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Wolfowitz, al ser propuesto en 2005 al cargo por el presidente George W. Bush, se desempeñaba como segundo funcionario más importante del Pentágono después del entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld.

Internacional

FMI y BM inician asamblea en medio de escándalo

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial realizarán este fin de semana su reunión de gobernadores con un temario de reformas y lucha contra la pobreza que se ha visto ensombrecido por un escándalo que rodea al presidente del BM, Paul Wolfowitz.

13 de abril de 2007

Aun cuando los ministros de hacienda y presidentes de bancos centrales que asisten al encuentro han tratado de restarle importancia al asunto afirmando que se trata de la vida privada de Wolfowitz, el caso se ha vuelto el de mayor actualidad en una conferencia que de otra manera hubiese sido rutinaria.

¿Será destituido Wolfowitz? Esta era la pregunta que nadie puede responder por el momento.

La asociación de empleados del Banco Mundial ya ha pedido su renuncia. La junta del Banco informó en la madrugada del viernes que tomará una decisión con la mayor celeridad posible.

Pero, ese anuncio no pareció novedoso teniendo en cuenta que era de esperarse. Lo nuevo del caso fue que junto a él, la junta difundió todos los documentos, algunos "estrictamente secretos" que rodean el caso.

Una vez confirmado por la junta, Wolfowitz llegó a la institución, como él mismo lo admitió, como un novato que se adentra en aguas desconocidas. El único problema era que en el Banco trabajaba una mujer, Shaha Riza, con quien estaba ligado sentimentalmente.

Wolfowitz ha dicho que comunicó el caso al comité de ética de la junta del Banco que, luego de "intensas discusiones" con él, llegó a la decisión de aumentarle el salario y "reubicarla". Riza recibió luego un empleo en el Departamento de Estado, con un salario de 193.590 dólares al año (más de 16.000 dólares al mes).

En una conferencia de prensa de rutina en estas reuniones ministeriales, Wolfowitz admitió que cometió "un error" al tratar de implementar su propio entendimiento de esa decisión, que fue tomada en aras de la solución de un caso que tenía el potencial de afectar la imagen institucional.

"En retrospectiva, desearía haber confiado en mis instintos iniciales y haberme mantenido al margen de las negociaciones", dijo. "Cometí un error, por el cual lo siento".

Reza trabajaba como asesora de comunicaciones del departamento del Medio Oriente y dejó en septiembre de 2006 su puesto en el Departamento de Estado. Actualmente trabaja para la Fundación para el Futuro, una organización internacional que obtiene cierto financiamiento de ese departamento.

La mujer dijo que en ningún momento estuvo bajo las órdenes directas de Wolfowitz y que éste había ofrecido quedar al margen de cualquier decisión en la que participase ella para evitar un posible conflicto de intereses.

Indicó que la comisión ética de la junta le había exigido que aceptase "una asignación afuera (del Banco), en contra de mis deseos".

En declaraciones a los investigadores, dijo que había sido obligada "a aceptar un arreglo que había objetado y que de entrada pensé no era lo que más me convenía".

La junta dijo que resolverá el caso con la premura que tiene un tema que puede afectar la imagen institucional. Wolfowitz ha adelantado que acatará "el remedio" que proponga.

El caso no sólo tiene implicancias para Wolfowitz y el Banco Mundial sino también para el gobierno de Bush. Este lo propuso siguiendo el acuerdo no escrito de que el Banco Mundial debe ser presidido por un estadounidense y el FMI por un europeo.

Pero, Wolfowitz era subjefe del Pentágono, y en esa función fue clave en las guerras contra Afganistán e Irak, junto con Rumsfeld y Condoleezza Rice, cuando ésta era asesora de seguridad nacional y secretaria de Estado.

Wolfowitz ha sido considerado como una personalidad divisiva en el Banco. Llegó de un puesto de guerrero a otro desde el cual se interesaría más bien en otro tipo de lucha: contra la pobreza.

También se ha hecho conocido debido a que suele retener ayuda financiera a naciones consideradas corruptas y controversiales. Sus críticos han dicho que así ha negado ayuda a los pobres. Pero, sus simpatizantes sostienen que se preocupa más bien que el dinero no se pierda.

Las versiones más insistentes entre analistas dicen que el directorio fallará contra Wolfowitz y éste se alejará del cargo. Pero, también hacen notar que no sería este fin de semana sino luego de la reunión ministerial.

Otros, en cambio, sostienen que continuará basándose en que la principal investigadora, la española Ana Palacio, fue canciller del gobierno del presidente José María Aznar, un firme aliado de Bush en la guerra con Irak. Palacio fue nombrada en junio de 2006 vicepresidente y asesora general del Banco.

La Casa Blanca dijo el jueves que Wolfowitz "tiene nuestra confianza total".

 

 

AP