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ANALISIS

Humo blanco en la Fed

Según Felipe Gómez, de Porvenir, el mayor cambio que se verá en la Fed será en la fijación de un "target" explicíto para la inflación.

30 de octubre de 2005

El Presidente Bush anunció que el próximo sucesor de Alan Greenspan, Presidente del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), será Ben Bernanke, actual jefe del staff de economistas de la Casa Blanca. La transición se oficializará el próximo 31 de enero de 2006, luego de que el Congreso de Estados Unidos dé su consentimiento. La decisión es bastante trascendental, ya que el nuevo Sumo Pontífice de la Política Monetaria es considerado por muchos como el gran defensor del esquema de inflación objetivo (inflation targeting).

Este esquema consiste en que el Banco Central anuncia públicamente a los agentes del mercado, una meta cuantitativa de inflación, que puede ser un rango o un número puntual. El uso de este esquema de política monetaria, se caracteriza por emplear las tasas de interés, como instrumento para suavizar el ciclo económico.

De esta forma, cuando un país está creciendo por debajo de su capacidad potencial (de pleno empleo), las tasas de interés deben disminuirse para estimular la inversión. De igual manera, cuando la producción está por encima de su nivel potencial, las tasas de interés deben incrementarse para restarle dinamismo a la economía y no generar presiones inflacionarias.

Actualmente, bajo el mandato de Alan Greenspan, Estados Unidos tiene un híbrido de políticas para realizar su manejo monetario. Por un lado, aunque no hace explícita su meta anual de inflación, utiliza las tasas de interés como el principal objetivo para mantener controlados los precios. Por otro lado, el FED realiza seguimiento continuo al crecimiento de los agregados monetarios, buscando evitar desfases que pongan en peligro la estabilidad de precios.

Con el cambio de cabeza en el FED, es muy probable que la política monetaria estadounidense se incline hacia la aplicación de un esquema de inflación objetivo más puro, entregando al mercado explicaciones más claras de los movimientos que realice el FED. Con el cambio se tendrá una mayor certidumbre, que reducirá el riesgo de inflación para el inversionista en Estados Unidos y permitirá que se genere una mayor confianza que se traduzca en crecimiento económico.

El reto entonces para Bernanke, será sortear una inflación en ascenso, en medio de un boom de la propiedad raíz, de un déficit récord en cuenta corriente y de un estado de las finanzas públicas en deterioro. Al parecer, Bush acertó con el nombramiento. Con la ortodoxia, trayectoria y respeto de Bernanke, se seguirá manteniendo el mejor activo que deja Greenspan: La credibilidad y la confianza en el manejo monetario.

Por tanto, en el corto plazo, es muy probable que para mantener esta credibilidad Bernanke continúe con la tendencia alcista en las tasas de interés de intervención que trae Greenspan. Estas tasas seguirán subiendo debido a que los mayores precios de los combustibles han generado alzas en la inflación total americana, que pasó de 2,5% en septiembre de 2004, a 4,7% un año mas tarde. Aunque para muchos el alza de los precios de los combustibles se origina por desbalances entre oferta y demanda que no son controlables con la política monetaria, es muy probable que afecten las expectativas de los agentes, generando mayores presiones en las negociaciones de salarios para el próximo año. Por esto, la nueva administración del FED no dudará en seguir apretando clavijas.



El esquema de inflación objetivo en Colombia. La Constitución Política de Colombia de 1991 le encomendó al Banco de la República una tarea de enorme importancia para el país: velar por el mantenimiento de la capacidad adquisitiva de la moneda. Para esto, lo dotó con autonomía administrativa, patrimonial y técnica. Desde 1999 el Banco de la República ha implementado oficialmente la estrategia de política monetaria de inflación objetivo. La adopción de este esquema ha permitido que la inflación haya mantenido un descenso continuo, generando credibilidad en las políticas del Banco de la Republica.

Gracias a esta credibilidad, e Gobierno ha podido financiar su déficit fiscal con bonos emitidos a plazos mayores (hasta 15 años), los inversionistas trajeron de nuevo sus dólares luego de haber huido en la crisis de finales de los 90s y la economía colombiana presenta buenas tasas de crecimiento económico.

Sin embargo, para muchos, las ganancias en credibilidad obtenidas pueden estar peligrando en Colombia. El argumento está en que el esquema de inflación objetivo no es compatible con las compras de dólares que ha realizado el Emisor para detener una mayor revaluación del peso. Estas intervenciones irrigan liquidez al mercado de pesos, y para muchos, ponen en peligro el cumplimiento de la meta de inflación.

Saliendo adelante a estas críticas, y buscando que no se afecte la credibilidad y buena imagen que tiene actualmente el Emisor, hace poco José Darío Uribe, el pontífice monetario colombiano, mostró en una conferencia un fenómeno interesante: Utilizando datos desde Enero de 1999 hasta Septiembre de 2005, se ve que ha existido una relación inversa entre la variación anual de los agregados monetarios y la variación anual del IPC.

Esta relación es sorprendente, y sustenta el incremento en la liquidez que ha tenido Colombia. Sin embargo, no se puede caer en la trampa de seguir actuando con esta información, irrigando aún más liquidez a la economía. Un desborde monetario ocasiona incrementos en los precios de los bienes medidos en el IPC, y genera valorizaciones ficticias (burbujas) en el precio de algunos activos, como la Finca Raíz, las Acciones y los Títulos de Tesorería TES emitidos por el Gobierno Nacional.

Luego, este tentador gráfico debe mirarse teniendo en cuenta que desde 1999 hasta la fecha, la economía colombiana ha pasado de una recesión abrupta a la recuperación en la actividad productiva. Este hecho ha influido en que desde 1999 hasta la fecha, la economía ha estado operando por debajo su capacidad potencial, y los incrementos en la liquidez no han generado una aceleración en la inflación.

Sin embargo, esta situación no necesariamente continuará repitiéndose en el futuro, razón por la cual, la autoridad monetaria deberá prestar mucha atención a que la actividad económica no supere su nivel potencial. Para esto, deberá tener presente en que momento debe apretar las riendas de la política monetaria, incrementando sus tasas de interés de referencia. De esta forma, se mantendrá la credibilidad en el Emisor y los agentes seguirán financiando el principal desbalance que tiene la economía Colombiana: El Déficit Fiscal.

Un Banco Central como el de Estados Unidos o Colombia, entiende mejor que ningún otro agente las implicaciones de perder la credibilidad en su manejo monetario. En el momento en que la inflación amenaza con subir, acude a la política monetaria contraccionista como medida para lograr la estabilidad de precios. El esquema de inflación objetivo, aplicado en Colombia y profesado por Bernanke, hace público este compromiso, y genera las condiciones necesarias para el crecimiento económico en el largo plazo.

* Artículo realizado con la colaboración de Nicolás Romero, analista de la Gerencia de Investigaciones Económicas de PORVENIR S.A.