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ANALISIS

Despejando las incertidumbres

Ricardo Durán, analista de Corredores Asociados, dice que la última semana dejó una sensación de estabilidad en los mercados financieros.

15 de noviembre de 2005

La semana fue importante porque se desactivó una señal que constituía una alarma para las inversiones en el mundo emergente: la reducción en las tasas de interés de los treasuries como resultado de las benignas lecturas de inflación en Estados Unidos y como reacción a las declaraciones de Ben Bernanke (futuro director de la Reserva Federal) en el sentido de considerar como prioridad la estabilidad del nivel general de precios.

La inflación total anual de Estados Unidos pasó de 4.7% en septiembre a 4.3% en octubre y la inflación estructural (2.1%) se mantuvo dentro de la zona de tolerancia, aunque en el rango alto. Por otra parte, el discurso de Bernanke ante la comisión bancaria del Senado despejó las dudas sobre una supuesta laxitud inflacionaria del director entrante del banco central americano.

En la esfera regional, el episodio de volatilidad política de Brasil originado en las especulaciones sobre la posible salida del ministro de Hacienda se disipó en la medida en que el funcionario anunció su permanencia en el cargo. Con ello, se dio un parte de tranquilidad al mercado, pues Antonio Palocci es visto por los agentes como el arquitecto del connotado ajuste fiscal carioca.

En la esfera interna, este mejor ambiente externo se tradujo en una reducción en las tasas de negociación de los TES y en un significativo aumento en los volúmenes transados después de varias semanas de apatía. Así mismo, los títulos de deuda pública externa (yankees) se beneficiaron de una valorización moderada y la renta variable colombiana retomó su senda alcista característica de las últimas semanas con volúmenes transados superiores a los $100.000 millones diarios..

Terminó la semana con la expectativa que surgió de la sesión de Junta Directiva del Banco de la República. El "rating" de esta reunión de los codirectores del banco central fue especialmente alto por dos razones: en primer lugar, el mercado esta ansioso de conocer los comentarios del Emisor en relación con los aumentos de la inflación y de las expectativas de inflación en los dos últimos meses y en segundo lugar, porque en esta junta se le informó al mercado la meta de inflación de 2006.

Los dos asuntos no son triviales, pues la inflación es por definición el piso de la tasa de interés. Respecto al curso probable del nivel general de precios, en la actualidad el debate está candente, pues en una esquina está el Banco de la República con la plena convicción de que la inflación va a mantener su curso decreciente en 2006 y en la otra están algunos analistas que, como Javier Fernández Riva, ven que se necesita un pacto con San Pedro para garantizar el cumplimiento de la meta el próximo año.

Nuestra posición tiende a inclinarse en favor de la de Javier Fernández porque vemos que en Colombia comenzó a operar un cambio estructural del cual no va a salir ilesa la inflación. Dicho cambio estructural consiste en que la inmensa liquidez del mercado comenzó a llegar a las familias colombianas mediante el repunte del crédito bancario que ha apalancado el consumo de los hogares. Las cifras del PIB del segundo trimestre son elocuentes: el consumo privado repuntó de 3.0% a 4.5% tan pronto como reaccionó la cartera bancaria en dicho período.

A su vez, nuestra tesis tiene un asidero representado en un ejercicio de cruce de medias móviles de la inflación anual que indica que puede estarse formando un cambio de tendencia. Si bien reconocemos que la señal es por ahora muy incipiente, también vemos con preocupación que la expectativa de inflación de los agentes comenzó a ajustarse hacia arriba más allá de lo inicialmente previsto, hecho que termina por validar una mayor inflación por su efecto sobre el ajuste de los contratos ahora que se aproxima el cierre del año.

En este escenario, la junta acordó una meta de inflación que se mueve en un rango de 4% a 5% con 4.5% como meta puntual para efectos legales. En nuestra opinión, el Emisor tuvo el acierto de darse un amplio margen de flexibilidad que aumenta la credibilidad en el logro de la meta de 2006. Otra cosa hubiera sido que el Emisor hubiese acodado un rango meta entre el 3.5% y el 4.5%, pues en este caso el marcado habría leído que en 2006 se necesitaría una fuerte contracción monetaria (aumento en las tasas de interés) para meter a la inflación dentro del rango meta. En nuestra opinión el Banco de la República le dio un parte de tranquilidad al mercado: tolerar unos pocos puntos básicos extras de inflación en un contexto en el que el PIB acelera su crecimiento apoyado en el mayor consumo de los hogares.

Lo que puede pasar esta semana:

Esta semana se inicia con un mercado tranquilo en el frente interno y externo. A nivel local, el lunes el mercado enfrentará la víspera del cierre de la bisemana de encaje sin problemas de liquidez y sin que a lo largo de la semana se publiquen datos relevantes de la economía colombiana, a no ser que el DANE el viernes revele la tasa de desempleo de octubre.

A nivel externo el martes se publican las famosas "minutas" del banco central de Estados Unidos (Reserva Federal) sin que se espere del texto ninguna sorpresa en la medida en que la política monetaria de Estados Unidos es totalmente predecible hasta enero de 2006.

En este sentido y habiéndose visto un significativo incremento en los volúmenes transados en TES la semana anterior, avizoramos un período de estabilidad en el que no descartamos que las expectativas de mayor liquidez puedan darle un impulso marginal adicional a los precios de los títulos.

En cuanto a las acciones esperamos otra semana positiva de cara a la mayor cercanía a la OPA de Bavaria, a la estabilidad de la tasa de cambio una vez se ha constatado su mayor capacidad de sostenimiento sin intervenciones agresivas por parte del Banco de la República y a la esperada reducción de la tasa de desempleo que posiblemente publique el DANE el viernes.