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De acuerdo con la revista, la situación colombiana es más que una corrida de toros. Desde 2002, la inversión extranjera directa ha aumentado cinco veces pasando de $2,000 millones a $10,000 millones. El PIB per cápita se duplicó a US$5,700.

Inversión buena pero arriesgada

Los certificados ganaderos a término que se transan en la Bolsa Nacional Agropecuaria BNA tienen una buena rentabilidad, pero tienen un riesgo importante. ¿A quién le conviene comprarlos?

1 de abril de 2009

Los certificados ganaderos a término que se transan en la Bolsa Nacional Agropecuaria BNA son los quizás los títulos de renta fija con mayor retorno del mercado colombiano. Esos papeles de plazos de 360 a 365 días se compran con una rentabilidad para el inversionista de 15% efectivo anual y quedan, después de las comisiones de la Bolsa, del comisionista y de la Cámara de Compensación en 13,5%.

Este retorno supera el de un CDT a ese mismo plazo, que va desde 7,1% hasta 7,75%.

Además tienen una ventaja de montos mínimos de inversión. Los corredores de la BNA reúnen poco a poco el dinero que se requiere hasta completar los $100 millones o $150 millones que se necesitan como inversión mínima. “Se puede entrar casi con cualquier suma. El mínimo depende de las políticas de cada corredor”, explica Juan Ramón Oliveros, comisionista de la firma Torres Cortés.

Esa ventaja se podría ver como un inconveniente menor, por cuanto el inversionista tiene que esperar a que se complete el monto mínimo y que haya un papel de este tipo disponible. Con todo, Juan Ramón Oliveros dice que la espera no es superior a una semana.

Pero entonces ¿por qué no hay una avalancha de dineros moviéndose hacia los certificados ganaderos a un año?

La razón para la cautela se encuentra en las tesorerías del sector financiero. Algunos tesoreros de bancos internacionales consultados por Dinero.com, dicen que las inversiones que maneja la BNA tienen un riesgo alto.

La razón, dicen, está en el respaldo institucional de las operaciones. La Cámara de Compensación de la Bolsa es la que respalda todas las operaciones que negocia la BNA. La Cámara tiene un patrimonio cercano a los $25.000 millones. Pero de ese dinero, que ya es poco para respaldar cerca de $300.000 millones en operaciones, la Cámara tiene un capital suscrito y efectivamente pagado de $17.000 millones. El resto del patrimonio está por suscribir ($9.600 millones), o son valorizaciones que no son plata contante y sonante ($4.500 millones en prima colocación de acciones) y que solo se realizaría si se vende el negocio, bien vendido. Esa es la fotografía de una entidad más o menos endeble, sostienen.

“Ese patrimonio no da”, dice una tesorera consultada por Dinero.com. Algunos incluso recuerdan que la última calificación de la firma evaluadora de riesgo BRC, les dio un AA-, que no es una maravilla en términos de seguridad.

Además las operaciones en la BNA tienen, según ellos, un riesgo reputacional elevado. “Todavía están muy presentes en la memoria los últimos escándalos de comisionistas de esa bolsa”, comentó uno de los consultados.

Entonces, poner los ahorros en un certificado ganadero es una buena jugada para un inversionista agresivo que le apuesta a la rentabilidad, pero no es muy recomendable para los inversionistas conservadores. “Para alguien no agresivo, las inversiones en dólares son muy rentables y por supuesto, mucho más seguras”, concluyó la tesorera.