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Para el grupo de estrategias en monedas del HSBC la tasa de cambio cerrará el año en $1.780. “No tenemos contemplado que en algún momento del 2011 alcance los $1.700”. | Foto: Germán R. Verdugo R.*

Dolarización, ¿la salida?

La efervescencia de los momentos de angustia puede llevar a decisiones costosas para la economía, si no se analizan con detenimiento las consecuencias. Análisis de Correval.

Germán R. Verdugo R.*
24 de mayo de 2007

Luego de la pronunciada revaluación y del desgaste de las autoridades económicas en tomar medidas que no han sido efectivas para evitar un fenómeno global, algunos han llegado a proponer la dolarización en Colombia. Muy particular si se tiene en cuenta que sería el único país donde se adoptaría, sin tener previamente un proceso de hiperinflaciones ni de pérdida de credibilidad en la moneda como medio de transacción local. Incluso si prospera la posibilidad de una dolarización parcial (es decir, coexistencia de peso y dólar), existen algunos riesgos que no pueden desconocerse.

Inicialmente, aunque el sistema bancario puede estar preparado para asumir el manejo de activos y pasivos localmente en dólares, esto podría implicar un traslado del riesgo hacia sectores económicos que no tengan la capacidad para administrar dicho riesgo.

Me explico, los establecimientos de crédito podrían prestar en dólares en la medida en que tengan captaciones en dólares (cuentas corrientes y de ahorros como es la propuesta que ha sonado en medios de comunicación), de esa forma cubrirían naturalmente su riesgo cambiario.

No obstante, estos préstamos podrían llegar tanto a sector transable como no transable, trasladando el riesgo sobre todo hacia este último que, generalmente, tiene sus ingresos en pesos pero comenzaría a generar un descalce por empezar a generar pasivos en dólares. En consecuencia, ante una pérdida de credibilidad en la moneda local (por brotes inflacionarios, por ruidos políticos, por inestabilidad jurídica, etc) podrían ver afectado rápidamente su balance.

Para evitar o compensar este riesgo debería entonces existir un mercado de coberturas desarrollado que le permitiría a las compañías endeudadas en dólares (tanto de sector transable como no transable) utilizar fácilmente y sin extra costos este tipo de instrumentos financieros. Eso en Colombia hoy en día no es muy posible debido a medidas de regulación que ha generado distorsiones en los precios del mercado forward y además ha puesto límite a su crecimiento.

Riesgos de insolvencia e iliquidez
Teniendo en cuenta que la propuesta de la dolarización ha surgido en un momento de alta volatilidad de la tasa de cambio cabe resaltar lo que menciona el Banco Central de Perú en su reporte de inflación más reciente: “Un régimen con pocas fluctuaciones del tipo de cambio puede crear incentivos al descalce de monedas en los balances de los agentes económicos, ya que las firmas no buscarán limitar la exposición de sus pasivos en dólares a dicho riesgo”.

En tal riesgo sería fácil incurrir si se tuviera éxito en estabilizar la tasa de cambio con una dolarización parcial en Colombia dadas las condiciones actuales de desarrollo de los mercados financieros. De hecho, en el mismo reporte el Banco Central de Perú menciona las ventajas de continuar con la desdolarización de años recientes así: “Si bien es beneficioso mantener un sistema de tipo de cambio flexible, la presencia de un alto grado de dolarización financiera genera riesgos de insolvencia e iliquidez en la economía.” “Por ello, las medidas orientadas a desdolarizar la economía incluyen una mayor flexibilidad cambiaria ya que permiten reducir el descalce de monedas”.

Contrasta con la propuesta escuchada recientemente para Colombia. Aunque hay mucha tela para cortar con respecto a este tema, este primer acercamiento muestra que una decisión de este tipo no es la más conveniente (o por lo menos no puede ser apresurada) en este momento para Colombia, a pesar de que puedan existir beneficios como una mayor profundización financiera.

En conclusión, la efervescencia de los momentos de angustia puede llevar a decisiones costosas para la economía sino se analizan con detenimiento y a la luz de las posibles consecuencias.

*Investigaciones económicas Correval.