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Luego de ver a una industria estadounidense icónica vapuleada en medio de la Gran Recesión, algunos estadounidenses decidieron prestar más atención a los vehículos fabricados por las empresas del país.

Fracasó rescate de automotrices

El Senado de Estados Unidos no se puso de acuerdo sobre el rescate del sector automotriz. No se hará nada en lo que resta del año.

12 de diciembre de 2008

WASHINGTON- El Senado de Estados Unidos no logró alcanzar el jueves por la noche un compromiso de último minuto para rescatar a las automotrices nacionales, poniendo fin de hecho a cualquier oportunidad de acción del Congreso en ese sentido en lo que resta del año.

Las negociaciones mediadas por los republicanos fracasaron, dejando al Senado en un punto muerto respecto al plan para otorgar 14.000 millones de dólares en préstamos a las Tres Grandes de Detroit para eludir la amenaza de un colapso de una o más automotrices, dijo el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid.

"Todo ha terminado", declaró Reid en el salón de debates.

Los legisladores posteriormente llevaron a cabo una votación de procedimiento sobre un proyecto de ley auspiciado por los demócratas y negociado con la Casa Blanca, que fracasó al arrojar 52 votos a favor y 35 en contra y no reunir el respaldo necesario.

"Hay demasiada diferencia entre los negociadores para alcanzar un acuerdo", dijo Reid.

Los mercados de la región Asia-Pacífico caían casi un 4 por ciento tras las noticias del colapso del rescate, con descensos del más del 6 por ciento en Tokio y Hong Kong.

El precio del crido estadounidense caía más de un 5 por ciento, a 45,55 dólares por barril.

La Casa Blanca dijo que evaluará sus opciones a la luz del fracaso del proyecto de rescate. El portavoz de la Casa Blanca Tony Fratto declinó decir cuales eran esas opciones.

Fratto dijo que el fracasado proyecto "presentaba la mejor oportunidad para evitar una bancarrota desordenada y asegurar a la vez que los fondos de los contribuyentes sólo irían a firmas cuyos accionistas estuvieran preparados para tomar decisiones difíciles que las volvieran viables".

En tanto, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que "la única opción viable ahora" para la Casa Blanca es ofrecer los fondos a las automotrices a través del programa de rescate financiero de la Secretaría del Tesoro.

MUY CERCA, PERO SIN ACUERDO

El desenlace se produjo luego de intensas discusiones sobre un posible compromiso, que según los participantes no se concretó debido a concesiones salariales propuestas por el poderoso Sindicato de Trabajadores Unidos de la Industria Automotriz (UAW, por su sigla en inglés).

"Estuvimos a tres palabras de distancia de un acuerdo", dijo el senador Bob Corker, un republicano por Tennessee que propuso la alternativa y encabezó las charlas.

El senador Christopher Dodd, demócrata por Connecticut, dijo que el principal punto de desacuerdo fue la fecha para exigir la paridad salarial de los trabajadores de Detroit con la de los fabricantes extranjeros.

General Motors Corp y Chrysler LLC están buscando miles de millones de dólares en ayuda inmediata, mientras que Ford Motor Co deseaba una robusta línea de crédito.

El sector automotriz tambalea por la caída de las ventas y su situación empeoró con la crisis de crédito y la recesión, y GM y Chrysler dijeron que la intervención del Gobierno era necesaria ahora para evitar una potencial quiebra.

La Cámara de Representantes aprobaron su versión de un plan de rescate respaldado por los demócratas el miércoles, pero los senadores republicanos rechazaron el proyecto.

Un asesor del Senado dijo que el debate parlamentario sobre el rescate ha terminado por este año y que "ahora depende del secretario (del Tesoro Henry) Paulson" si utiliza los fondos TARP (siglas en inglés del Programa de Alivio de Activos con Problemas) para ayudar al sector.

Las encuestas muestran que la opinión de los estadounidenses está dividida sobre el rescate a las automotrices de Detroit, ampliamente criticadas por pelear contra estándares más ajustados de consumo eficiente de combustible y un pobre diseño de modelos que ha dejado a las compañias buscando garantizar su supervivencia.

GM, Ford y Chrysler emplean a casi 250.000 personas en forma directa, y unos 100.000 empleos más en autopartistas estarían supeditados a la supervivencia de las automotrices. Las compañías dicen que 1 de cada 10 empleos en Estados Unidos está relacionado con el sector automotriz. 

(Reuters)