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Los riesgos de la salida a bolsa de Facebook son evidentes y el mismo Mark Zuckerberg, dueño de la compañía, se vio obligado a volverlos públicos. En el prospecto de colocación presentado ante la SEC informó que podrían darse pérdidas de anunciantes y usuarios. | Foto: Archivo Semana

Tecnología

El susto de Facebook

A mediados de mayo, Facebook hará su debut en la bolsa de Nueva York con un valor que para algunos está inflado. Muchos creen que comete un gran error y que perderá usuarios y anunciantes.

26 de abril de 2012

El 17 de mayo se partirá en dos la historia empresarial de Facebook, la red social más poderosa del mundo. Ese día estaría previsto el debut de la compañía en Wall Street. Pero la fiebre que ha desatado el anuncio de la llegada de estos títulos al mercado de valores no ha logrado acallar las voces críticas de quienes consideran que tal como está planteado, este podría ser el gran error de su vida. ¿Qué está en juego en esta salida a bolsa?

La semana del 30 de abril, los ejecutivos de Facebook comenzarán una gira (road show) de 15 días para promocionar las acciones de la empresa entre inversionistas institucionales de Estados Unidos, Londres y posiblemente Hong Kong. Una vez dado ese paso, se haría realidad el tan esperado debut del gigante de las redes sociales en la bolsa.

Aunque los sitios especializados en temas tecnológicos dan como segura la fecha del 17 de mayo, algunos, como mercurynews.com, hablan del 14 de mayo, pues el arranque de esta acción depende más de las aprobaciones de la Securities Exchange Comision (SEC), regulador bursátil de Estados Unidos, que de la misma empresa. De hecho, una de las demoras podría ser el análisis que haga la SEC de la reciente compra que realizó Facebook, por US$1.000 millones, de Instagram, una aplicación de fotografía para dispositivos móviles.

Con la venta de acciones, la firma –que nació en 2004 en los dormitorios de la Universidad de Harvard– buscará recaudar US$5.000 millones, lo que convertirá a esta Oferta Pública Inicial (OPI) en la decimosegunda más grande de la historia estadounidense (la mayor se dio en 2008, cuando Visa levantó US$17.900 millones), pero en la más grande en el mundo de las puntocom, superando con creces los US$1.900 millones que consiguió Google con su salida a Bolsa hace ocho años.

Así, cada acción de Facebook valdría US$40 y la empresa quedaría con una capitalización de US$100.000 millones, más de lo que valen LinkedIn, Groupon, Twitter y Zinga combinados. Es más, la red social quedaría en el mismo nivel de PepsiCo, el gigante farmacéutico Merck, el fabricante de hardware Intel y la alemana Siemens.

Sin embargo, Mark Zuckerberg, creador y dueño de Facebook, no va a someter su empresa al escrutinio de inversionistas y analistas por voluntad propia, sino porque está obligado a hacerlo. Al menos esa es la teoría del bloguero de Reuters, Felix Salom, quien en un artículo publicado en la revista Wired sostiene que las reglas de la SEC obligan a que las firmas que tengan más de 500 accionistas deben inscribirse en Bolsa.

Facebook fácilmente supera esa cifra, pues tanto empleados como inversionistas han recibido acciones como parte de pago (uno de ellos es el cantante de U2, Bono, cuya participación en la red social valdría unos US$1.000 millones una vez entre a Wall Street, suma que supera todo lo que ha ganado en su carrera musical).

El único dueño

Para Salmon es tanta la molestia de Zuckerberg por tener que inscribir a Facebook en la Bolsa, que en su prospecto de colocación se aseguró de mantener el control de 56,9% de los votos, poder nombrar a los miembros de la junta directiva y a su sucesor.

“Técnicamente, Facebook va a ser una empresa pública, pero Zuckerberg la seguirá mandado como si fuera el único dueño”, dice este bloguero para quien la OPI de Facebook es un grave error, dado que la experiencia de otras empresas tecnológicas es que cuando usan esta figura consiguen capital, pero sus directivos ya no se preocupan por innovar, sino por hacer subir el precio de la acción.

Otros analistas, por el contrario, consideran que esta es una buena oportunidad para hacerse a un pedazo de una exitosa empresa, que ya cuenta con 845 millones de usuarios activos, así como 2.700 millones de comentarios y ‘me gustan’ diarios. El año pasado facturó, por cuenta de la publicidad, US$3.700 millones y la expectativa es que en Estados Unidos, este año y por primera vez, la pauta online supere los números de la impresa.

Quienes están deseosos de comprar Facebook aspiran a que se repitan historias como las de Apple, cuya acción arrancó por debajo de los US$5 en los 80 y hoy está por encima de los US$570, al igual que la de Google, que pasó de costar US$85 en 2004 a más de US$590 en la actualidad.

Pero esos cantos de sirena no son escuchados por todos los inversionistas y algunos –como el mítico Warren Buffet– consideran que una valoración de US$100.000 millones para Facebook es una “burbuja financiera” y no recomienda invertir en ella. Su criterio se basa en los recuerdos de la crisis que estalló a comienzos de la década de 2000, cuando muchas compañías puntocom se arruinaron de la noche a la mañana.

Los riesgos son claros y hasta el mismo Zuckerberg se vio obligado a evidenciarlos, pues en el prospecto de colocación presentado ante la SEC tuvo que publicar las amenazas que podrían acabar con la compañía, como las pérdidas de anunciantes y usuarios, junto con el hecho de que tiene una plataforma móvil de la que aún no ha recibido un dólar y que podría lucir peor, si la inversión en ese frente sigue creciendo, pero los usuarios disminuyen.

En total, los ejecutivos de Facebook presentaron 34 riesgos que, frente a sus competidores, no parecen muchos, pues LinkedIn (red social de profesionales) relacionó 42, Zynga (empresa de juegos) 44 y Groupon (que ofrece cupones de descuento) 55.

El asesor financiero Rob Black publicó, por su parte, otra lista de riesgos en Forbes: los costos y gastos de Facebook están creciendo a una mayor tasa que sus ingresos, al tiempo que la cascada de noticias negativas que se desprenden de la red social puede hacer que las marcas y los usuarios se alejen de ella.

“Con el precio tan alto al que va a salir la acción de Facebook promete unos dos años de valor pero, a diferencia de Apple, no creo que Zuckerberg tenga un iMac, iPhone o iPad bajo la manga”, comenta Black.

Lo cierto es que grandes o pequeños, los riesgos son la esencia de las acciones y quienes quieran hacer dinero asociándose con el millonario número 35 del planeta tendrán que asumirlos y aguantarse la montaña rusa de Wall Street.