimentar.

"Tenemos experiencias que cuestan desde US$150 un día -el ser cocinero, el ser silletero- hasta US$400 un día de ser detective privado, porque hay que hacer trabajos de cambios corporal y morfología".

"Pero todo es real. Por ejemplo trabajamos con una agencia de detectives, que hay acá en Medellín, que tiene sus casos reales. Para la experiencia se ser chamán trabajo con un personaje de la etnia huitota que es del Amazonas", explicó.

Y, pensando en el futuro, "Vidas Increíbles" está diseñando nuevas experiencias vinculadas a oficios tradicionales de países vecinos, como Bolivia y Ecuador.

Se trata, en palabras de García, de aprovechar la riqueza y la diversidad de Colombia y la región.