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Después de Katrina: ¿reconstruir o planes nuevos?

El huracán Katrina borró buena parte del pasado de la Costa del Golfo del Misisipí, pero la mortífera tormenta también dejó un vasto espacio en blanco y una oportunidad histórica de reconfigurar ciudades como esta pintoresca comunidad balnearia.

27 de agosto de 2007

Dos años después que Katrina cobró más de 200 vidas en Misisipí y dejó miles de millones de dólares en daños, equipos de planificadores urbanos visionarios están trabajando en Pass Christian y otras ciudades costeras para ayudarles a trazar planes ambiciosos a fin de reconstruirlas según el "Nuevo urbanismo".

Así se denomina un movimiento arquitectónico que busca transformar el trazado de una ciudad para establecer vecindarios fáciles de transitar y de características acogedoras. Y es sólo uno de los factores que podrían definir la franja costera de Misisipí.

Los tradicionalistas tratan de reconstruir la costa en gran medida como era antes del huracán del 29 de agosto del 2005. Era una mezcla heterogénea de barcos-casino, comercios costaneros pintados de colores brillantes y moteles envejecientes, ocasionalmente matizados por tramos de mansiones antiguas con jardines a la sombra de robles.

¿Cuál de los dos enfoques prevalecerá en el 2015, cuando Katrina sea un doloroso recuerdo de una década atrás?

Planteos como éste se ventilaron en un reciente taller de planificación en Pass Christian. Docenas de propietarios de viviendas y comercios se reunieron en una biblioteca averiada por la tormenta para escuchar al planificador municipal Jeff Bounds cómo imagina la reconstrucción del centro de la ciudad.

Manzanas más pequeñas con calles peatonales más estrechas. Edificios que permitan mejores vistas del puerto. Oasis de espacios verdes. Estas son algunas de sus ideas para convertir el centro en un distrito comercial acogedor.

"Puede que ustedes no coincidan con nosotros. Que nos digan 'No, no cambien eso. Déjenlo como estaba'. Y lo aceptaremos", dijo Bounds al público. "Pero básicamente estamos aquí para señalar desde la perspectiva de la planificación lo que consideramos fallas, cosas que pueden mejorarse".

Bounds terminó su presentación con una advertencia: "Evidentemente, el dinero no crece en los árboles..."

"¡Amén!", corroboró una voz desde el fondo del salón. Bounds hizo una pausa y luego sonrió cuando se dio cuenta de que la voz pertenecía al alcalde Leo Leo "Chipper" McDermott.

Muchas ciudades a lo largo de los 113 kilómetros de costas de Misisipí enfrentan el mismo dilema que Pass Christian.

Dos años después de la tormenta, las duras realidades económicas están disminuyendo el ritmo de reconstrucción. Muchos proyectos están interrumpidos por los costos crecientes de la construcción y los seguros, mientras que los fondos federales tardan en llegar a las ciudades. Algunos otros indicadores económicos están deprimidos: la población y el número de empleos en la región de la costa siguen por debajo de los niveles previos a Katrina, y una escasez de vivienda detiene la recuperación.

La economía no es la única preocpuación. Algunos funcionarios locales se resisten a experimentar con nuevos códigos distritales y de planificación, y eso es precisamente lo que buscan los adherentes al Nuevo Urbanismo.

Andres Duany, un arquitecto de Miami y pionero de ese movimiento, convocó a una reunión de planificadores en Biloxi menos de dos meses después del huracán.

Algunos de los expertos que asistieron a ese foro son ahora consultores de las ciudades costeras, a las que ayudan a trazar planes directamente influidos por el Nuevo Urbanismo y sus principios.

Robert Alminana, un planificador urbano de San Francisco, ayuda a Gulfport a poner en marcha nuevos códigos distritales. Su oficina, un cuarto de motel frente a la bahía de Misisipí, desborda de planos y dibujos de cómo podría lucir la ciudad una década después de Katrina.

"La opción era reconstruir tal como era antes o decir 'Seamos osados y hagámoslo mejor que antes"', comentó Alminana.

Mucha gente prefiere la primera opción, admitió: "A la gente le desagradan los cambios. Prefieren aquello a lo que están acostumbrados en vez de arrojar todo por la ventana y empezar de cero".

Duany, cuyo diseño para Seaside, Florida, en la década del 80 es presumiblemente el primer y más famoso ejemplo del Nuevo Urbanismo, dijo que sus colegas han contribuido a introducir reformas en comunidades que antes de Katrina casi no tenían leyes sobre trazado distrital y planificación.

En Gulfort, una propuesta de construir una subdivisión de 17 lotes de cabañas está interrumpida mientras la municipalidad desarrolla sus planes. Después de Katrina, los promotores inmobiliarios modificaron el diseño reduciendo los jardines y acercando las viviendas a las calles para estimular más interacción entre los vecinos, un ideal del Nuevo Urbanismo.

"La financiación está allí", dijo la agente de bienes raíces del proyecto, Melissa Warren. "Sencillamente estamos aguardando la adopción de un juego de reglas que sabemos adecuadas".

Tardará años para que muchas de las nuevas ideas rindan resultados tangibles. Por ahora, los casinos iluminados profusamente en neón y una pizca de edificios de departamentos dominan el averiado paisaje costanero al cumplirse el segundo año de Katrina.

La falta de seguro a precio accesible es considerado el principal obstáculo a las inversiones privadas en la costa ahora y en los próximos años. Y dado el ritmo modesto de la construcción de viviendas nuevas, muchos expertos consideran prematuro anticipar con precisión cómo se verá la costa del Golfo cuando se cumpla el décimo aniversario de Katrina en el 2015.

"No será la misma costa del Golfo de Misisipí, con toda seguridad", afirmó Tommy Walman, asesor de vivienda del gobernador Haley Barbour. "Las cosas ya están cambiando, algunas para bien y otras no tanto. Depende de cómo se las mire".

 

 

AP